Luego de irse el emisario chileno don Ramón Espech, Ladislao Cabrera dirige una proclama al pueblo de Calama, informando de su situación y de la necesidad de prepararse para combatir.
"Conciudadanos:
Os debo una explicación del objeto que ha traido el parlamentario que acabáis de ver regresar al ejército enemigo que ocupa el mineral de Caracoles.
Ha venido a intimarnos la rendición de la plaza, y la entrega de nuestras armas. Conociendo yo vuestro abnegado patriotismo y vuestro incontrastable valor, he contestado; que defenderemos hasta el último trance la integridad del territorio de Bolivia.
Bien sabéis que Chile, en la guerra que nos hace, no tiene otro recurso que la superioridad numérica de sus fuerzas. Con esa superioridad se apoderó de Antofagasta y Caracoles y pretende ahora, que ante esa superioridad numérica, entreguemos las armas que hemos empuñado para defender la Patria. Que sepa Chile, que los bolivianos no preguntan cuantos son sus enemigos, para aceptar el combate.
Compañeros:
En cuanto a mi, no acostumbrado a la guerra es posible que no esté a la altura de vuestra situación. Os conjuro a que me matéis, si en los momentos del peligro me vieseis flaquear. Mas si las balas enemigas caen sobre mi, tendréis una doble obligación; defender la Patria y vengar la sangre de
Vuestro Jefe y amigo
Ladislao Cabrera
Campamento en “Topater” – Marzo 16 de 1879."
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Saludos
Jonatan Saona
¿Y, lo mataron sus compatriotas, o se arrancó?
ResponderBorrarAntes que mataran a Avaroa ya iba huyendo a toda velocidad hacia San Pedro de Atacama, rodeado de los combatientes bolivianos que juraron defender su territorio hasta el último trance.
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