Concepción protesta

Protesta de Concepción contra Chile 

"CONCEPCIÓN.

Presidencia del meeting de Concepción.

Concepción, Abril 14 de  1879.

Excmo Señor:

Hacen 29 días que este vecindario, honrándome con su presidencia, se reunió entusiasta para formular la adjunta acta, en que se pedía la declaratoria de guerra a la insidiosa Chile.

Si entonces parecía presunción, que una ciudad, apenas capital de distrito, fuese el heraldo de la guerra, hoi que el correo nos acaba de anunciar que aquella Fenicia, de bastardo abolengo, se ha atrevido a declarárnosla, Concepción se presenta ante V. E. con el comprobante de que al primer asomo de peligro para la patria, ofrecía i preparaba su contingente íntegro.

Sírvase V. E. aceptar las nobles aspiraciones de este pueblo a la par que las seguridades de mi alta estima.

Dios guarde a V. E.

Luis M. Duarte.

Al Excelentísimo señor Presidente Jeneral don Mariano I. Prado."

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"ACTA

En la ciudad de Concepción del Perú, reunidos sus habitantes en comicio, el 14 de Marzo de 1879;

Considerando:

Que entre las destempladas manifestaciones del pueblo chileno, desde la conducta imprudente i temeraria de su Gobierno en el litoral boliviano, se ha perpetrado innoblemente el ultraje a nuestro escudo nacional;

Que esa ofensa gratuita no es solamente de los rotos, sino de su prensa periódica que ex-abrupto ha estado rejistrando los escritos mas procaces contra la dignidad nunca desmentida, de la nación peruana;

Que una actitud indecisa de parte del Perú en el conflicto chileno-boliviano es un amago contra nuestra integridad territorial, por cuanto la cancillería de Santiago, sin mas ideal que el lucro, al perpetuarse en las costas de Antofagasta, no podría contenerse ante la vecindad halagüeña de las salitreras de Iquique; i al fin, cediendo a ese móvil tradicional para avanzar fronteras, lanzaría en época no remota, otra furtiva cruzada, al abrigo de la misma falacia que ha empleado con Bolivia de tener en nuestras salitreras del Sur brazos i capitales de sus compatriotas que parecen esperar famélicos, el cumplir la consigna de malear el hospedaje que se brinda, en hora aciaga, a los chilenos;

Que en circunstancias tan supremas, es un deber del Perú, colocarse en el camino de la previsión, como el centinela avanzado del equilibrio americano;

Que a este honroso puesto está ya llamado el Gobierno peruano por el ódio remarcado de los chilenos, demostrado por la ofensa gratuita del 4 del presente, cuyo castigo no puede realizarse en Chile por ser imposible la condena en los tribunales de aquella nación de una numerosa turba inconsciente, máxime cuando allá háse generalizado ya, bajo el manto de la impunidad, el insulto contra el Perú por los voceros de la prensa i los sicarios de su populacho;

Que no merece fe la promesa de su Gobierno de castigar aquel atentado, cuando ha violado su palabra solemne i escrita de los tratados con Bolivia, faltando a los preceptos mas triviales del derecho internacional i desenmascarándose ante el mundo civilizado, de no tener palabra oficial;

I considerando, por último, que la opinión pública en todas sus espresiones i en todos los ángulos de la República, acentúa la guerra a Chile, como un recurso girador del equilibrio continental i aun mas como una medida de conservación de nuestro territorio, lanzados a la arena por el mismo Chile, donde tenemos i debemos levantar alto nuestro pabellón ultrajado, en justo desagravio de la inaudita ofensa que han consumado contra los fueros de la civilización i los principios tutelares de la amistad i concordia de las naciones;

En mérito de lo espuesto,

Concepción protesta

de que la guerra a Chile se postergue, cuando están de por medio el honor i la integridad del Perú.

I pide:

Que el Supremo Gobierno, apenas concluida la negociación inoficiosa del Plenipotenciario Lavalle, la declare en forma.

I ofreciendo:

Que todos los habitantes de Concepción están espeditos para dar el continjente de sus vidas e intereses en el presente conflicto,

Declara Concepción:

Que se une a la voz i a la voluntad de todos los pueblos que ven herida alevosamente la dignidad nacional, i en peligro la inmunidad de las repúblicas sud-americanas.

I lo firmamos, acordando que por quien convenga se ponga en manos del Supremo Gobierno el acta orijinal i se publique.

—Luis M. Duarte. —Juan E. Valladares.—Andrés Avelino Salazar y Ramos, síndico de rentas.—Manuel Femando Valladares.—Hipólito Guevara.—Juan de Dios Salazar.—(Siguen las firmas.)"

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Saludos

Jonatan Saona