Manuel Baquedano González, general chileno, comandante en jefe del ejército en campaña desde abril de 1880, y bajo su mando se hizo la campaña de Tacna y Arica, y la de Lima, que terminó con la ocupación de la capital peruana.
30 de septiembre de 2019
22 de septiembre de 2019
Manuel Tafur
Manuel Tafur |
El coronel Manuel Tafur
Quisimos recojer algunos apuntes de la foja de servicios del veterano cuyo nombre encabeza estas líneas y nos dirijimos ayer á la casa que ocupaba en el barrio de abajo del puente: el portón de la casa estaba cerrado y el postigo entreabierto: penetramos y al aguardar en la sala que saliese su respetable esposa vimos pendiente de la pared un cuadro.
Era el retrato cubierto de crespones del viejo soldado de la Patria.
Allí estaba; con aquella fisonomía abierta á la mirada de cualquier corazón ¡era él! Tafur: el querido del pueblo, el franco, el sencillo, el cariñoso, el valiente, el leal; el patriota.
Habíamos tenido la fortuna de conocerle cuando desempeñaba el cargo de Jefe de E. M. G. en el Ejército del Centro y aun nos parece verle con el calzado roto, referir lleno de entusiasmo el combate de Pucará y Marcavalle. Las fatigas de la campaña le habían rejuvenecido: estaba alegre decidor y entusiasta.
Federico Weber
Teniente de Zapadores
V.
Federico Weber era, en efecto, hijo de un francés de su propio nombre i de extracción alsaciana, como aparece de la estructura de su apellido alemán, i de madre chilena, la señora Ana María Núñez, natural de Constitución.
Dejado huérfano de aquel enlace, encontró el desvalido niño el albergue de centro cariñoso que le sirvió de amparo hasta la edad nubil. Llamóse su protector don Matías Núñez.
VI.
Dióle el último buena educación de primeras letras i tan adelantada en estudios serios que salió del colejio para hacerse diarista.
Weber había nacido en 1857 i ya en 1878 redactaba un periódico político en su pueblo natal que llevó el nombre de El Atalaya.
18 de septiembre de 2019
José Antonio Rueda
Un digno prócer de la Independencia, ligado á una respetable matrona, dió la existencia á José Antonio Rueda. Fué su padre el capitán de artillería don José Antonio Rueda, y su madre es la señora María Rivas, viuda de Rueda, de ilustración poco común y de virtud acrisolada. Nació en esta capital el año de 1836, y niño aún fué llevado al Cuzco donde marcharon sus padres y recibió esmerada educación en el colegio de Ciencias y Artes.
Francisco Muñoz B.
Coronel del Rejimiento de Granaderos a Caballo
I.
Nació el coronel don Francisco Muñoz Bezanilla, último coronel rejimiento de Granaderos a caballo durante la campaña activa, en Santiago el 2 de abril de 1841, siendo sus padres don Francisco Muñoz Bezanilla, hermano del ciudadano del mismo apellido que en 1828 fuera ministro de la guerra de la administración Pinto, i la señora María de La Puente. Los Bezanillas i los La Puente proceden de Lima, i allí contó en el hogar antiguo, ha ido a extinguirse el robusto renuevo de Chile bajo el artesonado del palacio de los virreyes.
Encuéntrase a la verdad casos harto singulares en la varia vida de los soldados, que es una eterna aventura. El coronel Muñoz Bezanilla, jefe de Granaderos, había nacido, como Rodolfo Villagrán, segundo o tercer jefe de aquel bizarro rejimiento, a la puerta de un cuartel, en su casa tradicional que en la calle del Puente daba vista al Picadero, o cuartel de la escolta presidencial formada por el rejimiento de Granaderos en 1841; i así como Villagrán fué formado para la carrera del honor en la Academia Militar, i salió de ella para servir en el 2° de línea, así Muñoz Bezanilla le había precedido por diez años (lo que le llevaba de vida) en ese establecimiento i en ese cuerpo. Más todavía: el coronel Urízar Gárfias, jefe de ambos i muerto con ellos i por ellos, había comenzado su carrera en ese batallón mártir que se ha extinguido en su propia jenerosa sangre, i fué uno de sus capitanes cuando lo era el inolvidable comandante don Eleuterio Ramírez, hombre de su temple.
15 de septiembre de 2019
Juan Luis del Mar
Cuna ennoblecida por las virtudes y por el brillo de la posición social recibió á Juan Luis del Mar en Lima, el 25 de Agosto de 1855.
Fué hijo del doctor don Juan M. del Mar y su esposa, la distinguida matrona dona Isabel Márquez de Mar. Desde niño mostró grande afición por la carrera de las armas y apenas terminada su primera educación, en el Colegio de Guadalupe, ingresó en clase de soldado distinguido al Regimiento Húzares de Junín, donde pronto ascendió á la clase de sargento primero, y desde los primeros peldaños subió uno á uno el escalón de los ascensos militares alcanzados por sus méritos.
Declarada la guerra con Chile pasó á la columna Salaverry, al mando del actual Ministro de la Guerra, señor Coronel Secada, y disuelta aquella por nueva organización que se dió á las columnas, se incorporó en el batallón Jauja donde peleó en San Juan y Miraflores, saliendo gravemente herido en el brazo izquierdo, y aún no cicatrizada su herida tomó el camino del centro en busca del caudillo que quedaba sosteniendo el pabellón bicolor.
Juan Vargas Pinochet
Comandante del Rejimiento Chillán
I.
El teniente coronel don Juan Antonio Vargas Pinochet, natural de Chillán i comandante del valeroso cuerpo de este nombre en la memorable batalla del Campo de la Alianza, librada el 26 de mayo de 1880, sucumbió pocos meses después de esa gran victoria, de traidora enfermedad i en vísperas de alistarse la expedición final que debía quebrantar a las puertas de su orgullosa capital el poderío i el orgullo del enemigo tradicional de Chile.
I fué ese un doloroso contraste, porque el comandante Vargas conocía bien el derrotero de Lima, i cuarenta i dos años hacía había entrado a ella bajo el arco de ladrillos de la portada de Guías, "a tambor batiente i banderas desplegadas" mandando una mitad del invicto Carampangue.
II.
9 de septiembre de 2019
Belisario Barriga
Este valiente militar á cuya gloriosa memoria le tenemos consagrada una página en nuestro primer tomo de “Tradiciones y leyendas;” á quien tuvimos la fortuna de hospedar en nuestro domicilio, durante su permanencia en el sur cuando se ocupaba de organizar el batallón Huáscar, digno émulo, en tierra, del monitor que deslumbre el océano con sus hazañas; este digno Jefe que al salir del Cuzco se ligó con lazo de juramento á sus compañeros de campaña, obligándose á la muerte ó á la victoria; este buen ciudadano de la República nació en Puno, el 29 de Enero de 1834, y murió con todos los jefes 18 oficiales y tropa del batallón Huáscar citado, que él comandaba en la batalla de Tacna.
Para hacer referencias mas íntimas á cerca de la persona que nos ocupa, consignaremos los siguientes datos, que debemos á nuestra amigo el Dr. D. Felipe S. Durán.
Carlos Samuel Barrios
Capitán de Zapadores
I.
Extrañas analojías i raras similitudes en el dolor suele ofrecer la vida, la juventud i el destino de los hombres que recordando la edad de hierro nacen asidos al acero i mueren en la batalla o en el lecho sin soltar su férrea empuñadura. Así, para hacer justicia a los que p marcharon hacia la inmortalidad i para ofrecer aliento a los que caminan por el rumbo de las sublimes i postreras abnegaciones, escribíamos ayer la corta pero brillante vida de un joven soldado del ejército, el capitán Francisco Olivos, del 2° de línea, muerto gloriosamente en Tacna, i que llevaba por señas i etapas de su nobilísima existencia las siguientes:— Patria, la Serena.— Edad, 24 años.—Condición, capitán del ejército de línea. —Profesión, lidiar por la causa de su patria.
I así cabe hoi su turno en las pájinas enlutadas de las memorias que fueron, a otro joven capitán del ejército de línea, entusiasta hasta el fanatismo por su bandera, valiente hasta la heroicidad. según el testimonio auténtico de sus jefes, hijo de la Serena, esto es, hijo de la ínclita ciudad de los valientes desinteresados, en el mismo año, tal vez en el mismo mes, acaso en la propia hora que el capitán Olivos, para morir ambos en la lozana flor de años juveniles.
6 de septiembre de 2019
José Miguel de los Ríos
En casi todas las acciones de la guerra última, la fortuna negó sus favores al Perú: cada batalla fué un desastre; pero en Tarapacá los peruanos se sobrepusieron á los caprichos de la suerte: esa jornada fué un portento.
Allí, era forzoso que pelearan hombre á hombre, brazo á brazo, tropas reducidísimas, diezmadas por una marcha interminable y fatigosa, por el hambre y la sed, por los accidentes del suelo y las inclemencias del tiempo, contra un ejército inmenso y poderoso, provisto de cuanto recurso podía menester y dueño de cuanta ventaja podía ambicionar.
El pigmeo debía luchar con el coloso: la histórica quebrada tenía que ser teatro de la contienda y testigo del éxito.
No era, en suma, tan inevitable el encuentro como segura la derrota.
Roberto Aldunate
Teniente de Artillería
IV.
Roberto Aldunate Bascuñán, fallecido en Valparaíso a consecuencia de sus heridas, en la noche del 26 de enero de 1881, a la edad de veintidós años, nació en Santiago el 4 de enero de 1859. Como nieto del jeneral don José Santiago Aldunate, el ríjido i pundonoroso maestro del honor en su carrera de soldado i en su cátedra de la Academia Militar, tenía aquél en ese establecimiento, reservado casi desde la cuna, como los antiguos "cadetes" de la colonia, a quienes al nacer poníanles sus padrinos los cordones de su empleo, otorgados por el reí, cabíale, decíamos, un puesto de honor. En consecuencia, i después de haber adquirido las primeras nociones de su carrera en el Instituto Americano de Valparaíso i en el Nacional de Santiago, el nieto del fundador de la Academia en su planta moderna entró de cadete efectivo el 29 de octubre de 1872, cuando había vivido apenas trece años.
V.
4 de septiembre de 2019
Juan Antonio Portugal
(Colaboración)
Nació en Arequipa y fué hijo del señor
Mariano A. Portugal y de la señora María G. Prieto de Portugal. Todos los hijos de esta familia
sirvieron á la Patria durante la guerra con Chile, muriendo dos de ellos: el valiente
cuyo nombre dejamos escrito, y el Coronel Florentino Portugal, quien en
varias ocasiones salvó la vida al actual Presidente de la República, y cuyos
restos yacen aún en las orillas del Mantaro.
Juan Antonio ingresó como Subteniente
al cuartel de Santa Catalina, en el período presidencial de don Manuel Pardo, siendo
uno de los primeros jóvenes escogidos por la Comisión militar que se nombró
entones para formar una digna y competente oficialidad de artillería.
Delfín Carvallo
Teniente Coronel de Artillería
I.
No son las mayores lástimas de la guerra sus ensangrentados campos de batalla. Eso pasa. Los muertos descansan, los triunfadores cantan, los vencidos duermen en torno del fogón que los vivaques velan. Pero las angustias, los infortunios, los martirios que se prolongan i cubren de eterno luto los hogares, los huérfanos sin guía, las esposas viudas, las macees sin sostén, los inválidos que se arrastran miniados,—ese es el verdadero i fatal inventario de esa cosa atroz que se llama la guerra, nube de fuego que fascina pero que mata i esteriliza. Eso dura i en ocasiones se hace eterno.
I cuando todo eso se junta bajo un solo techo como una sola calamidad; cuando el mutilado agoniza lentamente meses i años agotando su último dolor i su óbolo postrero; cuando la esposa joven se agota en el insomnio i en la fatiga; cuando los tiernos hijos desvalidos padecen sin cuidados ni sonrisas, haciéndose la botica i sus drogas, competidoras de sus usuales deleites i hasta de su pan,—entonces puede decirse que la guerra i sus obras son cosa maldita, i sus glorias i renombres solo engañosas imposturas.
2 de septiembre de 2019
Pedro Silva
El general don Pedro Silva, nació en Lima, el 2 de Agosto de 1820, en que arribó á las playas peruanas la expedición libertadora del general San Martín. Fueron sus padres el coronel de caballería don Remigio Silva y la señora doña María Gil.
En bien temprana edad abrazó la carrera de las armas. Sentó plaza de cadete en el ejército del gobierno legal, en 1840, cuando estalló contra el general Gamarra, la revolución encabezada por el entonces coronel don Manuel Ignacio Vivanco.
Iniciado así en la profesión, pasando uno á uno por todos los grados de la carrera, como lo manifiesta su foja de servicios, ascendió hasta la alta clase que investía cuando murió; debiéndo notarse que estuvo en el ejército 18 años para llegar á coronel y 17 más para alcanzar la fa ja de general; manteniendo esta clase con honra, ha tenido 43 años de servicios.
José María Marchant
Teniente Coronel, Comandante del Rejimiento Valparaíso
I.
Entre las nobilísimas vidas que la segur de la guerra segó, en la sangrienta i gloriosa batalla de Miraflores "batalla i victoria de oficiales", "la batalla de los futres", según llamáronla pintorescamente los pililos, por el caloroso comportamiento de sus superiores, descollará sin duda ante la posteridad, por la alta talla de la víctima, la del comandante del Rejimiento Valparaíso, don José María Marchant, soldado de elevada corpulencia i hombre de jigante corazón que murió a la cabeza de su rejimiento, compuesto casi todo de colosos, medidos por la musculatura de sus anchos pechos.
Don José María Marchant era chillanejo. fornido montañés como tantos denodados capitanes que han sucumbido en la presente guerra i en todas las guerras de Chile. Era de la cuna de pellín i del temple de acero de Juan Martínez, de San Martín i de Vargas Pinochet. Chillán fué fundado para servir de barrera en la abierta llanura al bárbaro araucano, i por eso ha sido en la montaña i la planicie almácigo de bravos.
1 de septiembre de 2019
Miguel Luna
Muchos relatos y varias biografías se han consagrado ya, en distintas épocas á la memoria del valiente joven Coronel D. Miguel E. Luna, que murió en Huamachuco victimado por los enemigos, sin que decayera la serenidad y el patriotismo que lo distinguieron en una vida relativamente corta, pero, llena de triunfos literarios en los planteles de educación que pisó y de respetos por la dignidad con que desempeñó diferentes cargos públicos, comenzando de secretario de la Sub-prefectura del Cercado de Arequipa, y por último coronada con una muerte gloriosa que muchos de sus jóvenes contemporáneos envidiarán.
Miguel Emilio nació en la ciudad del Cuzco el 8 de Mayo de 1852, de los respetables esposos Dr. Federico Luna y señora Ruperta Peralta.
Rafael Zorraindo
Segundo Jefe del rejimiento Atacama
II.
Bajo el concepto nacional que dejamos señalado, despertó también en todos los ánimos profundo i melancólico interés, cuando se supo la muerte gloriosa alcanzada por su dos jefes en el campo de Miradores, la del coronel Martínez, que lo había comandado hasta la víspera, i la del mayor don Rafael Zorraindo, que tomó su mando como segundo, en Pisco.—El intelijente i bravo comandante Dublé Almeida alcanzó el señalado honor que le cupo de conducirlo en las dos postreras batallas de la campaña, i desde la última posada de Lurín.
III.
En el mayor Zorraindo el ejército perdió en consecuencia una de sus más brillantes i juveniles Hombradías, el país una esperanza, su anciana madre una Providencia.
Juan P. Ayllón
(Colaboración.)
El Teniente Coronel, D. Juan Pablo Ayllón, nació en Lima y fué educado en el Convictorio de San Carlos, de allí pasó al Colegio Militar en la condición de cadete profesor, regentó varias clases y se dedicó con empeño al arma de Artillería, donde prestó importantes servicios hasta conquistarse entre los de su arma, un nombre respetado. Su carrera la hizo grado por grado, hasta ser Jefe del Regimiento de Artillería. Su foja de servicios está certificada por Jefes que como el inmortal Bolognesi, lo tenían siempre á su lado, siendo Jefe de las Baterías del Norte en Arica, hasta el memorable 7 de Junio de 1880, donde fué hecho prisionero y conducido á Chile, después de haber defendido hasta el último momento el honor nacional, y haber contribuido con su voto, en la reunión de Jefes que hizo Bolognesi, á que la plaza resistiera hasta quemar el último cartucho, como se hizo con asombro del mundo entero.
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