(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 01 de octubre de 1887)
Hijo legítimo del señor Don Joaquín Saavedra, antiguo Fiel de la Aduana del Callao, y de la señora Doña Josefa Palacio, nació en Lima el día 15 de Setiembre de 1832.
Fué alumno del Colegio de San Carlos, en el que siempre mereció por su intachable conducta y su aprovechamiento la consideración de sus maestros y de todos sus condiscípulos, quienes con no poco pesar le vieron abandonar esos claustros, á la edad de diez y seis años, para ingresar al servicio de las oficinas públicas del Estado.
Comenzó, pues, su carrera de empleado como Amanuense Meritorio de la Sección de Administración de la Aduana del Callao, y el 18 de Diciembre de 1848 fué nombrado en propiedad para ese puesto, que sirvió hasta el 21 de Noviembre de 1849.
En 25 de Agosto de 1850 ingresó al Tribunal Mayor de Cuentas, en calidad de Amanuense Meritorio; y en 5 de Abril de 1851 fué nombrado oficial Auxiliar del mismo Tribunal, en cuyo puesto permaneció hasta el 11 de Agosto de 1851; pasando, tres días después, á desempeñar el cargo de oficial 3.° del Cuerpo Político de la Armada Nacional y siendo ascendido á oficial 1.° del mismo, en 17 de Abril de 1854, á la edad de 21 años.
Inmediatamente fué nombrado Comisario de la 1.a División del Ejército Constitucional en campaña sobre Lima, con motivo de la revolución iniciada en Arequipa, el 7 de Enero de 1854; y en 25 de Junio del mismo año fué nombrado Comisario del Hospital Militar en Jauja, pasando en el mes de Noviembre ai Ministerio de Guerra y Marina, hasta el día 5 de Enero de 1855 en que tuvo lugar la batalla de la Palma.
Desde 1855 prestó sus servicios en la Armada Nacional como Contador de los bergantines "Gamarra" y "Almirante Guisse" y de los vapores de guerra "lzcuchaca" y "Ucayali"; habiendo sido nombrado, en 19 de Julio de 1859, Comisario de la Escuadra del Norte en su expedición al Ecuador, en la que también sirvió de Secretario al Contra-Almirante Mariátegui.
El 5 de Abril de 1862, fué nombrado Contador de la Aduana de Arica; y en 13 de Noviembre del mismo año Jefe de Sección en el Ministerio de Guerra, prestando además sus servicios como tal, en la Dirección General de Hacienda y en la Dirección General de Contribuciones; habiendo sido nombrado Especialmente Jefe de Sección de esta última Dirección en 9 de Enero de 1866; en 23 de Mayo del mismo año Jefe de Sección de la de Contribuciones indirectas; en 18 de Julio, Jefe de Sección de la de Contribuciones directas y, en 15 de Mayo de 1867, de la de Contribuciones directas é indirectas. El 10 do Enero de 1868, volvió á ocupar su destino do Jefe de Sección en el Ministerio de la Guerra.
El 4 de Marzo de 1868, fué nombrado Jefe de la Sección 4.a del Ministerio de Hacienda, con título; y el 13 de Marzo de 1869, Contador de la Aduana del Callao, desempeñando interinamente la Administración desde el 6 de Abril de 1870.
En 1872 fué miembro de la Comisión Consultiva de Rentas y Presidente de la encargada de formular el Reglamento de Comercio.
Fué Gerente del «Banco Nacional del Perú» en Iquique, en dos épocas distintas, permaneciendo al servicio de dicho Banco, ya en Lima ya en Iquique, desde mediados de Julio de 1874 hasta Enero de 1879.
En 1879 fué nombrado por el Gobierno Agente Aduanero del Perú en Bolivia.
En la Administración de Piérola, fué Presidente de la Comisión encargada do la fabricación do los billetes llamados Incas, en cuya labor fué sorprendido por la ocupación chilena, y logró salvar que las planchas cayeran en poder del enemigo; para lo que se vió obligado á salir por en medio de las balas de la comuna, á fin de entregar á la autoridad correspondiente la existencia de esos vales y de depositar las planchas, para mejor garantía, en poder del señor Ministro de Francia.
En 1884 fué nombrado Superintendente General de Aduanas; y en 1885 de la del Callao; siendo ademas miembro de la Comisión encargada de normar, en vista de los contratos respectivos, las relaciones de la Empresa del Muelle-Dársena con el Comercio y las autoridades locales.
En la nueva reforma de 1886, fué nombrado Administrador de la Aduana del Callao; y Vista en 1887, puesto en el que ha rendido la vida por cumplir, como el que más, sus deberes de fiel empleado de la Nación y de hombre de la más recta conciencia.
Su trágico fin ha llenado de consternación no solo á su numerosa familia sino á lo más notable de la Sociedad limeña, que sabía apreciar sus méritos personales y sus virtudes como ejemplar padre de familia.
La Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, que desde 1865 le contaba en el número de sus más estimables miembros, y otras asociaciones de verdadera importancia en el país sienten el vacío que en su seno ha dejado la inesperada desaparición de tan recomendable ciudadano.
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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 21, Lima, 01 de octubre de 1887.
Saludos
Jonatan Saona
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