Basilio Urrutia V. |
Nació el 14 de julio de 1816 en la villa María Luisa del Parral. Fueron sus padres D. Mariano Urrutia y doña Eulalia Vásquez, que pertenecían a antiguas familias del partido de Maule y que estaban emparentadas, en consecuencia, con las más prestigiosas de Parral, San Carlos del Ñuble y Cauquenes.
El joven Basilio ingresó al Ejército expedicionario del Perú el 14 de junio de 1837. Fue incorporado en el Batallón Valdivia en calidad de distinguido (aspirante a oficial de hoy). Pocos días después obtuvo el grado de Teniente y como tal realizó el total de la campaña, a las órdenes del Almirante Blanco Encalada. Participó en la segunda expedición al Perú, bajo el mando del General Manuel Bulnes y se encontró en la ocupación de Lima, en la cual una bala le fracturó una costilla en el costado derecho. Durante la acción del puente del río Buín fue destacado a una colina inmediata con una sección de su compañía, a fin de proteger la retirada del Ejército.
Cortado por el enemigo, escapó con su unidad arrojándose al río desde lo alto de un barranco, según pudo observarlo el propio General en Jefe y el Comandante de la compañía, Capitán Joaquín Unzueta. Por su comportamiento en la Batalla de Yungay obtuvo el ascenso al grado de Capitán y una medalla de oro; el mismo grado y una medalla le fueron concedidos por el Gobierno del Perú. Más tarde sostuvo, por ocho días consecutivos, los repetidos ataques de 1.500 hombres reforzados por algunos derrotados de Yungay,
Al referirse a su actuación en el motín del 20 de abril de 185l en defensa de la Constitución y de las leyes, Leandro Navarro comenta; “Fiando sólo en su bravura, pretendió en esta acción formar la contrarrevolución, para lo cual se presentó de improviso, disfrazado de paisano al citado Batallón Valdivia, del cual era segundo jefe, a fin de arrastrarlos a la obediencia y disciplina y cuando estaba al frente de la tropa y descubiertas sus insignias, ordenó echar “armas al hombro". Se le obedecía, pero una bala, primero del Sargento Fuentes y después otra de un desconocido, le obligaron a escapar tendido sobre el cuello de su caballo”. Ostentaba el grado de Sargento Mayor.
El 15 de septiembre del mismo año le correspondió salir desde el pueblo de los Andes, al frente de un batallón cívico, en persecución de los amotinados del Batallón Chacabuco en la cuesta del mismo nombre. Estos se rindieron al día siguiente. Le correspondió participar, meses después, en la acción de Monte Urra (19 de noviembre) y Batalla de Loncomilla (8 de diciembre). Por su actuación destacada fue ascendido al grado de Teniente Coronel.
Durante la Revolución de 1859 debió batirse nuevamente en defensa del Gobierno constituido, en los teatros norte y sur. El 8 de febrero se encontró presente en la acción de la Alameda de Concepción, como Comandante General de la infantería. Estuvo en la campaña del norte desde el 21 de abril hasta el 11 de junio y se encontró en la Batalla de Cerro Grande, al mando del Batallón Carampangue, a las órdenes del General Juan Vidaurre Leal. En la jornada recibió un golpe de bala en la pierna izquierda.
Por disposición suprema en marzo de 1864 pasó a desempeñar la Intendencia de Chiloé, en donde permaneció por espacio de un año. Efectivamente, en abril de 1865 fue nombrado Intendente de la provincia de Arauco, cuyo cargo sirvió durante tres años.
En septiembre de 1871 fue nombrado nuevamente Intendente interino de la provincia de Arauco y el 5 de octubre del mismo año lo fue en propiedad. Por D.S. de 25 de agosto del mismo fue nombrado General en Jefe del Ejército de la Alta Frontera y en el desempeño de ambas funciones continuó hasta abril de 1879. Avanzó la línea del Cautín y fue el inspirador de los primeros remates de tierra que completaron la obra pacificadora. “La disciplina de nuestro único Ejército que comandaba en jefe don Basilio, como se le decía, era soberbia; se vivía en pleno cuartel; el General para no relajarla, no permitía ni siquiera transitoriamente se abandonara el traje militar. Durante su época se peleaba con los indígenas y se ejercitaba a diario a las tropas en las más rudas faenas militares”.
Ascendió a General de División en abril de 1870 y fue Ministro de Guerra y Marina. Le correspondió hacer los preparativos para la campaña en el Perú. Al abandonar el Ministerio el 20 de agosto, se le encomendó el Comando en Jefe del Ejército del centro y sur.
Falleció en Santiago, el 3 de junio de 1881.
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Estado Mayor General del Ejército. "Galería de hombres de armas de Chile" Tomo II. Santiago.
Saludos
Jonatan Saona
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