(1920 a 1921)
Profesional de nota, que ejerció con brillo la carrera médica, por la cual desde su mocedad sintió decidida vocación, don Enrique Basadre nació en Tacna el año 1847. Fueron sus padres, el eminente historiador don Modesto Basadre y la respetable dama doña Matilde Stevenson. Su primera instrucción la hizo el doctor Basadre en el afamado colegio chileno de Golfinch y Blum, que funcionaba en Valparaíso. Concluida satisfactoriamente esta primera etapa de la enseñanza sólida que recibiera, viajó a Lima, completando sus estudios en el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, y pasando seguidamente a la Escuela de Medicina, recibiéndose de médico después de rendir lucidas pruebas.
Con el fin de perfeccionarse en su profesión, viajó por Estados Unidos y Europa, visitando los principales centros científicos, escuelas y hospitales del viejo mundo, en los que llegó a relacionarse con verdaderas eminencias en la ciencia de Hipócrates. Lo que pudo captar así, y con visión certera, lo volcó en una serie de estudios y artículos que reprodujo con el beneplácito general La Opinión Nacional de Lima. Tan fructífero viaje que se prolongó por espacio de cuatro años, le dió oportunidad para estudiar a conciencia la electroterapia, fundando en 1884 el primer gabinete relacionado con esta especialidad, el mismo que sin interrupción funcionó por un decenio, lo que le valió que el Concejo Provincial de la capital lo premiase con una medalla de oro.
En el escenario patriótico, el nombre del doctor Basadre se liga a la guerra con España, pues asiste a los 19 años y en su condición de practicante de medicina a la torre de Junín, haciendo frente a la escuadra agresora; y más tarde, cuando el conflicto bélico desatado con Chile, se embarca en la fragata Independencia, asiste al combate naval de Iquique y naufraga en Punta Gruesa, siendo uno de los últimos acompañantes del Comandante Juan G. Moore, jefe de la nave peruana embarrancada. A su regreso a Lima, después de una serie de penalidades y contratiempos, se alista para pelear en la batalla de San Juan librada el 13 de Enero de 1881, y cuando se produce aquella derrota, presta inmediatamente sus servicios en los hospitales de sangre de Santa Isabel y San Bartolomé.
Como buen tacneño, la pluma del doctor Basadre se esgrimió en más de una oportunidad, para defender en vibrantes y patrióticas publicaciones los derechos de los regnícolas en las provincias cautivas, improbando siempre la tortuosa conducta de Chile, frente al cumplimiento de la cláusula tercera del Tratado de Ancón.
Sin dejar de atender a los deberes de su humanitaria profesión, el doctor Basadre fue inspector fiscal de bancos hipotecarios, director de las empresas del gas y agua potable de Lima y Barranco y personero del Gobierno en la Compañía Peruana de Vapores. Sin tener mayor aliciente por la política, desempeñó durante el primer gobierno de don Augusto B. Leguía, el Ministerio de Gobierno y Policía en dos oportunidades (1910-1912), presidiendo el Gabinete en la segunda, y afrontando con energía la situación interna del país bastante alterada.
El año 1919 formó parte de la Asamblea Constituyente que se instaló para dictar la nueva Carta Política, concurriendo como senador por la provincia de Moquegua en las elecciones que se convocaron a tal efecto y ocupando la segunda Vicepresidencia de este alto cuerpo, por votación unánime. En la Legislatura de 1921 fue elegido Primer Vicepresidente del Senado.
Retraído de toda actividad posteriormente y ya casi octogenario dejó de existir en Lima, el doctor Enrique Basadre, el 22 de Febrero de 1925 a los 78 años de edad, rodeado del respeto y consideración generales.
Los destinos de nuestra Benemérita fueron regidos con tino y sagacidad manifiestas por el doctor Basadre durante el bienio 1920-1921.
E. S. C.
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"Reseña Histórica de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria. En el primer centenario de su fundación". Lima, 1957.
Saludos
Jonatan Saona
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