En Arequipa ha fallecido el señor Don Héctor Harvey, caballero de altos merecimientos que empezó su carreras siendo alumno distinguido de la Escuela Naval, i sirvió luego en la corbeta "Unión" á órdenes del capitán de Navío D. Nicolás I. Portal.
Al declararse la guerra con Chile asistió, á bordo de la "Unión", al combate de Chipana i más tarde á los bombardeos del Callao por la Escuadra Chilena; en uno de ellos i al dar una voz de mando bañó con su sangre uno de los cañones que tenía á su cargo, accidente que le ocasionó una enfermedad que lo obligó á abandonar temporalmente el servicio. Pero su patriotismo no podía permanecer tranquilo; tras breve descanso en la sierra, regresó á Lima i obtuvo el puesto de ayudante de la mayoría de órdenes del Callao.
Nuevamente sus jefes le obligaron á reparar su salud i después de unos meses de convalescencia vino á Lima, i como ya las fuerzas navales no existieran, trabajó hasta conseguir ser nombrado instructor del fuerte de San Bartolomé, á órdenes del Capitán de Corbeta Don Federico Palacios, Coronel de la Reserva, entonces; allí trabajó en la reforma de varios cañones Voruz i Vavasseur logrando darles mayor alcance, contribuyendo á contener desde allí el avance chileno en el llamado reconocimiento de la Rinconada.
Asistió desde el referido Fuerte á las batallas de San Juan i Miraflores a pesar de los reiterados ruegos de sus jefes i su familia para que atendiera á su salud que, cada vez más comprometida por las exigencias del servicio, decaía día á día; pero se negó rotundamente, mientras creyó útil á su patria el pequeño contingente de sus servicios i sólo cuando se convenció delo irreparable de nuestra pérdida, después de inutilizar los cañones de su cargo, se dirigió á Jauja al día siguiente de la ocupación de Lima por el Ejército Chileno; allí prestó sus servicios en el ejército del Centro i luego desempeñó durante diez años la Capitanía del Puerto de Santa.
Fué trabajador infatigable, siendo la nota saltante de su carácter la rectitud de conciencia i la corrección que empleó en todos los actos de su vida, cualidades que le conquistaron el afecto de todos.
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Revista "Actualidades", Lima, 2 de diciembre de 1905.
Saludos
Jonatan Saona
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