Eulogio Villarreal |
Del ala derecha del Ejército chileno
1ª compañía de la 1ª brigada.-
Campamento de Dolores, Noviembre 20 de 1879.‑
Señor comandante del regimiento:
El día 19 del presente, al llegar con la batería de mi mando a este campamento, el capitán don Emilio Gana me comunicó la orden de subir con la batería al cerro de la Encañada y tomar colocación a la derecha del ejército. Colocada la batería en puntos que dominaban las posiciones enemigas, esperé el momento oportuno para hacer romper el fuego. A las 3:30 P.M. hice los primeros disparos sobre una columna de caballería que, retirándose del centro del campo de batalla, trataba de reorganizarse.
Nuestros tiros produjeron en ella la más completa dispersión. A las 4, próximamente, rechazamos, junto con la batería del capitán Wood, situada a mi izquierda, un número considerable de tropa enemiga que, dispersa en guerrilla, intentó pasar por nuestro frente a distancia de 4.000 metros para atacarnos por el flanco derecho o tomar posesión de la aguada de Dolores.
Después nuestros fuegos fueron dirigidos a las columnas enemigas que avanzaban a nuestras posiciones, las cuales no tardaron en dispersarse.
Durante el tiempo que demoraba otra columna en llegar al alcance de nuestros cañones, los disparos de la batería eran dirigidos a las tropas que, desorganizadamente ya, atacaban el centro de nuestro ejército; éstas se retiraban entonces con precipitación y continuaban sus fuegos ocultos y desde una distancia tal que sus tiros no podían ofendernos.
Continuamos en estas operaciones hasta las 5:30 o 6 P. M., hora en que el enemigo se retiró en completa derrota. Las distintas distancias a que hice fuego, variaron desde 3.000 metros, que corresponden a 10 grados 7 líneas de alza, hasta tirar a toda rosca. No pude utilizar las ametralladoras porque jamás el enemigo se acercó a la distancia de 2.000 metros, que es su mayor alcance, exceptuándose algunos poquísimos soldados que avanzaban ocultándose, pero que no podían causar alarma.
Los señores oficiales y tropa cumplieron con su deber. El soldado José Fernández recibió una grave herida de bala en el brazo izquierdo. Las municiones consumidas las relaciono separadamente. El material sin novedad.
Dios guarde a V. S. E.
Villarreal.
"Este capitán se portó perfectamente." (anotación de José Velásquez)
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Saludos
Jonatan Saona
FUE EL SEGUNDO CHOQUE ,LUEGO DE PISAGUA.EL ATAQUE DE LOS ALIADOS FUE EN DESORDEN, PRECIPITADO POR EL CAPITÁN PERUANO VIVÁR, QUE MURIÓ EN LA ACCIÓN.SE ESPERABA QUE LA LUCHA SERÍA AL DÍA SIGUIENTE, PERO CUANDO AMANECIÓN , NO HABÍA NINGÚN EJÉRCITO ALIADO.SE HABÍAN RETIRADO A TARAPACÁ.
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