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Rodolfo Villagrán |
Don Rodolfo Villagrán
Sarjento Mayor del Rejimiento de Granaderos a Caballo
I.
Cuando haya de practicarse el prolijo balance de las dolorosas pérdidas que cuesta a Chile la guerra recientemente terminada, habrá de descubrirse talvez con tardío horror que la ocupación innecesaria i absurda del país que fuimos a vencer i no a conquistar, cuesta a la República en vidas i en padecimientos más que todas las batallas juntas de sus tres prolongadas campañas.
No ha llegado todavía, es verdad, el momento oportuno de ese cruel recuento, pero cuando un año después de la ocupación del departa mentó de la Libertad, que hoi como en 1820 i en 1839, es un verdadero cementerio de chilenos, cebóse la fiebre amarilla en los cuerpos que guarnecían aquellas tierras malditas, bajo un cielo amarillo como el bronce, pestilente como la muerte, el primero de los jefes de fila derribados por el incipiente flajelo, después del capitán de artillería don Jenaro Freire, fué el sarjento mayor de caballería don Rodolfo Villagrán, uno de los más enhiestos retoños de la guerra e hijo del jeneral de división de su propio nombre.