Manuel Odriozola

Manuel Odriozola

Manuel Odriozola
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 07 de julio de 1888)

Cuando en nuestro número anterior dijimos que el destino parecía ensañarse en arrebatar al Perú uno tras otro sus mejores hijos, no creíamos, como sucedió, que aún en prensa nuestro semanario, una nueva y dolorosa pérdida viniera tan en breve á confirmar esa triste aserción. Con el intervalo de doce días, Lima, representada por su mejor sociedad, por sus más ilustradas y respetables instituciones, ha hecho dos veces ese triste camino de la morada del olvido, para dejar en ella los restos de dos distinguidos ciudadanos, cuya falta es ciertamente irreparable.

Y así como en la semana última, hoy nos vemos en la dolorosa precisión de alterar el orden que nos habíamos propuesto seguir en la publicación de nuestra galería de notabilidades peruanas, para exhibir enlutado el retrato de un compatriota que, en nuestro concepto como en el de todos, reunía cualidades tan valiosas para el porvenir, como era grande ya la suma de sus servicios al país.

El doctor don Manuel Odriozola, que baja al sepulcro antes que su anciano y distinguido padre, en su larga carrera pública ha hecho brillar sus dotes no sólo en la Medicina; como alto funcionario público, en la cátedra y en los bancos de la Representación Nacional, ha sido igualmente notable, manifestando en todas partes su inteligencia, su vasta erudición, sus ideas rectas, severas é inspiradas siempre por el más vehemente afán en bien del progreso del país y del lustre de sus más nobles instituciones.

En la sección de costumbre, que por hoy cedemos á mejor pluma que la nuestra, verán nuestros lectores el resumen de la honrosísima hoja de servicios de un distinguido facultativo.

¡Que el doctor don Manuel Odriozola haya paz en su tumba, que sus deudos encuentren un lenitivo á su profunda pena en el recuerdo de los méritos del que deje de ser y en la justicia hecha á su memoria y que la fatalidad no siga privando tan violenta y prematuramente á nuestra patria de sus más preclaros hijos!...

Dr. D. Manuel Odriozola

El Dr. Odriozola nació en Lima el 26 de Marzo de 1826; fué hijo legítimo del Coronel veterano de la Independencia D. Manuel Odriozola, antiguo Director de la Biblioteca Nacional, y compilador de importantes documentos de la historia patria, y que sobrevive al facultativo cuyo fallecimiento deploran con justicia la ciencia médica en el Perú y la nación entera.

Hizo el Dr. Odriozola sus estudios en el Colegio de San Fernando, al que ingresó á principios de 1844. En 1846 comenzó su instrucción médica, después de haber concluido humanidades con sobresaliente éxito, pues en mérito de su aprovechamiento había alcanzado la especial distinción de ser agraciado con una pensión de merced pagadera por el Tribunal del Consulado.

A la vez que hacía sus estudios profesionales, regentó dos cursos de Matemáticas puras sucesivamente, primero el de Cálculo y el de Geometría después.

En 1849 se le nombró Vice-Rector del Colegio, continuando como profesor de Matemáticas, hasta el 16 de Febrero de 1851, en que, ante la Junta Directiva de Medicina de esa época que reemplazó al antiguo Protomedicato, rindió las pruebas respectivas para merecer el título de médico y cirujano, y cuando ya era bachiller en Filosofía de la Universidad de San Marcos.

En 1852 fué secretario de la Junta Directiva de Medicina; en 12 de Setiembre de 1856 se le nombró catedrático de Patología interna en la nueva Facultad creada en esa fecha; curso que ha regentado hasta su fallecimiento.

Cuando en 1861, el Dr. D. Miguel de los Ríos, por fallecimiento del inolvidable Dr. D. Cayetano Heredia, fué elevado al Decanato de esa Facultad, propuso al Dr. Odriozola como uno de sus adjuntos

y fué aceptado como tal por unanimidad de votos.

El General D. Ramón Castilla en 1860 le nombró Cirujano Mayor de Ejército, en cuya clase prestó sus servicios en el Hospital de San Bartolomé hasta 1864. También había sido medio del Hospital de Santa Ana, desde el año de 1856 hasta el de 1858.

El 5 de Febrero de 1875 fué designado por el Presidente constitucional de la República, para el desempeño del Ministerio de Justicia, Instrucción, Beneficencia y Culto, en cuyo puesto prestó importantes servicios á la Instrucción pública. En esa época se expidió el Reglamento General de Distracción, conforme al cual fué elegido por la Facultad de Medicina Sub-decano de ella, habiendo merecido ser designado para el Decanato en 1881. En la elección practicada en 1886, fué también electo nuevamente para el expresivo puesto por sus compañeros y por unanimidad de votos, como en las designaciones anteriores.

Fué uno de los vice-presidentes de la Sociedad de Medicina en 1856 y miembro de la redacción de la "Gaceta Médica" por los años de 1858 y 1859.

La organización de la floreciente Escuela de Ingenieros de Lima, fué uno de sus actos como Ministro de Estado; y entre sus proyectos para mejorar la administración de justicia, hubo uno de largos alcances que no obtuvo sanción, y que iba encaminado á que fueran renovables y no permanentes los cargos del Poder Judicial.

Cuando se creó la Academia Libre de Medicina de Lima fué elegido Presidente de ella para el año que principió el 29 de Julio de 1885.

En 1886 fué repuesto en su elevado carácter de Decano.

De sus trabajos científicos los más notables son: la primera Monografía sobre la verruga andina y otra Monografía sobre la «Ozena verminosa» (gusanera de las narices.)

Formó parte de las comisiones que redactaron en 1856 el proyecto de Reglamento para la creación y organización de la actual Facultad de Medicina, junto con los doctores Rosas y Ulloa, y de las que el mismo año redactaron por encargo de la Sociedad las reformas de los Reglamentos, para el servicio de los hospitales, introduciendo el establecimiento del internado y el externado por los alumnos de la Facultad de Medicina.

Finalmente en 1886 fué elegido Senador propietario por el Departamento de Lima y á la reunión del Congreso de ese año segundo Vice-presidente de la Cámara de Senadores.

(Extracto de "El Comercio.")

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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 61, Lima, 07 de julio de 1888.

Saludos

Jonatan Saona