(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 23 de agosto de 1890)
Ocupa nuestra primera página el retrato del doctor don Mariano Nicolás Valcárcel, Presidente del Consejo de Ministros de Estado, encargado de la cartera de Gobierno.
Nació el doctor Valcárcel en la ciudad de Arequipa, el año 1852, y después de hacer su primera educación en su tierra natal se trasladó á ésta donde terminó con brillo su carrera profesional, recibiéndose de abogado en 1872 después de dejar en la Universidad las más distinguidas notas por su clara inteligencia'. su contracción y su acrisolado comportamiento, pues el señor Valcárcel posee el raro don de un carácter esencialmente estudioso, serio y modesto, con la modestia, del verdadero mérito. Desde joven supo allegarse á maestros de la talla de los Ureta, los García Calderón, los Riveyro y toda esa pléyade de personajes que han dado renombre al Perú.
No debe estrañarnos por tanto que á los 38 años cuente ya el doctor Valcárcel con una reputación envidiable bajo el punto de vista de la mesura y la inteligencia que han sido las mentores de su laboriosa vida, ni que su hoja de servicios tenga tantas páginas escritas con la gloriosa pluma ya del jurisconsulto, ya del diplomático ó del legislador.
Cuando comenzó á aparecer en primer término el doctor Valcárcel en el escenario público, estaba ya formado el hombre de letras y por consiguiente las simpatías que atrajo cuando fué nombrado secretario de 1.a clase de los plenipotenciarios que asistieron á las conferencias de Arica en los angustiosos días de la Patria guerreada por Chile, fueron creciendo á medida que el abogado hizo pública su manera de sentir y de pensar.
Asistió al Congreso de Chorrillos como diputado por Huallaga. Después que aquel Congreso terminó sus sesiones se dirigió al sur donde continuaba el gobierno constitucional presidido por el Contra-Almirante Montero. En Arequipa fueron solicitados sus servicios y se le encargó el portafolio de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñe con la dignidad y tino exigidos por las anormales condiciones del país. Unificada la República, fué nombrado diputado por Castilla y como tal ha asistido al Congreso desde la legislatura de 1886 siendo elegido 1er. Vice-Presidente de la Cámara de diputados y presidente de la misma en la legislatura del 89. Las firmes y sanas convicciones del Dr. Valcárcel arrastraron siempre á su círculo un número respetable de sus distinguidos colegas, y los intereses del país bailaron en la franca y persuasiva palabra del legislador un defensor esclarecido.
Ha desempeñado en varias ocasiones el cargo de adjunto al Fiscal de la Eccema. Corte Suprema de Justicia, es socio de la Beneficencia de Lima y actualmente su primer vice-director reelecto.
Al finalizar estos renglones no diremos, como tantas veces, que el doctor Valcárcel es una esperanza para el país sino un miembro de la sociedad peruana útil á la Patria de cuyos esfuerzos tiene derecho a esperar mucho la prosperidad de la República, hoy sobre todo que la paz se encuentra afianzada mediante los esfuerzos del ínclito General Cáceres y la designación que los pueblos han hecho para sucederle en la persona de un patricio sin tacha.
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Texto e imagen publicados en el semanario "El Perú Ilustrado" núm. 172, Lima, 23 de agosto de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
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