Era un joven estimable, espansivo, generoso y lleno de confianza en el porvenir. Por su patria estaba dispuesto á sacrificarlo todo.
Por eso se le vió abandonar indiferente y alegre, el cómodo y honroso puesto de jefe de la sección de redacción de la Junta Central de Ingenieros, para incorporarse á su antiguo cuerpo, el "10 de Guardias Nacionales".
Hizo en seguida la campaña del Sur en la clase de capitán y ayudante mayor del batallón N° 2. Á su regreso á esta capital, fué nombrado también, ayudante de la 3.ª división del tercer ejército, que lo comandaba el coronel don César Canevaro. En aquella clase militar y en ese puesto, concurrió á las batallas de San Juan y Miraflores; rindiendo la vida en la última jornada.