Estado Mayor de la 5º División
Condo, Diciembre de 1879
Al señor Coronel 1° Jefe del Escuadrón de Franco-Tiradores, Coronel Rufino Carrasco
Señor Coronel:
El señor Comandante General de la 5º División ha oído, con profundo agrado la lectura del parte que con fecha 6 de corriente ha pasado usted a este Estado Mayor. Tengo orden de felicitar á U. por el buen éxito que han alcanzado nuestras armas en el encuentro de 6 de diciembre y prevenirle que sin demora alguna se retire U. á San Cristóbal, porque hay inminente peligro de que el enemigo corte la retirada de U.
Con este motivo, tengo el agrado de felicitar a U. y á cada uno de los jóvenes que forman el Escuadrón de Franco-Tiradores, como su atento y S.S.
(Fdo) Francisco Benavente
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Respuesta de R. Carrasco a la felicitación
Escuadrón Franco-Tiradores.
San Cristóbal, Diciembre 27 de 1879
Al señor Jefe de Estado Mayor de la Quinta División S.J. de E.M.
Con mucha satisfacción he leído su estimable oficio de 19 del presente, en el que se sirve U. felicitarme a nombre del Comandante Gral. de la División y de U. y por mi órgano al Escuadrón Franco-Tiradores por el hecho de armas de 6 de corriente en el punto de Tambillo.
Para mi Sr. Jefe de Estado Mayor no tiene tanto mérito ese hecho, cuanto el haber hecho una marcha esforzada y feliz por haber llegado al pueblo de Chiu Chiu sin ser sentido por el enemigo y ponernos a siete leguas de distancia de fuerzas mui superiores en número que contaban con ametralladoras y cañones, 600 hombres de infantería, 80 cazadores y 300 rotos armados todos de rifles. Permanecí con el Cuerpo de mi mando 26 horas en dicho pueblo, resuelto a resistir cualquier ataque.
Una circunstancia imprevista hizo variar mi plan y marché resuelto a atacar una fracción de fuerzas invasoras que guarnecían la Capital de Atacama, de cuyo resultado ya tiene U. conocimiento.
Sabedor de que debían llegar fuerzas enemigas de Calama y Caracoles por distintos rumbos, siempre en número mui superior, como punto estratégico, me retiré a 8 leguas al punto de Toconao para atraerlos al campo raso y por medio de una sorpresa batir esas fuerzas; obligado por la escases de víveres para la subsistencia de las fuerzas de mi mando, falta de forraje para las bestias, resolví hacer mi retirada el 14, como que en efecto, salí ese día a la una p.m. después de que llegaron el 13 a Atacama de 500 a 600 chilenos mencionados pueblos de Caracoles y Calama.
Mi objeto, hasta que estas fuerzas llegaran a la Capital de Atacama, fue ocasionar al enemigo gastos ingentes, como así fue, movilizando sus fuerzas en todo el Litoral; haciendo venir más fuerzas todavía de caballería del puerto de Tocopilla. Ese enemigo cobarde que contando con 200 soldados entre Calama y Caracoles y Carmen Alto no se atrevió a atacarme en los 12 días que permanecí en posesión de la Provincia de Atacama, recorriendo su línea por distintos puntos.
Salí pues del Valle de Toconao como le tengo dicho el 14 a la una p.m. por caminos extraviados sin recursos suficientes. En una marcha penosísima de diez días, tuve el sentimiento de dejar 26 bestias en el trayecto: pasamos cuatro días sin tomar una cucharada de caldo pero siempre resignados y perseverantes, sobreponiéndonos a todas las penalidades y privaciones consiguientes a la campaña.
El 23 arribé a esta Capital con el Cuerpo a mi mando en número de 97, habiendo salido de aquí el 24 de noviembre con 69 hombres incluso el suscrito, y tuve la satisfacción de dar cuenta de la honrosa comisión que se me había confiado al Sr. Comandante General de la Frontera del O.E. de la Republica, después de haber recorrido 200 y tantas leguas en todo el tiempo que estuve separado de la fuerzas existentes en esta Capital. Temo distraer sus grandes atenciones y omito más detalles.
Hoi por disposición del Sr. Comandante General de la Frontera de O. E. salgo con el Cuerpo de mando a la quebrada de Estarca para restablecer la caballada, que se encuentra en lamentable estado, dejando en esta capital 25 rifleros montados por orden del expresado Comandante General O.E. tengo el sentimiento de anunciar a U. que en cuarenta días de las fechas, estando mui bien comida, la caballada no podrá prestar servicio recién.
Sírvase Sr. Jefe de Estado Mayor, dar lectura de este oficio al Sr. Comandante General de la División y manifestarle a nombre mío y del Escuadrón Franco-Tiradores, nuestra profunda gratitud por la felicitación que se ha dignado hacernos.
Con este motivo, tengo el agrado de ofrecer a U. mis consideraciones de estimación y respeto.
Dios guarde a Ud.
Rufino Carrasco
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Carrasco, R. "Manifiesto del Coronel Rufino Carrasco sobre la espedición al litoral boliviano en 1879" La Paz, 1880.
Saludos
Jonatan Saona
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