2 de diciembre de 2022

Agustín Gómez

Agustín Gómez
Gómez Díaz, Agustín

Sacerdote de la arquidiócesis de Santiago, fue ordenado en 1854. Hijo de Cruz y Encamación. En diciembre del año siguiente fue nombrado capellán y Prelado Delegado en el Monasterio del Buen Pastor de San Felipe. Conservó este último cargo hasta 1872. 

En 1865 asumió la administración de la casa de ejercicios de San Felipe, y dos años después fue párroco y vicario. En 1866 había fundado un beaterio para obras de beneficencia y socorro de desvalidos y enfermos, el cual fue aprobado por el arzobispo de Santiago como congregación religiosa diocesana en 1888, con el nombre de Hermanas Hospitalarias de San José. Renunció a la parroquia de San Felipe en 1891, después de la caída del presidente Balmaceda, con cuya causa simpatizó. 
Después continuó residiendo en la misma ciudad, como director de las Hospitalarias de San José. En 1902 se trasladó al hospital de Gorbea, que tomó a su cargo junto con algunas religiosas hospitalarias que quisieron seguirle, y formaron allí una nueva congregación. Falleció en Gorbea el 15 de enero de 1908.
 
Su desempeño como capellán instructor de las tropas en San Felipe antes de que éstas marchasen al norte dejó una grata memoria entre los soldados. 

José Clemente Larraín escribió: "...uno de los recuerdos que siempre quedó en oficiales y tropas del regimiento, fue el del cura de San Felipe don Agustín Gómez, noble y caritativo sacerdote que prodigó sus atenciones a oficiales y tropas, en especial a éstos, intercediendo para librarlos de castigos... Todos los domingos el regimiento, en formación irreprochable, asistía a la misa que se celebraba en la parroquia... Cuando partió el regimiento al norte, se regaló por los jefes y oficiales, al curita, como se le llamó siempre, un reloj con una simpática dedicatoria, para que fuera un recuerdo, y como agradecimiento a las cumplidas atenciones que él prodigó siempre a todos los del Esmeralda".

Esta fue la causa de que fuera recibido con gran júbilo cuando llegó al norte después de su nombramiento cursado el 25 de enero de 1881.

Justo Abel Rosales cuenta que "...se me notició que en la semana pasada llegó el cura Gómez de San Felipe, con el padre de los Izquierdo, formando aquél gran alboroto entre los soldados, que al verlo prorrumpieron en estruendosos vivas a Chile y al cura".

No obstante, su permanencia en el norte fue muy breve, puesto que con fecha 29 de marzo de 1881 el Vicario Capitular de Santiago expidió el decreto por el cual cesó en sus funciones como capellán militar.


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Larraín Mira, Paz. "Los Capellanes castrenses chilenos en la guerra del Pacífico. Perfiles biográficos". Cuadernos de Historia 23. Universidad de Chile. Diciembre 2003.

Saludos
Jonatan Saona

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