Restos de la Dama limeña Dolores Cabero Núñez reposan junto a los de su esposo, el héroe Miguel Grau Seminario
A solicitud de la familia descendiente del Almirante Miguel Grau, el 19 de diciembre fueron trasladados desde el cementerio “Presbítero Matías Maestro” a la Cripta de la Escuela Naval del Perú, los restos de Doña Dolores Cabero viuda del Héroe de Angamos. En el sagrado recinto, se encuentran también los restos del Gran Almirante del Perú, Don Miguel Grau Seminario, quien se inmoló el 8 de octubre de 1879 durante el Combate Naval de Angamos.
Durante el excepcional y solemne acto de inhumación de los restos de la Dama limeña Dolores Cabero, se celebró una santa misa oficiada por el Reverendo Padre Guillermo Oviedo, quien expresó: “Hace muchos años esta pareja se unió en la bendición matrimonial, hasta que la muerte los separó. Hoy, Grau en la vida y en la muerte estará unido a su esposa”.
Minutos después hizo uso de la palabra en representación de la familia Grau, el Contralmirante Fernando Grau Umlauff, quien en sentidas palabras refirió: “Hoy nos reunimos frente a la Cripta sus herederos de sangre y uniforme para rendirle el mayor homenaje y tributo al Peruano del Milenio que es traer los restos de su amada con quien se casó un 12 de abril de 1867”.
A su turno, el Comandante General de la Marina, Almirante Carlos Tejada Mera, dijo que “cuando nos referimos a nuestro máximo héroe naval, es relacionado a su formidable desempeño en las campañas navales en las que intervino y a su participación política como amante del Perú; sin embargo, cuando conocemos algo de su comportamiento, se descubre un Miguel Grau diferente como esposo amoroso, padre ejemplar y amigo fiel. Es imposible no traer a nuestras mentes la devoción y amor que él sentía por su abnegada esposa e hijos. Basta recordar que en julio de 1879, Grau, antes de partir, se despide de su numerosa familia, de ocho niños entre 11 años de edad el mayor y de pocos meses el último, pasa por la iglesia la merced y encomienda al santo padre a su familia. Él ya sabía que no iba a regresar”.
La máxima autoridad naval destacó que la señora Dolores Cabero significó para el caballero de los mares, no sólo la imagen de esposa, sino que él veía en ella a la madre y a al centro de la familia que no tuvo. Esta reflexión es válida e importante pues así nos lo deja saber el historiador Agustín de la Puente Cándamo cuando dice: “….sin duda alguna, los doce años que transcurren desde el matrimonio en la iglesia del sagrario hasta el Combate Naval de Angamos, integran el tiempo de mayor felicidad y sosiego del Almirante Miguel Grau…”.
“Es por ello, que la Marina de Guerra, ésta mañana, con esta ceremonia especial desea rendirle un tributo al Almirante Miguel Grau padre y esposo, al trasladar los restos de su viuda para que reposen junto a los de su amado esposo, convencidos de que ése hubiera sido uno de sus mayores anhelos…”
“Distinguidos invitados, a partir de hoy, jueves 19 de diciembre del 2013, yacerán en la Cripta de la Escuela Naval del Perú, los restos de Doña Dolores Cabero viuda de Grau, esposa y madre ejemplar; quién no sólo amó intensamente a nuestro héroe, sino también supo comprender, inspirar y apoyar al marino alejado de su hogar, durante el cumplimiento de su deber”.
Seguidamente, el Ministro de Defensa Pedro Cateriano Bellido destacó que la Marina de Guerra del Perú renueva, a través de este acto lleno de simbolismos, su compromiso de rendirle tributo al héroe. ¡Esta mañana sin duda marcará a la Marina, al Perú y a todos los peruanos de bien!.
La ceremonia contó con la presencia de autoridades navales, representantes de instituciones a fines a la Marina de Guerra, descendientes del Almirante Miguel Grau, entre otros.
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Tomado de la web de la Marina de Guerra del Perú
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