1 de febrero de 2019

Clorinda Matto

Clorinda Matto de Turner
Clorinda Matto de Turner
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 08 de octubre de 1887) 

—Clorinda Matto nació en la ciudad del Cuzco, antigua Capital del Imperio de los Incas, el día 11 de Noviembre de 1854, del legítimo matrimonio del señor Don Ramón Matto y la señora Doña Grimanesa Usandivaras, hija de una ilustre familia de abolengos españoles, en tiempos del coloniage.

El señor Don Ramón Matto, caballero de inteligencia é ilustración envidiables, es hijo del respetable magistrado y muy galano escritor, Doctor Don Manuel Torres y Matto, que fue Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la mencionada Capital.

A la temprana edad de siete años, pasó Clorinda por el inmenso dolor de perder á su virtuosa y amorosísima madre, que falleció el 22 de Setiembre de 1862; ingresando, poco después, al Colegio Nacional de Educandas del Cuzco, que por entonces dirigía la ilustrada señora Doña Antonina Pérez, cuya pérdida ha sido irreparable para todo aquel departamento.

En ese famoso plantel de educación hizo sus primeros estudios, distinguiéndose por su clara inteligencia y por su notable dedicación á las letras y á otros ramos que no eran de estudio forzoso en el establecimiento, tales como Filosofía, Historia Natural, Geometría, Física, Teneduría de Libros, Idiomas, etc. etc.

Siendo alumna del Colegio de Educandas, Clorinda manifestaba ya á la edad de diez años, más ó menos, su afición por la carrera del periodismo y sus notables disposiciones para el cultivo de las letras nacionales: en sus horas de recreo trabajaba un periódico manuscrito, del que era la principal redactora, despertando, de este modo, en sus más estimadas condiscípulas la afición a tán poderoso elemento de la civilización de los pueblos; y escribía, además, dramas y comedias enteramente originales, que, con amigas de la más íntima confianza, representaba en su casa, los días de vacaciones, ante un público que, como era natural, rara vez exedió de las personas de su familia.

Seis años después del fallecimiento de su señora madre, esto es en 1868, Clorinda se separaba de los claustros del colegio, para hacer en el hogar de la familia las veces de esposa y madre, dispensando sus amorosos cuidados á su respetable padre y á sus dos tiernos hermanos.

Y sus horas trascurrieron muy tranquilas y serenas; contrayéndose con tal ahínco á la lectura y al estudio de cuanto anhelaba saber, en su avidés de ilustrar su entendimiento, que llegó á adquirir una enfermedad en la vista de la que fué hábilmente curada, poco antes de contraer matrimonio con el señor Don José Turner, de nacionalidad inglesa, en 27 de Julio de 1871, dejando el hogar paterno para retirarse con su esposo á la tradicional villa de Tinta, patria de Túpac-Amaru, donde ella poseía una deliciosa Quinta, en la que, rodeada de libros, de flores, de preciosas avecillas y de todo género de encantos, se entregaba, al lado del predilecto de su corazón, á los indescriptibles goces que á el alma le proporciona el estudio de la Historia, de las Ciencias y de la Literatura.

Por entonces, sus primeros ensayos literarios ya habían visto la luz pública en "El Heraldo", "El Mercurio", "El Ferrocarril" y "El Eco de los Andes", bajo los pseudónimos de Mary, Rosario, Lucrecia, Betzabé y Adelfa; dedicándose después á escribir sus "Tradiciones Cuzqueñas", argentado filón que con maestría ha explotado en toda su plenitud y grandeza, como la única en el Perú que, entre las de su sexo, se ha consagrado al estudio serio y convenientemente meditado de la historia de su patria, pudiendo contarse sóla como porta-estandarte de la tradición incaica, desconocida aún para muchos en las mismas regiones de la República.

Las famosas tradiciones de la señora Matto de Turner, sin ser castizas como las de Palma ni amaneradas como las de Amunátegui, tampoco son bíblicas como las de Abbed-Kaid ni fantásticas como las de Hoffman; al sentir de un escritor contemporáneo, ellas tienen un sabor especial empapado en el espíritu de su época, acaso el de la poseción del idioma que les es esencialmente característico: el propio quechua del Cuzco. Estas tradiciones han sido reproducidas en periódicos extrangeros de la importancia de "El Times" de Londres y "El Correo de Ultramar" y en casi todos los periódicos literarios de las repúblicas sud-americanas; no pudiendo hacerse lo mismo con sus ensayos poéticos, que fueron los primeros trabajos literarios de la autora, porque ella hizo enmudecer obstinadamente su lira, alegando que en sus versos no podía reflejar toda la proverbial hermosura del cielo azul de su patria, la magestad imponente de los árboles seculares de sus vírgenes montañas ni algo de aquello, en fin, que extremeciendo su alma nacida para el sentimiento de lo grande y lo sublime, le abriese perspectivas infinitas para su ambición de gloria.

Sin embargo, esos versos de los catorce años que nos ha sido vedado dar á luz, son ayes tiernos y amorosos de una tórtola en las ramas de su solitario bosque.

Establecida la señora Matto de Turner en Tinta, siguió dedicada siempre al estudio de las letras, y el 8 de Febrero de 1876 fundó el precioso semanario de Literatura, Ciencias, Artes y Educación que con el nombre de "El Recreo" fué entusiastamente saludado por todos los periódicos del Cuzco y por otros de la República y del extrangero, alcanzando su publicación solo hasta el 15 de Enero de 1877, por motivos independientes de la voluntad de su ilustrada redactora.

En 1877, vino de paseo á Lima, y fué recibida y saludada, cual merecía, por la prensa de la Capital peruana; y la distinguida escritora argentina, señora Juana Manuela Gorriti, la dedicó una velada literaria de las que, por entonces, hacían el más delicioso encanto de la sociedad limeña, y á la que concurrieron los principales representantes del distinguido cuerpo literario y otras muchas personas notables que deseaban conocer á la notable tradicíonista cuzqueña.

Algún tiempo después, la fatalidad cernía sus negras alas sobre el hogar de la Sra. Matto de Turner: su digno y recomendable esposo dejaba de existir, el 3 de Marzo de 1881, legándola una fortuna quebrantada que la joven escritora se vió precisada á manejar por sí misma, practicando complicadas operaciones comerciales y realizando otras difíciles empresas industriales, con toda la fuerza de voluntad, la inteligencia y la fé de un hombre de los más versados en esa clase de negocios. Empero, su constancia para el trabajo y sus redoblados esfuerzos no bastaron para reparar la pérdida de esa fortuna; razón por la cuál se vió obligada á trasladarse, en 1884, á la ciudad de Arequipa, donde fué, durante dos años, redactora principal de «La Bolsa,» diario de grande circulación y de conocido prestigio, que hoy mismo es el decano de la prensa de aquella localidad.

Entonces coleccionó y dió á la publicidad el primer tomo de sus «Tradiciones Cuzqueñas;» en cuyo prólogo dice el castiso escritor Ricardo Palma, que la Sra. Matto de Turner es una escritora conciensuda, pues que así nos lo prueba el que rara, rarísima vez deja de citar la crónica, el documento, la fuente, en fin, de donde ha bebido, revelando conocimiento sólido de los anales de la historia patria.

Por ese mismo tiempo, escribió la Sra. de Turner su drama histórico titulado "Hima Sumac" ó «El Secreto de los Incas," que se estrenó con buen éxito en el Teatro Principal de Arequipa, el 16 de Octubre de 1884, y que se repitió varias veces, siendo objeto de merecidos aplausos. El distinguido círculo cuzqueño residente en Arequipa obsequió, la noche del estreno á la autora de "Hima Sumac" con una tarjeta de oro — honor al mérito y á la constancia en el cultivo de las letras nacionales.

En el mismo año escribió y dió á la prensa un pequeño libro titulado «Elementos de Literatura, según el Reglamento de Instrucción Pública, para el uso del bello sexo»— trabajo de reconocida importancia, para el que la autora ha consultado las obras de los principales maestros de la Literatura moderna.

Como una muestra de afecto y en homenaje de admiración por la escritora pe-ruana, el Dr. D. Rafael Sánchez Dias, Fiscal de la Corte de Justicia de Huaraz, ha publicado también dos pequeñas colecciones de las consejas tradicionales de la Sra. de Turner, con los títulos de «Cusiccoillur» y "Hojas de un Libro," las mismas que hoy forman parte de un nuevo libro dado á luz, en Lima, por la autora.

Entre los trabajos de otro género que con notable acierto ha publicado la ilustrada tradicionista cuzqueña, podemos citar como dignos de la pluma de Cecilia Bohl (Fernán Caballero) sus hermosas leyendas indias «La Pena del Castigo,» «Frailes» y «Chaska;» los perfiles biográficos de D.a Francisca Zubiaga de Gamarra, del Iltmo. Sr. Dr. D. Antonio de la Raya y de D.a María Ana Centeno de Romanville, y otros muchos artículos de los llamados de fondo que bajo el pseudónimo de Carlota Dumont han aparecido en diversas publicaciones literarias, manifestando la brillante facilidad de su pluma y la fecundidad de sus talentos.

En Abril de 1886 sintió la necesidad de trasladarse á la Capital de la República, donde había de establecerse en compañía de sus dos hermanos, los señores Daniel y Dr. David Matto; y separándose con pesar de la Redacción de "La Bolsa" en la que prestó muy importantes servicios y fué tán dignamente querida por todos sus compañeros de cotidiana labor, realizó al fin, en buena hora para las letras nacionales, su consabido proyecto.

Una vez en Lima la Sra. Matto de Turner, fué entusiastamente saludada por todo lo más notable de la prensa de la Capital peruana, é inmediatamente tomó parte como colaboradora en varias publicaciones literarias.

Poco después, dió á la estampa el segundo volumen de sus "Tradiciones Cuzqueñas," precedido de un brillantísimo prólogo del muy galano escritor y eminente literato nacional Sr. D. José Antonio de Lavalle, Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua en el Perú; siendo esa luminosa página el premio de más valor que pudiera ambicionar, como título de gloria, una escritora americana.

Mas, viéndose luego obligada á regresar á Arequipa, por asuntos de familia, emprendió nuevo viaje á ese lugar, con determinación de pasar á Buenos Aires, donde uno de los principales órganos de la prensa le ofrecía un puesto en su Redacción; pero la existencia del Cólera en aquella Capital le impidió llevar al cabo sus planes, y tuvo que regresar á Lima, consagrando, desde luego, sus labores literarias á la colaboración activa de los semanarios titulados «Perlas y Flores,» «La Revista Social» y «El Perú Ilustrado.»

Posteriormente ha publicado, en elegantes folletos las notables biografías de "Lunarejo" ó sea Espinosa y Medrano y «Choqquehuanca,» que le han merecido el general aplauso de los hombres más ilustrados del país, pues son páginas que pueden servir, por sí solas, de suficiente diploma para formar una reputación literaria.

El «Ateneo de Lima» abriéndole jenerosamente sus puertas, la ha designado, por unanimidad de votos, miembro activo de su seno; honor que también ha merecido, por aclamación, en el «Círculo Literario» La Sra. de Turner pertenece además al antiguo «Club Literario» de Arequipa, antes y después de su reorganización, lo mismo que á otras sociedades científicas, literarias y de Beneficencia, dentro y fuera de la Capital de la República.

Para terminar estos lijeros apuntes, consignarémos un hecho que pone de manifiesto la nobleza de alma de la señora Matto de Turner, tratándose de su pa-tria, á quien ama con delirio—

Tenemos á la yista un precioso documento del que consta que, habiéndose tratado de una erogación voluntaria para ayudar al Gobierno del Perú en la compra del blindado “Almirante Grau," que debía reemplazar al legendario monitor “Huáscar,” perdido fatalmente en Punta Angamos, el 8 de Octubre de 1879, tradicionista peruana puso en manos del Iltmo. señor Obispo del Cuzco Doctor Don Pedro José Tordoya, Presidente de la Junta de donativos para la guerra con Chile, la suma de un mil ciento veinte y dos soles de plata sellada, docientos ochenta y un soles en billetes de banco y una onza de oro en pepitas, que ella había colectado solícitamente entre los vecinos de la provincia de Canchis; y, además, una tarjeta de oro, que constituía el premio con que en cierta ocasión se quiso honrar á la escritora: prenda de valor moral para ella que, según sus propias palabras, nunca pudo separarse con mayor justicia que en aquellas circunstancias, en que se vinculaba el querido nombre de la patria con el sacrificio de sus hijos.

No necesita otros méritos una muger del viejo mundo,para hacerse acreedora al afecto respetuoso de todos sus compatriotas y á la profunda admiración del mundo entero!


********************
Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 22, Lima, 08 de octubre de 1887.

Saludos
Jonatan Saona

No hay comentarios.:

Publicar un comentario