Ica protesta

Protesta de Ica contra Chile

ICA

Prefectura del Departamento de Ica.

Ica, Marzo 27 de 1879.

Señor Director de Gobierno:

Sumamente satisfactorio lo es a esta Prefectura, cumpliendo con la voluntad popular esplícita manifestada, elevar a US. el oficio i el acta adjuntos; i por ellos, el Supremo Gobierno se convencerá, una vez mas, de la ilustración i patrióticos sentimientos de los hijos de Ica.

Sean cuales fueren las emerjencias del porvenir, esté seguro el Jefe del Estado, que los habitantes del departamento de mi mando, no serán los últimos en cumplir los sagrados deberes que la patria les impone.

Dios guarde a US.

José M. Martínez.

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Ica, Marzo 26 de 1879.

Honrado por este patriota pueblo para presidir el comicio público que se verificó el día 23 del presente mes, y habiéndose decidido en él que el acta orijinal se pusiese en manos de US. para que, por tan digno conducto, fuese dirijida al Excmo. señor Presidente de la Nación, Jeneral don Mariano Ignacio Prado, me es grato remitir a US. en pliego aparte, coa la presente comunicación, aquel importante y patriótico documento.

Dios guarde a US.

Manuel Paulete.

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ACTA

En la ciudad de Ica, capital del departamento, a los 23 días del mes de Marzo de 1879, se reunieron en comicio público en la plaza de Armas, los ciudadanos que suscriben, con el objeto de protestar de la escandalosa agresión de las fuerzas chilenas a la República de Bolivia, aclamando para presidir el acto al doctor don Manuel Paulete, i nombrado secretario a don Miguel Zuñiga Freyre; el señor Paulete, en un elocuente i expresivo discurso, rebosándole ideas altamente patrióticas i del mas ferviente americanismo, manifestó el propósito con que allí se habían congregado.

En seguida el Doctor don Manuel Pablo Olaechea ocupó la tribuna i después de una brillante i animosa peroración, presentó las siguientes conclusiones que fueron acojidas i aceptadas con unánime aclamación:

El pueblo iquiqueño congregado en comicio público;

Considerando:

Que la sorpresiva e injustificable agresión de las naves i ejército chilenos a la República de Bolivia, es no solo un ultraje a esta nación hermana, sino que entraña también un reto a los demás pueblos latino-americanos;

Que Chile, hollando, como lo ha hecho, los mas sagrados principios del derecho de jentes, rompiendo con la tradición histórica i la solidaridad de los pactos que han ligado i deben ligar, por conveniencias propias, el grupo de nacionalidades sud-americanas, se ha separado espontánea i escandalosamente de la comunión de principios que las identificaban;

Considerando: que dejar a Chile que consume el crimen de conquista, crimen que pretende atenuar con el nombre de reivindicación de posesiones i territorios que jamás le pertenecieron, sería permitir la lejitimación de un funestísimo precedente, que autorizaría siempre al mas fuerte para desmembrar al mas débil;

Que el prevalecimiento de tan abominable principio, sería el desgarramiento de los vínculos que hoi unifican a los pueblos del Continente;

Considerando: que las tendencias absorbentes de Chile, que ayer no mas intentó estender su predominio por el Sur, hasta los helados términos de la Patagonia, i, hoi por el Norte hasta las márjenes del Loa, irán cada día en progresión, si las naciones convecinas no enfrenan su voraz ambición;

Que una vez dueño absoluto de la rica costa boliviana, no vacilaría en asaltar los veneros de riqueza que guarda nuestro litoral de Tarapacá, so cualquier pretesto, tan pronto como la preponderancia de sus fuerzas se lo permitiesen;

Considerando, en suma, que el bienestar, paz i engrandecimiento de los pueblos de este Continente, exijen que Chile quede encerrado en los límites que le designa inexorablemente el uti posidetis de 1810,

Resuelve:

1.° Protestar, como solemnemente protestamos de la escandalosa invasión de las tropas chilenas a la República do Bolivia, i manifestar nuestra fervorosa adhesión a la causa de este pueblo hermano, con el firme propósito de sostenerlo en la actual emerjencia con todos nuestros esfuerzos.

2.° Ofrecer al Supremo Gobierno, como ofrecemos, nuestro continjente personal i el de nuestras escasas fortunas, para el caso, no dudoso ya, de que el Perú por honra propia i por la integridad de una nación amiga, i en nombre de la América entera, deba llevar sus armas contra el invasor hasta espulsarlo de Bolivia, con terrible escarmiento para él i como ejemplo imperecedero para el porvenir.

3.° Elevar la presente manifestación al Supremo Gobierno por conducto del ilustrado señor Prefecto del Departamento.

Después de aprobadas con clamoroso entusiasmo las memoradas conclusiones, hicieron uso de la palabra los señores doctor don Felipe Bracamonte, don Manuel Sobrino, don Belisario Pedraza, don Escolástico Gutiérrez, don Doroteo Salcedo, don Octavio Bernaola i don Miguel Zúñiga Freire.

Dándose por terminado el acto, firmaron.

—Manuel Paulete, Presidente.—Miguel Zúñiga Freire, Secretario.—Felipe Bracamonte.—Zenobio Amador.—Manuel Robles A.—Manuel P. Olaechea.—Belisario Pedraza.—Lorenzo P. Zorrilla.—M. Sobrino.

—(Siguen las firmas).

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Saludos

Jonatan Saona