La Biblioteca Nacional del Perú custodia un pequeño libro que tiene una anotación manuscrita hecha por Ricardo Palma.
El libro se titula "Opus pulcherrimuz chiromantie" trata sobre quiromancia (lectura de manos) y fue publicado en 1499.
El libro no solo es valioso por su antigüedad, sino por su historia, su anterior propietario, su donación a la BNP, su posterior pérdida durante la ocupación chilena y cómo Ricardo Palma lo recuperó en 1881 para devolverla a su institución.
En "La Biblioteca Nacional del Perú, aportes para su historia" publicado en Lima, 1971, nos menciona la importancia de este libro:
"Un testigo en la historia de la Biblioteca Nacional
El 28 de agosto de 1821, en afirmación del derecho, de los pueblos libres, al conocimiento y acceso a la cultura, San Martín crea la Biblioteca Nacional del Perú y el 17 de setiembre de 1822 preside la solemne ceremonia de inauguración.
Testigo presencial del acontecimiento fue un pequeño y valioso libro, integrante de la colección, donada por San Martín, para constituir los fondos iniciales de la institución.
Testigo presencial lo fue también, de los grandes desastres y resurgimientos de la Biblioteca Nacional a lo largo de sus 150 años de existencia. Tal vez este pequeño personaje hubiera podido predecir esos acontecimientos, ya que se trata del Opus pulcherrimuz chiromantie, un valioso incunable europeo de 1499.
En los años de 1823 y 1824 sufre el saqueo de la Biblioteca Nacional por los realistas, al retirarse estos de Lima. Bandos y amenazas de severas sanciones consiguen la recuperación de los libros saqueados. Durante 57 años, el Opus pulcherrimuz, al igual que la Biblioteca Nacional, vive más o menos olvidado, más o menos consultado, pero en una relativa calma.
En 1881 el ejército chileno, que había quedado en Lima, convierte en cuadra los salones de la Biblioteca Nacional y en botín de guerra su colección. Nuestro personaje fue pignorado y felizmente rescatado por Ricardo Palma, de manos de un soldado chileno. El hecho ha sido consignado por el propio Palma en la nota que publicamos en reproducción facsimilar. Tiene así el libro-personaje la oportunidad de observar la labor del «bibliotecario mendigo», entregado a la obra de recuperar e incrementar la colección perdida.
El 28 de julio de 1884 es nuevamente testigo presencial de un gran evento, la inauguración de la «segunda» Biblioteca Nacional. Protegido y seguramente mimado por Palma, vive una etapa de tranquilidad, ajeno sin duda a los problemas de la política que motiva los sucesivos cambios de director a partir de 1912.
El 10 de Mayo de 1943 le toca vivir íntimamente la tragedia de la Biblioteca Nacional, pues en la madrugada de ese día el fuego destruía su edificio, estantes y colecciones. En un desesperado intento de salvarla, por lo menos en parte, los bomberos lanzaron grandes masas de agua, pero fuego y agua se unieron para consolidar la destrucción.
Una vez más, sin embargo, se habría de salvar el Opus pulcherrimuz y ser testigo, al igual que en 1883-84, de los esfuerzos de un bibliotecario ejemplar, Jorge Basadre, quien entonces se empeña en hacerla resurgir. Una vez más, asimismo, habría de asistir a la apertura de la «tercera» Biblioteca Nacional, una biblioteca tecnificada y con personal profesional que tomaría a aquel libro-testigo a su cuidado y le daría la ubicación que le correspondía.
Con ligeras manchas, producidas por el agua, a semejanza de marcas o cicatrices gloriosas, es miembro de la pequeña familia de incunables europeos que se guarda en una caja fuerte de la División de Investigaciones Bibliográficas.
Bajo el epígrafe Quiromancia, figura en el catálogo su ficha de identificación:
Opus pulcherrimuz chiromantie cum multis additioibus nouiter impressuz. Colofón: Impressa fuit Venetijs per Bernardinum Benaliu MCCCCXCIX. Die xxv Nouembris.
1 h. bl., 62 p. ilus. 21 cm.
X199.33/0/C
Allí es posible consultarlo y tal vez podría responder a los interrogantes de la futura historia de la Biblioteca Nacional del Perú.
L. V."
Transcribimos la anotación hecha por Palma:
"Este libro es impreso medio siglo después de la invención de la imprenta por Guttemberg, y fué de los primeros que se imprimieron en Venecia.
Es una joya bibliográfica regalada en 1822 por el General San Martín á la Biblioteca de Lima.
Lo recobré del poder de un soldado chileno en 1881 por dos reales plata, y lo devuelvo a
(sello) Biblioteca y Archivo Nacional del Perú.
Lima, Diciembre 10 1883.
Ricardo Palma"
Debajo una mano desconocida (o quizá el mismo Palma corrigiendo la fecha de impresión del libro original) escribió: "¡Mentira! Es de 1599."
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Saludos
Jonatan Saona
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