21 de junio de 2024

Daniel Rebolledo

Daniel Rebolledo
Daniel Rebolledo
El legado de un valiente

Su vida militar se inició el 20 de agosto de 1873 al incorporarse como soldado en el Regimiento Cazadores. En muchas ocasiones, le correspondió realizar guardias en el cuartel de La Moneda: durante este periodo fue ascendido a Cabo 2° y luego a Cabo 1°. En agosto de 1878. al término de su contrato. dejó la carrera militar. Sin embargo, al declararse la Guerra del Pacífico, se enroló nuevamente, pero esta vez en el Regimiento Buin por su destacada participación y entrega en las Batallas de Tacna y en el Asalto y Toma del Morro de Arica ascendió a Sargento 2°.
 
El sargento 2° Rebolledo se distinguió principalmente por su heroísmo y arrojo en la Batalla de Chorrillos, ante lo cual la superioridad lo premió con el más insigne honor de la ordenanza por la gran hazaña que equivalía a una muerte segura, pero que también lo proyectaría a la inmortalidad.

En la víspera de esta decisiva batalla, el Sargento 2° Rebolledo pasó revista a su pelotón de buines: aseo de rifles, cananas completas, caramayolas con agua. yataganes. Una breve arenga, recuerdos de la Patria, una oración por los caídos y una promesa solemne de brindar al día siguiente una gran victoria a Chile. 

El Regimiento Buin combatiría encuadrado en la II División, al mando del General Emilio Sotomayor y tenia por misión: "forzar línea enemiga por San Juan y romperla, envolviendo las casas de esta hacienda para caer sobre Chorrillos, en combinación con la I° (División)" 

A las 3:30 de la madrugada. se inició el movimiento definitivo de las Unidades para pasar al ataque en sus respectivas fajas de combate. Dos horas y media después, recién pudo la 1° Brigada de la II División, donde iba el Sargento 2° Rebolledo, entrar en acción. 

Debido a la cerrada oscuridad tuvo algunos problemas de orientación que logró superar rápidamente. De esta forma, pudo aliviar y, a la vez, apoyar el ataque de la División Lynch, que luchaba intensamente desde hacia sesenta minutos. 

Así la Brigada Gana, donde iban los Buines, "cargó resueltamente en columna por Regimientos desplegados, las fuertes posiciones del cordón de San Juan". La resistencia peruana era firme y el fuego de sus cañones, ametralladoras y fusilería. batían todos los ángulos de acceso, situación que hacia vacilar el impetuoso asalto.

Fue entonces cuando, la superioridad dispuso:
¡Dos galones más al oficial, las insignias de Capitán al que clave la bandera en la cima del San Juan!
 
El Sargento 2° Daniel Rebolledo recogió la invitación. Haciendo un ademán de despedida, tomó una bandera y emprendió un trote impasible y zigzagueante por los arenosos faldeos del cerro. 

Fue un minuto de expectación: los soldados de la Brigada Gana miraron absortos la atlética figura del Sargento que, despreciando el fuego enemigo trepaba señero, hasta la cima de la fortaleza.
 
Tras la homérica silueta del nuevo héroe se escucharon los ¡hurras! de sus camaradas y las andanadas de proyectiles que disparaban para salvaguardar su vida. Simultáneamente aquellos hombres, en el delirio del frenesí, ascendían a pecho descubierto, siguiendo las huellas del Sargento. 

El Regimiento Buin marchando en primera línea, en orden disperso, trepó con increíble audacia y rapidez, la eminencia dominante de aquel cordón, del cual se apoderó a fuego y bayoneta, rompiendo por su centro la línea peruana que desde este instante comenzó a flaquear visiblemente. Sin pérdida de momento, el Buin ejecutó con su derecha un movimiento envolvente sobre la izquierda del enemigo y, tomando de flanco y por retaguardia las zanjas que cubrían la primera abra de San Juan, barrió con los batallones peruanos allí parapetados. 

Por otra parte, el Comandante del Regimiento Buin, al dar cuenta de los hechos en que le cupo intervenir a su unidad en la conquista de San Juan. manifestó: 
"Allí fue donde el Sargento 2° Daniel Rebolledo plantó el primero la bandera chilena, y donde el Cabo 1° Juan de Dios Jara; le quitó al abanderado del batallón peruano Ayacucho número 4 el estandarte, con el cual huía..."

Ocupada Chorrillos, luego de combatir casa por casa, vendría la Batalla de Miraflores (15 enero 1881), donde se consolidó el triunfo de las armas chilenas. 

El Capitán Daniel Rebolledo Sepúlveda terminó la Campaña de Lima. dándole a su Regimiento Buin una nueva página para su libro de honor y a los soldados de todos los siglos, una lección gloriosa que emula. 

La vida de un héroe 
El 5 de octubre de 1848 nace Daniel Rebolledo Sepúlveda, su nombre de origen bíblico recordaba al último de los cuatro profetas mayores. El pequeño creció gozando de una naturaleza cautivadora. Cuando alcanzó la edad escolar, fue enviado a Villa Alegre, una localidad al sur de San Javier.
 
En sus últimos años de estudio, combinó lo ilustración con algunas actividades comerciales que le llevaron a Linares, donde conoció algunos militares, con quienes mantuvo una gran amistad por largo tiempo. A la postre, se despertó en él una atracción por la carrera de las armas que lo llevaron a ingresar, a los 24 años, al Regimiento de Cazadores a Caballo.

Reconociéndosele sus aptitudes de instructor y habiéndose destacado por el exacto cumplimiento de la Ordenanza, fue ascendido a Cabo 2° con fecha 12 noviembre de 1874. En dicho grado, "el colorado Rebolledo" -decían sus compañeros- sabio menear con justicia y energía la varilla cuando era preciso  (arraigada costumbre de los instructores de antaño). 

El 14 julio de 1877 Se le nombró Cabo 1° y un año después debió ser licenciado por la causal "Tiempo Cumplido". El forzado paso a la civilidad, contemplado por la ley, no se acomodó a la voluntad de Rebolledo, quien deseaba seguir la carrera militar.
 
De ahí que, apenas transcurridos dos meses de su salida del Cazadores, se contrató nuevamente como soldado en el Batallón Buin 1° de Línea. No le importó empezar otra vez desde abajo, incluso si echaba de menos a los caballos, no lo decía.
 
Como soldado partió a la frontera araucana, donde se encontraba el Buin. La Guerra del Pacifico lo sorprendió en Collipulli, estaba también junto a otro futuro héroe el Teniente José Luis Araneda.
 
Volvió a la Patria después de la Ocupación de Lima. Impresionado por el recibimiento, marchó por las calles con su querido "Buin", tras el General Manuel Baquedano. Pasada la euforia y cumplida la licencia que empleó para visitar a sus orgullosos padres y amistades linarenses, se reincorporó a las actividades del servicio.

El 6 abril de 1883 fue destinado a Mulchén, en la región del Bio-Bio. Asumió el cargo de Ayudante del Escuadrón Cívico de esa ciudad, que creció alrededor de un antiguo fuerte, construido a principios de 1862. 

Aquel gigante que subió una mañana al San Juan como Sargento y lo bajó como Capitán, falleció el 22 de enero de 1908 a las 9 de la mañana, en Temuco rodeado de sus familiares y amigos.


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"Revista de Historia Militar", n° 1, noviembre 2002.

Saludos
Jonatan Saona

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