Pisagua, Noviembre 4 de 1879.
Señor don J. E. Frederick .
Mi querido Jorje:
Antes que trascurra el tiempo he querido apresurarme a dirijirte ésta, a fin de imponerte de los importantes acontecimientos habidos en estos días, que tienen para tí el doble interés de la Patria i de Alejandro.
Por fin ya se divisa el término de la presente guerra, término que será coronado por la victoria. La ocupación de Pisagua significa para el Perú la pérdida de la provincia de Tarapacá. Su ejército del Sur está en nuestro poder.
El porvenir de nuestra querida patria es por demás lisonjero. Seremos, mal que pese a nuestros vecinos, los señores del Pacífico. Hé ahí las trascendentales consecuencias de nuestro triunfo del 2, cuyos pormenores paso a referirte.
En dicho día llegamos a este puerto, después de pequeños contratiempos que felizmente no tuvieron mayores consecuencias. Inmediatamente los buques de guerra rompieron el fuego sobre las trincheras i contra un fuerte servido por un cañón de 100 libras. Momentos después el Cochrane izaba señales dando cuenta de que se habían apagado los fuegos enemigos; pero fué preciso continuar el bombardeo de la población, porque cada casa era una trinchera. Poco después se procedía al desembarque efectuado por Zapadores i Atacama, los cuales con grande heroísmo sostuvieron el primer golpe. Para apreciar debidamente lo que es un desembarque, es necesario presenciarlo. Se necesita un empuje indomable para ejecutar esa operación en puertos como los de esta costa, que por lo jeneral son inabordables; pero está visto que el chileno jamás mide las dificultades, ni cuenta al enemigo. Este hecho será una pájina de gloria en nuestra historia i lo mejor que ha sido presenciado por testigos imparciales, como son los marinos de la Turquoise i Tethis, los que solicitaron permiso para acompañar el convoi.
Mientras esta operación se ejecutaba aquí, un poco mas al Sur desembarcábamos a los Navales, i Valparaiso i 3.° de línea para tomar al enemigo por la retaguardia . La caleta designada para tal operación fué la de Junín , 6 millas al Sur de este puerto. A nuestra sola aproximación, la pequeña guarnición que la guardaba tomó las de Villadiego i desembarcamos con toda facilidad, es decir, como en nuestra casa, puesto que no hallamos resistencia. Si bien hasta cierto punto me habría gustado saltar a tierra bajo los fuegos enemigos, por otro lado me alegro, porque el desembarque no nos ha costado mas vidas.
Las pérdidas suben de 140 i los heridos otro tanto.
En la marina lamentamos varias pérdidas como por ejemplo, el aspirante Izaza i algunos heridos.
Como en otras ocasiones mis compañeros se han portado valientes. Barrientos fué el primero que enarboló en territorio enemigo nuestro tricolor. Es todo un bravo.
Respecto de la O'Higgins hai especiales recomendaciones, porque Montt se ha portado mui bien. Valiente e intelijente i su buque facilitó mucho el ataque.
No he querido sino darte a conocer los últimos acontecimientos en globo, porque la prensa dará amplios detalles.
Como es posible que luego vaya a esa te contaré personalmente lo sucedido.
Tuyo afectísimo
Antonio 2.° Marazzi.
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Pisagua, Noviembre de 1879.
Señor don Jorje E. Frederick.
Querido Jorje:
No quiero aguardar mas tiempo tu contestación a mi anterior, a fin de no privarte de saber los importantes acontecimientos que se desarrollan aquí al presente i que para tí como para tu familia, tienen el doble interés del afecto personal i del amor a la patria.
Loe hechos no han sido llevados con la rapidez que el patriotismo lo desea. La responsabilidad de esta demora pesa como es lójico, sobre nuestros desatinados directores. Hasta hoi en la dirección de la guerra no se ha errado disparate. Solo la Providencia, que ve la justicia de nuestros derechos en la presente contienda, puede haber dispuesto las cosas en nuestro favor.
Si el 2 alcanzamos la victoria, es porque el impulso de nuestros soldados es irresistible. En ese día no hubo cabeza. Los soldados de por si, obedeciendo a su valor temerario, fueron los que conquistaron la gloria. Era de ver como se manejaban, desplegando no solo ese indomable valor que les caracteriza, sino que también dieron pruebas de verdadera intelijencia. Hubo uno que al desembarcar cayó al agua i como le molestara el uniforme, se despojó de él i se ciñó a raíz del cuero su cartuchera. Este fué el primero que trepó a la altura seguido de otros siete a los cuales había organizado préviamente conforme a las reglas mas exijentes del arte militar: tres atacaron por el flanco derecho, cuatro por el izquierdo i él de frente! A éste lo han bautizado con el chusco nombre de Jeneral Pililo i a la verdad que ha sido el único que se ha manifestado tal.
Semejante a este episodio hai muchos otros que han constatado evidentemente, que el roto chileno es indomable e irresistible cuando se trata de la defensa de su patria. Gracias a esta circunstancia es que obtendremos siempre la victoria.
Además de lo anterior, que no es poco, para llevar a nuestro ánimo el convencimiento del triunfo, hai todavía otra circunstancia bien importante.
Hai un adajio que dice: «El enemigo de lo bueno es lo mejor.» Hagamos pasiva la oración i tendremos: «El enemigo de lo malo es lo peor.» Así, pues, si nosotros obramos mal, el enemigo lo hace peor i es así que siempre llevaremos la ventaja.
En el combate del 2 hemos podido ver a todo un jeneral (Buendía) i al jefe de la plaza (Granier) en fuga vergonzosa abandonando sus soldados, después de haber dispuesto la defensa mui torpemente.
La naturaleza hace de Pisagua un lugar casi inespugnable. A mui poca costa puede defenderse; pero no han sabido aprovechar esas ventajas.
En primer lugar las baterías que habían están malísimamente construidas, hasta el estremo que los propios tiros destruyen las barbetas o parapetos anteriores. Su situación es otra barbaridad, porque es bien fácil ponerse con un buque bajo sus fuegos.
Creo inoficioso continuar enumerando las mil i una torpeza que he visto, porque puedas formar juicio sobre lo que son nuestros enemigos i lo que somos nosotros. Estos malos, aquellos peores.
Escrito lo anterior llega la fausta noticia de la derrota completa del enemigo i a estas horas la caballería chilena persigue encarnizadamente a las desordenadas huestes perú-bolivianas. La causa de la Alianza está para mi completamente perdida i en adelante el límite de nuestra república llega hasta las márjenes del río Camarones.
Aun no tenemos datos detallados sobre la batalla de que te hago mención (el 18 i 19). Tenemos, según dicen, pocos muertos, pero muchos heridos. El enemigo ha dejado el campo sembrado con 3,000 fuera de combate. El 3.° de línea i el Atacama se han distinguido El 1° defendiendo una aguada. El 2° de estos cuerpos cargando a la bayoneta. Son los datos que tengo hasta este momento.
Hai aun otra buena nueva que anunciarte: desde el 18 del presente la Pilcomayo enarbola el hermoso tricolor. Fué capturada por el Blanco a la altura de Mollendo. Casi no hubo combate porque el blindado disparó 3 tiros. Los peruanos han representado toda una farsa. Abandonaron el buque en botes, incendiándolo i clavando la artillería, dejando enarboladas dos grandes banderas peruanas; pero mui a su pesar ven ahora su buque en nuestras manos. Después de algún trabajo se pudo salvar i con un gasto de $ 40,000 se podrá restaurar completamente. Entiendo que pronto la llevarán a ese puerto.
Los prisioneros son 180, todos héroes pero héroes peruanos. En el combate ellos dispararon 19 tiros, porque rompieron el fuego, como siempre, esto es, cuando apenas ven destacarse en el horizonte al enemigo. Ah! Si son famosos! ¿I así pretenden estos parecerse a los de la Esmeralda?
Sin embargo, estimo la conducta de Ferreiros i demás de la Pilcomayo, mejor que los del Huáscar, porque aquellos han tenido la verdadera intención de echar a pique el buque.
He aguardado con la carta abierta hasta última hora, para darte mas datos i con mas exactitud; pero no ha venido parte alguno.
Tenemos órden de salir para el Norte en convoi con la O’Higgins, para ir tras la Unión i trasportes. ¡Dios quiera nuestra buena suerte!
Tu amigo
Antonio 2.° Marazzi
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Texto: Pascual Ahumada, "Guerra del Pacífico, Recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias i demás publicaciones referentes a la guerra que ha dado a luz la prensa de Chile, Perú i Bolivia" Tomo VIII, Valparaíso, 1891, p. 79.
Saludos
Jonatan Saona
Con el grado de capitán de corbeta, Antonio Marazzi Leyton falleció en el puente de la corbeta "Magallanes", que navegaba bajo su mando, luego de cruzar la Angostura Inglesa (canales magallánicos) el 10 de enero de 1889.
ResponderBorrarEn la fotografía, con el grado de teniente primero.