(Colaboración)
Nació en Arequipa y fué hijo del señor
Mariano A. Portugal y de la señora María G. Prieto de Portugal. Todos los hijos de esta familia
sirvieron á la Patria durante la guerra con Chile, muriendo dos de ellos: el valiente
cuyo nombre dejamos escrito, y el Coronel Florentino Portugal, quien en
varias ocasiones salvó la vida al actual Presidente de la República, y cuyos
restos yacen aún en las orillas del Mantaro.
Juan Antonio ingresó como Subteniente
al cuartel de Santa Catalina, en el período presidencial de don Manuel Pardo, siendo
uno de los primeros jóvenes escogidos por la Comisión militar que se nombró
entones para formar una digna y competente oficialidad de artillería.
Peleó en las principales batallas de la
última guerra internacional, hasta que, al fin, sucumbió en la de Huamachuco, comandando
la 1.a compañía de artilleros. Allí cayó prisionero y después fué fusilado,
llamando su heroísmo la atención del enemigo implacable, como lo demuestra el
siguiente fragmento de la detallada relación hecha por el escritor chileno don
Raymundo R. Valenzuéla, oficial del “Talca” y testigo presencial de la
batalla: “Portugal se arrodilló, oró tres minutos, con la frente sobre la mano
derecha, y luego, volviéndose, á los tiradores esclamó:
“—Estoy listo, disparad!... Cuatro
balazos dieron fin á la vida de ese valiente. —Damos estos minuciosos detalles por
respeto al heroísmo, y para que se vea que nuestras huestes no vencieron á
reclutas ni á cobardes, sino á lo más florido del ejército del Perú, por la inteligencia,
la táctica y el denuedo de sus jefes. La mayoría de sus combatientes cedió al
pánico de la carga á la bayoneta; pero allí tuvo el Perú heroísmos probados y
glorias que deben esculpirse en bronce.”
El ataúd en que han venido sus restos
lleva el núm. 7·
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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 167, Lima, 19 de julio de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
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