Juan Norberto Eléspuru

Juan Norberto Eléspuru

El General Dn. Juan Norberto Eléspuru

El reloj del tiempo, en su caminar interminable, nos ha señalado el día 26 de Octubre la centuria del nacimiento del ilustre varón llamado Juan Norberto Eléspuru y de Lazo.

La niñez, la adolescencia, la juventud, la madurez de esta vida admirable, se deslizaron sucesivamente sobre campos frondosos, donde fecundasen su inteligencia, su talento, su inmutable prestancia y su muy respetable prestigio.

Nieto del heróico y Benemérito Gran Mariscal del Perú D. Juan Bautista Eléspuru, e hijo del dignísimo Coronel D. Norberto Eléspuru, heredó la vocación de las armas, que las lució al Sol esplendoroso; y de su señora madre, la inspirada matrona Doña Juana de Lazo de Eléspuru, recibió el lega do preciosísimo del envidiable tesoro de la elocuencia, cuya cultura literaria lo llevó hacia puntos realmente culminantes.

Su vocación lo arrastró, casi un niño, a seguir la carrera de sus padres, y en la Escuela Militar lo recibió el Director de ese plantel Cap. de Navío D. Juan José Panizo, el año de 1859, de donde sale consagrado de Sub- Teniente de Infantería de Ejército en el año de 1862.

Desde aquí comienza la trayectoria brillante de su carrera , dirigido por Jefes como Rivarola y Velarde, Generales de nuestro Ejército después. Asoma el peligro de nueva pretendida dominación española, y está a las órdenes del heróico Coronel José Gálvez, Ministro de Guerra del gobierno de la Dictadura, en la Torre de La Merced , el 2 de Mayo de 1866, donde resulta herido y es sacado de los escombros de la legendaria Torre, siendo por eso declarado Benemérito a la Patria en grado heróico, con derecho a las medallas otorgadas a los Vencedores, cuando ostentaba ya la clase de Sargento Mayor.

Restablecido de sus heridas y apto nuevamente para continuar en el servicio, lo vemos cerca del Gran Mariscal D. Antonio Gutiérrez de la Fuente, del General D. Tomás Gutiérrez y del General La Cotera, en actuaciones destacadas en este lapso, entre otras la de Juez Instructor Militar y Vocal de la Junta Examinadora de Oficiales.

Fue fundador y redactor, en el año 1873, de la "Revista Militar", desde cuyas páginas provocó interesantes concursos profesionales, haciendo de ese órgano una publicación especializada altamente meritoria.

Surge luego como Sub- Director de la Escuela Militar, de la que fuera Director el Coronel D. José Castañón, encargándose de dictar, por primera vez en el Perú, los cursos de Arte y Administración Militar. Al llegar los momentos tremendos de la contienda del 1879, el ya Coronel Eléspuru tiene adquirida una sólida reputación, que lo lleva al ejercicio del cargo de Sub -Secretario de Guerra, a órdenes directas del Jefe Supremo Piérola, habiendo concurrido a las Batallas de San Juan y Miraflores, como Jefe del Cuerpo de Señales del Ejército, en esa desesperada defensa de nuestra Capital.

Prosigue la odisea del Coronel Eléspuru durante la guerra, en la que llega a ser prisionero del enemigo, siendo canjeado y reincorporándose a sus actividades de patriota y de soldado, que lo llevan a prestar su valioso contingente al Contralmirante Lizardo Montero y al General Cáceres, a cuyas órdenes desempeña importantes misiones hasta el término del conflicto.

En la era de la paz, que es la de la reorganización, el Coronel Eléspuru, con un selecto grupo de Oficiales y Profesores, ejerce brillantemente la Dirección de la Escuela Militar, que por aquel período fué después conocida como la "Escuela de Eléspuru", de cuyas aulas egresasen magníficas y bien dotadas promociones, base verdadera de la transformación operada más tarde con la influencia y el trabajo de la Misión Militar Francesa.

Tanto en los cargos militares, como en los trabajos literarios y en los profesionales, como Maestro, como soldado, como Jefe, y hasta como político y hombre de Estado, ejerciendo la Senaduría por Huánuco y la Diputación por Huamalíes en distintos períodos, Eléspuru alcanza figuración de primer orden y llega, por méritos propios e indiscutibles al alto grado de General de Brigada, en el año de 1907. Jerarquía en la cual desenvuelve el que había de ser el último tramo de su fecunda y ejemplar vida, ya ejerciendo las funciones de Ministro de Guerra, o ya representando al país en el extranjero con insuperada brillantez, o ya, en el seno de nuestra Benemérita Sociedad, presidiendo por reiterada vez sus destinos, en administraciones que han sido siempre recordadas por quienes tuvieron la suerte de hallarse en ellas y se deleitaron escuchando sus discursos, plenos de erudición, de sabor clásico, de tono sencillo y elocuente de auténtico, de efectivo Maestro. Cosa que fué siempre, como fué también gran señor y modelo de patriotas. Cualidades que le concitaron la reverente admiración de quienes fuimos sus discípulos, y en esta oportunidad le testimoniamos nuestro más caro y afectuoso homenaje.

General, José Luis Salmón.

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"Revista de la Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria" Año IV n° 19, Octubre-Diciembre. Lima, 1946.

Saludos

Jonatan Saona