Nicolás del Campo, Virrey de Buenos Aires |
El Virrey de Buenos Aires avisa el recibo de la Real Corona para suspender el reconocimiento del Puerto de Cobija, y su cumplimiento, informando del que se hallaba ejecutado, y forma en que se había conducido sobre esto de conformidad con el Gobernador de Potosí que también se prestó a lo mismo habiéndolo evacuado del modo que resulta de documentos.
"Excelentísimo Señor:
Con fecha 10 de noviembre de 1787 se sirvió Vuestra Excelencia decirme que por cartas del Gobernador Intendente de Potosí había sabido el Rey que yo había prevenido a aquel Ministro pasase a verificar la visita del Partido de Atacama y reconocimiento del Puerto de Cobija en la Costa del Mar del Sur; y que advirtiendo S.M. lo necesario que es la personal asistencia de otro Gobernador en aquella Villa y la inutilidad del citado reconocimiento, había mandado S.M. me previniese Vuestra Excelencia, como lo ejecuta, que suspenda la práctica de esta diligencia.
He dado toda mi veneración y respeto a esta Real orden y la cumplo como me corresponde, informando a Vuestra Excelencia sobre el hecho, que parece alterado de parte de Don Juan del Pino Manrrique, lo que pasó naturalmente.
La Real orden muy reservada del 19 de diciembre de 1783 en que S.M. se sirvió encargarme que por todos los medios posibles tomase las precauciones a que obligaban las noticias que explicó su contexto, la recibí al tiempo que empezó mi Gobierno, y avisé el recibo en 19 de marzo de 1784 con el número 2, exponiendo entre otras cosas que conforme a la Real ordenanza de 28 de enero de 1782 había encargado a los Gobernadores Intendentes visitas en sus provincias luego que les fuese posible prometiéndome yo por este medio también la práctica de aquellas diligencias concernientes a precaver los perjuicios que se recelaban.
En 26 de octubre del mismo año de 1784 despaché una Circular a todos los Gobiernos para proporcionar el cumplimiento de las tales intenciones sobre varios puntos de mi responsabilidad; y en esta ocasión, como a los Gobernadores con Puerto o Costas al mar, debía hacer especiales encargos, dije al de Potosí respecto a este cuidado que a más de ser uno de los principales la seguridad de las costas, me hacía S.M. en la Real instrucción de Gobierno particular prevención sobre esto, y proporcionarme avisos ciertos; porque la falta de ella no fuese causa de algún daño; encargando por lo mismo hubiese toda la necesaria en los Puertos, y añadí, que como en su jurisdicción se hallaba el único que en este Virreynato hay a la Mar del Sur, nombrado de Cobija en el Partido de Atacama, fuera preciso tuviese yo las noticias de su actual estado y de las proporciones que aún remotamente ofreciese a los Enemigos de la Corona para atender a su remedio; que comprendía que estos conocimientos los había de adquirir en su personal visita, y yo por sus relaciones e informes: pero que si no pudiese verificar el reconocimiento de toda la costa para asegurarse de si había otra Cala, Ensenada o abrigo que facilitase la entrada de los Enemigos y terrenos a propósito para su internación, me propusiese lo que se le ofreciera en el particular, y si convendría enviar persona facultativa que lo reconociese todo exactamente; y si en el mismo Cobija, u otro punto, sería útil situar Fortaleza que hiciese resistencia a cualquier intento de otras Potencias, esperando yo se dedicara a esta importancia, y me diera cuantas noticias pudiese, considerándolas de tanta preferencia.
Con el Certificado adjunto Número Uno acredito a Vuestra Excelencia que ni exigí a aquel Gobernador en otros términos, unos conocimientos que me eran tan precisos, aun debiéndoselos solicitar para sí mismo; y en el Número Dos se servirá Vuestra Excelencia reconocer que dicho Jefe, no solo no me puso obstáculos, sino que convirtió en propio pensamiento suyo este encargo, diciéndome, que aunque aquel Partido pertenecía a su Provincia, no la había visto; se hallaba bien distante, y eran muy escasas las noticias por el poco comercio; ya él había meditado sobre este importante objeto; y que sería preciso esperase a que hiciese la visita de aquel Partido, para que pudiese dar una idea completa de la importancia del Puerto, y si en la Costa hubiese alguno otro donde pudiesen surgir bajeles.
Con el Número Tres acredito a Vuestra Excelencia el recuerdo que en 16 de octubre de 1785 le hice del asunto, manifestándole que por su medio y esmero me había propuesto más seguros aquellos conocimientos y que cada vez se me proponían al deseo más importantes, para que abreviase los plazos a su personal Inspección o substituyese entretanto algún encargo a los mismos objetos: y con el Número Cuatro reconocerá Vuestra Excelencia que con efecto dio la comisión al Dr. Don Joseph Agustín de Arce según su oficio de 16 de diciembre de 1785 y mi contestación conforme en 15 de enero de 1786.
En 16 de junio de 1787 me pasó evacuada la comisión en los términos que suplico a Vuestra Excelencia se sirva reconocer del documento Número Cinco por los conocimientos que produce, y conceptúa estime Vuestra Excelencia convenientes miras del Real servicio; y en el mismo documento va extendida la contestación que reducida a avisar el recibo: sin que resulte del reconocimiento que he hecho de antecedentes, motivo para que en ningún tiempo el Gobernador de Potosí reclamase a S.M. de mis disposiciones sobre un particular seguido en la forma que se converse, y pongo en la consideración de Vuestra Excelencia por si tuviese a bien trasladarlo a la de SM, a mi descargo en su Real presencia; que es lo que me apetecido siempre y a que únicamente aspira mi desempeño.
Dios guarde a Su Excelencia muchos años.
Buenos Aires, 1° de mayo de 1788.
Excelentísimo Señor
MARQUES DE LORETO
Excelentísimo Señor Don Antonio Valdés"
Nota
Los documentos N° 1,2,3,4 y 5 que se mencionan adjuntos irán en el siguiente post
Saludos
Jonatan Saona
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