Uno de los aspectos conocidos de Miguel Grau Seminario, es ser creyente, tenía en su camarote del Huáscar una imagen de Santa Rosa de Lima, que le fue regalado por el monseñor José Antonio Roca y Boloña, imagen a la que Grau solía rezar.
En el libro "Historia de la República del Perú" escrito por Jorge Basadre nos dice:
"La amistad que ligó a Roca y Boloña y Grau fue muy antigua e íntima. No faltan quienes aseveran que hubo entre ellos la relación de confesor a confesado.
El Comercio del 25 de julio de 1934 publicó un grabado con una imagen de Santa Rosa, regalada por este sacerdote, que el comandante del Huáscar llevó a un lugar preferente en su cámara. Su dedicatoria, a la vez pesimista y afectuosa, dice así: