Pío Guerrero |
Guarnición de la isla San Lorenzo
Setiembre 16 de 1880.
Señor Mayor de Ordenes:
Tengo el honor de dar cuenta a usted que anoche como a la se avistaron lanchas que conducían tropas de desembarco a esta isla.
Los centinelas de las avanzadas del muelle i caleta de norte no pudieron dar aviso oportunamente, a consecuencia de estar la noche mui brumosa, sino cuando estaban ya mui próximas a la playa.
Reuní la guardia del muelle i caleta del norte para poder impedir el desembarco, pero ya los enemigos me cortaban en camino, por encontrarse en línea de batalla en tierra, entonces procedí tomar un punto mas adecuado para combatirlos, pero sin dejar de contestar los fuegos enemigos.
Después de oír varios disparos de cañón por los buques de ronda de nuestra escuadra, ordene al sargento 1ro José Chávez, avansase con cuatro individuos a reconocer el antiguo puerto, encontrándolo ya desalojado, por el enemigo, regrese con toda nuestra pequeña fuerza.
No he tenido bajas en el cuerpo de mi mando.
No concluiré señor, sin hacer una pequeña recomendación de la tropa que tengo a mis órdenes, se han portado con valor i patriotismo, resueltos a defender su puesto hasta el ultimo momento.
En cuanto puedo decir a usted, sobre el particular.
Dios guarde a usted.
RAMON OLAVE.
Señor Mayor de Ordenes de la Escuadra.
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Comandancia de la Guarnición de la isla San Lorenzo
Isla de San Lorenzo, Setiembre 17 de 1880.
Señor:
Tengo el honor de dar cuenta a V. S. de las novedades ocurridas desde las 12 M. del día de ayer a igual hora de hoi.
Minutos antes de la 1 A.M., una lancha a vapor enemiga se acercaba en la dirección del fondeadero que ocupa nuestra escuadra, cuando fué reconocida por una de nuestras lanchas a vapor do ronda, al mismo tiempo que yo hacia al buque de la insignia las señales del caso.
Momentos después dos lanchas mas a vapor, al parecer remolcando botes con tropas de desembarco, se avistaron desde la isla viniendo a reforzar a la primera, que contestaba ya los fuegos de la Fresia i del Princesa Luisa.
Previendo el caso de un desembarco, envié inmediatamente al sub-teniente Quiroz al mando de un piquete de tropa con el objeto de evitarlo i de protejer a la Guacolda en caso necesario, ayudado por la avanzada que hai apostada en ese lado.
Yo entretanto, con el sub-teniente Olave i el resto de la tropa colocado convenientemente, esperé que se presentara la oportunidad de atacar al enemigo.
A la 1 A.M., estando una de las lanchas enemigas a tiro de rifle, ordené hacerle fuego, que fué sostenido por mi parte solo durante tres minutos, porque observé que inmediatamente después de contestarlos la lancha se retiró, quedando fuera del alcance de rifle.
Los pocos disparos que me hizo el enemigo quedaron cortos en su mayor parte i no ocasionaran ninguna desgracia personal en la tropa de mi mando.
A la 1.30 A. M. los enemigos, perseguidos de cerca por nuestra lancha porta-torpedos Fresia,, se retiraban desapareciendo poco después todo peligro para la isla.
Durante el tiroteo se consumieron 200 tiros de rifle.
La conducta observada por los señores oficiales e individuos de tropa de la guarnición no me dejó nada que desear.
Es cuanto puedo decir a V. S. en cumplimiento de mi deber.
Dios guarde a V. S.
PÍO GUERRERO B.
Al señor Mayor de Ordenes de la escuadra.
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Saludos
Jonatan Saona
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