Teodoro Peñaloza Arauco |
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 26 de abril de 1890)
El doctor don Teodoro Peñaloza que vivió como bueno honrando el foro peruano, murió como mártir de la causa de su patria, bárbaramente sacrificado por los chilenos, como veremos más adelante.
Peñaloza era natural de Huancayo, y desde niño supo distinguirse por la decisión literaria y su porte caballeresco. Hizo sus estudios preparatorios en el colegio del expresado Huancayo bajo la dirección del Dr. Salazar, y después fué enviado á esta capital por sus padres, ingresando á Guadalupe, donde dió repetidas pruebas de su contracción y talento notable, cualidades que en breve lo hicieron alumno del convictorio Carolino; allí, á los 23 años de su edad, recibió el diploma de Abogado, y ávido de atesorar conocimientos, abrazó también la carrera médica logrando cursar cuatro años de los penosos siete que exige el Reglamento. Pero, asuntos de familia lo llamaron á su país natal, viéndose forzado á abandonar la medicina y consagrarse únicamente á la profesión de abogado, que la ejercía con brillo, cuando estalló la guerra con Chile.
Entonces la juventud peruana sin distinción de clases fué al cuartel en demanda del rifle y el morral del soldado raso, y el Dr. Peñaloza de los primeros. El batallón «Concepción» de Jauja compuesto de la flor y nata del Departamento de Junín, hizo al Dr. Peñaloza su 3er. Jefe y en esta clase peleó en las jomadas de San Juan y Miraflores donde fué gravemente herido, pues un fracmento de metralla casi le destrozó un pié dejándolo fuera de combate, y con el alma profundamente enferma por los desastres que siguieron para esta Patria adorada, por la que derramó su sangre.
Retirado á Huancayo, vivía en una hacienda de su propiedad llamada Huamanccacca, cuando se extendió por allá la avalancha chilena que no esterilizaba el terreno como el caballo de Atila, sino que iba como la llamarada del incendió devorando cuanto tenía vida para dejar en pos de sí las cenizas de los indefensos y los escombros de las poblaciones.
Uno de los tíos del Dr. Peñaloza, que hoy ocupa una silla en la metropolitana como Canónigo, era buscado por los chilenos para sacarle cupo, y no siendo él hallado, la zaña se estrelló contra don Teodoro al que, el día 18 de Abril de 1882, cerraron con llave en una habitación y pegaron fuego á la casa.
La madre y la hermana de Peñaloza que hasta ese momento permanecían ocultas en el interior, justamente aterrorizadas por la llegada de los enemigos, salieron dando alaridos, pidiendo misericordia y ofreciendo dar toda su fortuna; pero ambas fueron fusiladas y sus cadáveres arrojados á la hoguera donde pereció el valeroso joven abogado Teodoro Peñaloza, cuyo martirio recordaremos, colocando su retrato en nuestra galería de notabilidades y escribiendo su nombre al lado de los de Leoncio Prado y Miguel Emilio Luna.
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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 155, Lima, 26 de abril de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 155, Lima, 26 de abril de 1890.
Saludos
Jonatan Saona
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