Una de las personalidades que tuvieron más figuración, en la Política, en la época contemporánea de la república, fue sin duda, el coronel Fernando Seminario, que se distinguió como guerrero valeroso, político austero; y de convicciones sinceras e indomables.
Nació en Piura, cuyo clima parece destinado a formar el carácter y la energía acerada de los hombres, que nacen en ese suelo; el héroe de Angamos, los Cárcamos muertos valientemente el 2 de Mayo de 1866, el Contralmirante Lizardo Montero, campeón glorioso de la batalla de la Alianza en Tacna, fueron piuranos; y en la lista civil vasta citar al doctor don Ricardo W. Espinoza, vocal jubilado del Tribunal Supremo y Alcalde de Lima, que apesar de su avanzada edad, ejercita en la dirección de las funciones Edilicias. una actividad, una constancia y una energía que en nuestro medio sería rara en un hombre de cuarenta años.
Seminario, hizo sus estudios preparatorios en Piura, para dedicarse después a la agricultura en las grandes haciendas de su señor padre; pero su espíritu estaba hecho para la lucha; y a ella se lanzó valientemente iniciando su vida militar durante la infausta guerra con Chile a la cabeza de la movilización ciudadana del departamento de Piura; hecha la paz de Ancón el coronel don Fernando Seminario, se levantó en armas contra el gobierno de Montán, jurando Banderas a la Revolución, que encabezó el Brujo de los Andes, para restaurar en la república el régimen Constitucional; revolución que culminó, con la victoria del 2 de Diciembre de 1885: establecida la paz interna, Seminario figuró como uno de los Dirigentes del legendario partido Constitucional volviendo a actuar en la política activa el año de 1895 como jefe. Superior, Político y Militar de los departamentos del Norte; y Comandante General del cuerpo de ejército, organizado en esa Zona, en lucha con el jefe rebelde, el valeroso coronel don Teodoro Seminario, que enarbolaba el pendón de la Revolución Coalicionista que acaudillara el gran hombre de Estado don Nicolás de Piérola: triunfante la Coalición don Fernando Seminario estuvo en el Ecuador, como emigrado político.
En los últimos años de la administración de Romaña, Seminario se trasladó a Lima, para asumir la jefatura del Partido Constitucional, aproximado ya al gobierno, cuya brillante reorganización política llevó a cabo con tenacidad e inteligencia admirables: entonces se dibujaba ya la lucha electoral para la sucesión de Romaña; y el partido Civil que ya había roto su alianza con el Demócrata, lanzó la caudidatura del eminente Estadista señor don Manuel Candamo a la Presidencia de la República. Seminario tenía una marcada obseción anti-civilista; y no quería dar cuenta siquiera a la junta directiva de las propuestas de alianza formuladas al partido Constitucional por el Civil; y el que estas líneas traza, que desempeñaba la Secretaría de la agrupación constitucional fué comisionado por el General Cáceres para plantear de hecho en el seno del comité Constitucional la alianza política con los civilistas debiendo ser apoyado por los señores Carlos Porras y Bruno Vargas, como efectivamente pasó; no sin que se produjera una explosión de ira volcánica por parte del coronel Seminario que pudo producir una tragedia dado el calor con que de uno y otro lado se sostuvo el debate afirmando el coronel Seminario la deslealtad con que procedería el partido civil con el constitucional y con el defensor de los pactos de alianza cuya juventud e inexperiencia política explotaron ésos señores.
Se produjo la cisión del Partido Constitucional, asumiendo la jefatura de la rama aliancista, el talentoso Dr. Lino Larco; y formándose con la otra rama del coronel Seminario unida al partido Radical de González Prada y al Liberal de Durand, la alianza federal que preparó la revolución, que no llegó á producirse apesar de estar perfectamente preparada en las tres zonas de la república, porque el día que debió estallar el doctor Augusto Durand se trasladaba a sus haciendas de Huánuco apartándose, por causas hasta hoy desconocidas de ese movimiento revolucionario.
Los últimos días de su vida política los pasó Seminario en el Senado de la República.
¡Con Seminario desapareció el último hombre de verdadera energía republicana que tuvo el Perú durante la última época de su accidentada vida política!
J. Arturo Carreño
Abogado
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Semanario Nacional "Sudamérica". Lima, 7 de febrero de 1920.
Saludos
Jonatan Saona
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