Alista Reserva de Lima

Vicente Noboa

Decreto de Nicolás de Piérola sobre el  alistamiento de la Reserva de Lima
NICOLÁS DE PIÉROLA,

Jefe Supremo de la República y Protector de la Raza Indígena.

Considerando;

Que teniendo Lima sobrados elementos para defenderse por sí sola contra cualquiera tentativa de agresión del enemigo, es conveniente colocarla en condiciones de realizarlo sin esfuerzo, a fin de ponerla a cubierto de ella y permitir al Gobierno emplear el ejército activo como lo aconseje la más rápida prosecución de la guerra,

Decreto:

Art. 1° Declárase la ciudad y provincia de Lima en pié de defensa militar.

Juan José Vildoso

Juan José Vildoso

Sargento Juan José Vildoso

Perteneció al batallón Granaderos de Tacna y peleó en el Ciudadela, al lado de su admirado jefe el coronel Justo Arias y Aragüez.

Asaltada la batería por el enemigo, Vildoso, con los pocos sobrevivientes de su cuerpo, se replegó al Morro, donde, después de rudo batallar, cayó prisionero, en cuya condición fué enviado a Chile.

Vuelto a su hogar, se dedicó a la agricultura, logrando, merced a su perseverancia en el trabajo, holgada posición.

Anibal Pinto

Aníbal Pinto Garmendia

Retrato de un Presidente de la República

(párrafos tomados del libro Bala en boca de Enrique Bunster)

Comencemos por el instante en que don Aníbal Pinto cogió la pluma para firmar la declaración de guerra a Perú y Bolivia. Los Ministros y consejeros que estaban con él no dejaron testimonio de cómo se condujo, y ahora ignoramos si se mostró nervioso o sereno, si vaciló, si le tembló o no la mano al poner la suerte de la patria en juego. Sólo conocemos la afirmación de un cronista contemporáneo: «Todos querían la guerra, menos el Presidente, que veía sus males y temía a sus horrores». Podemos entonces presumir que al devolver la pluma al tintero ha debido exhalar un suspiro de sometimiento a la Providencia, y lo menos que pudo sentir es que el suelo se movía bajo sus pies; porque es preciso imaginarse la gravedad del paso que acababa de dar. 

Desmentido de Silva

Pedro Silva Gil

Desmentido de Pedro Silva sobre haber firmado compromiso de no pelear contra Chile

"Señores Redactores de...

Alejado de la Capital de la República poco después de nuestros últimos desastres, no he podido tener oportuno conocimiento, hasta hace algunos días, de la publicación hecha en el "Mercurio de Valparaíso", de una lista de Jefes Peruanos, á quienes se les atribuyen la acción humillante y vergonzosa de haberse comprometido á no volver a tomar las armas contra Chile en la presente guerra; y en cuyo número se ha tenido el avance de comprenderme.

En la imposibilidad, por las razones dichas, de rectificar á su debido tiempo esta tan grosera como calumniosa imputación, me apresuro á dirijirme á U.U. suplicándoles se sirvan acojer en las columnas del diario que redactan, la declaración solemne, que desde luego hago, de ser completamente falso en cuanto á mí se refiere, el aserto de los caprichosos escritores "De el Mercurio".

Lista de jefes peruanos

Lista de jefes peruanos

La siguiente lista fue publicada por primera vez en “El Mercurio” de Valparaíso, edición 16,256, del 10 de mayo de 1881, indicando que los nombres de aquellos jefes se habían comprometido a no volver a tomar las armas contra el ejército chileno.

Centauros Peruanos, 1912

Teatro Municipal de Tacna, donde se exhibió "Los Centauros Peruanos"

Los Centauros Peruanos, 1912

En 1922, algunos años después del estreno de Los centauros peruanos, la educadora Elvira García y García narró una anécdota sucedida en la Tacna de 1912, aún bajo administración chilena:

Prefecto de Huancavelica

El Prefecto de Huancavelica a sus coodepartamentanos

CONCIUDADANOS.—Ha llegado el momento de que el noble y levantado patriotismo que manifestasteis cuando llegó á nuestro conocimiento de que el Gobierno de Chile nos había declarado la guerra y bloqueaba uno de nuestros importantes puertos del Sur, la laboriosa Iquique, tenga que traducirse en hechos en actos de abnegación y civismo.

Penton sobre Arica

El Morro de Arica

Testimonio de Penton sobre Arica

Edwin John Penton, marino inglés que ocupaba el puesto de carpintero jefe a bordo del blindado Cochrane., dejó escrito un diario que fue recientemente publicado en español. Se transcribirá lo escrito del 7 de junio, fecha en que ocurre la batalla de Arica, hasta el 9 de junio en que Penton puede desembarcar y describe cómo quedó la ciudad después de la batalla.

Parte de Chocano

Manuel Francisco Chocano Soto nació en Arequipa el 30 de julio de 1847, hijo legítimo de Francisco Chocano y Leandra Joaquina Soto. Con el grado de teniente coronel participó en la guerra del Pacífico. En la batalla de Arica (7 de Junio de 1880) fue segundo Comandante del batallón “Artesanos de Tacna N°29”, cuyo primer comandante fue Coronel Marcelino Varela, y estaban ubicados en el fuerte Este.

Al caer Varela gravemente herido, Chocano asume la conducción del batallón, y junto con el Sargento Mayor Armando Blondel, los capitanes Julio Rospigliosi, José del  Castillo, Rubén Rivas entre otros oficiales, reorganizan el batallón y se repliegan hasta las trincheras en la entrada al Morro, donde reanudaron el combate, al lado de los sobrevivientes de los batallones “Tarapacá” e “Iquique”.  Chocano fue tomado prisionero. 

Terminada la guerra fue ascendido al grado de Coronel, y presidió durante muchos años la Asociación de Sobrevivientes de la Batalla del Morro.

Latorre sobre Arica

Juan José Latorre

Parte Oficial de Juan José Latorre sobre la batalla de Arica

COMANDANCIA DEL BLINDADO ALMIRANTE COCHRANE

Al ancla, rada de Arica, Junio 9 de 1880.

Participo a V. S. que, por pedido del señor General en Jefe del ejército de operaciones sobre Arica, efectué con los buques de mi mando una entrada a dicho puerto el día 6 del actual, y el resultado de dicha operación lo participo a V. S. enseguida, previniéndole es la misma que he transmitido al señor gobernador de Iquique en aquel día.

Conforme a lo prevenido a V. S. en mi comunicación anterior, hoy a las 1.30 P.M. entramos los buques en acción, tomando los de madera colocación al Sur, entre tanto el Cochrane corría la línea de la rada de Norte a Sur, a una distancia de tres a cuatro mil metros.

Proseguimos nuestros fuegos hasta las 3.35 P.M., en que suspendimos el combate.

Baquedano sobre Arica

Manuel Baquedano

Parte Oficial de Manuel Baquedano sobre la batalla de Arica

EJÉRCITO DE OPERACIONES DEL NORTE

Arica, Junio 21 de 1880.

Señor Ministro:

Tengo el honor de transcribir a V.S. el parte del señor coronel Jefe de Estado Mayor General sobre la toma de Arica. Dice así:

“Señor General en Jefe:

Cuatro días después de la batalla del 26 del pasado regresó a Tacna la división de reserva que había ido a Pachía a las órdenes del señor coronel don Pedro Lagos, con el objeto de deshacer los últimos restos del ejército aliado que, según anuncios, se organizaban allí para atacarnos. Esa división, cuya marcha ordenó V. S., trajo rifles, municiones, dos cureñas de cañón Krupp y un buen número de prisioneros desarmados, que se escondían en aquel pequeño caserío y sus alrededores.

Alejado, pues, por ese lado, todo peligro de ataque y de reorganización del enemigo, V.S. tuvo el pensamiento de marchar sobre Arica, ciudad que los peruanos llamaban inexpugnable por sus minas, sus fosos, sus parapetos, sus defensas naturales y sus cañones.

Parte de Novoa

Alberto Novoa

Parte Oficial de Alberto Novoa G. sobre la batalla de Arica

REGIMIENTO DE CAZADORES A CABALLO

Arica, Junio 10 de 1880.

Señor Coronel:

El 4 del presente, a las 10 P.M., recibí orden del señor General en Jefe de marchar a la diana del día siguiente con 50 hombres del regimiento al valle de Azapa y reunirme al teniente don Juan de Dios Quezada, que se hallaba en ese punto con otros 50 individuos de tropa y que había marchado el día anterior a hacer un reconocimiento del valle y de los lugares donde hubiese forraje y agua para las cabalgaduras, teniendo, además, orden de reunir todos los animales que encontrase y traerlos al campamento.

Luego que me reuní al expresado señor teniente, me dio cuenta de haber hallado, en distintos puntos: dos bueyes, tres mulas, dos caballos, 40 cabros y 60 ovejas; todos estos animales los entregué al ayudante de V. S., señor Walker. En cuanto al forraje, me dijo que únicamente había caña de azúcar a dos leguas y media del campamento, y agua a una legua.

Parte de Novoa

José Manuel Novoa

Parte Oficial de José M. Novoa sobre la batalla de Arica

REGIMIENTO Nº 2 DE ARTILLERÍA

Señor Coronel Jefe de Estado Mayor General:

El 4, en cumplimiento a las órdenes de V.S., marché desde el campamento de Chacalluta con las cuatro baterías a tomar posiciones al frente de Arica, tropezando en la marcha con graves dificultades que fueron salvadas algunas por el Cuerpo de Pontoneros y las otras por el personal del regimiento. Nos acampamos en la noche de ese día en lo más alto de los cerros que había que recorrer, a cubierto de la vista del enemigo y muy poco antes de llegar a las posiciones que deberíamos ocupar, todo en conformidad a las instrucciones de V.S. Emprendimos la marcha a hora conveniente, y al amanecer del siguiente día se colocaron las baterías en los puntos reconocidos con anterioridad por V.S.

Juan C. de Mora

Juan C. de Mora

Páginas olvidadas de la Historia

El último cartucho en la batalla de Arica

(Párrafos de un articulo de Carlos Barandiarán, sobre la destrucción de la lancha torpedera Alianza)

Como una verdadera curiosidad histórica y cumpliendo nobles deberes cívicos de contribuir al ensanchamiento y elevación del espíritu nacional, evocando las horas trágicas y gloriosas de nuestra historia republicana, recogeremos en esta sección todos aquellos episodios brillantes de nuestra vida, que son pocos los que recuerdan, haciéndolos vivir una nueva y más extensa vida al esparcirse entre nuestros lectores.

Comenzamos hoy con los interesantes fragmentos de un patriótico artículo del escritor Carlos Barandiarán, fallecido hace algunos años, en el que relata cómo se cumplió la heroica promesa de Bolognesi y á quiénes tocó cumplir la gloriosa definitiva orden.

Entierro de Ugarte

Partida de defunción de Alfonso Ugarte

Aunque algunos relatos afirman que el cadáver de Alfonso Ugarte nunca fue encontrado (a pesar de la recompensa que había ofrecido su familia) o que no fue identificado sino enterrado en una fosa común. Hasta se ha afirmado que pudo escapar de la batalla y viajar a Francia donde se encuentra su tumba.

El Morro de Arica

El Morro de Arica

El Morro de Arica.

(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" 11 de junio de 1887)

Carta apócrifa de Bolognesi

Una carta apócrifa atribuida a Bolognesi

Por:Juan Carlos Flórez Granda  y  Juan Carlos Herrera Tello

"Nunca reclames nada para que no se crea que mi deber tiene precio"

Durante varios años hemos venido leyendo y tomado como cierta una carta dramática, llena de sentencias y con un valor a lo épico que conmueve y nos enrostra la soledad de un soldado en medio de su desgracia ante una defensa imposible, y lo único que le queda a él y sus hombres era solo cumplir con su deber.

Manuel S. Ugarte

Manuel Sebastián Ugarte

Manuel Sebastián Ugarte Moscoso

Nació en Arequipa en febrero de 1851,  fue hijo de Manuel María Ugarte y Menaut, y de Dolores Moscoso.

Era practicante de medicina cuando estalló la guerra del Pacífico, y se embarcó en el buque "Independencia".

El 21 de mayo de 1879 en el combate de Punta Gruesa, el blindado peruano pretendía hundir a la "Covadonga", pero durante la persecución chocó contra una roca, quedando varado.

La "Covadonga" regresa para disparar contra el buque que ya no puede defenderse. Manuel Sebastián Ugarte, resulta herido.