Santa indignación, noble ira, justo sentimiento de venganza se apoderan del espíritu, al considerar el salteamiento que de nuestro Litoral acaba de verificar el gobierno insidioso de Chile.
No han faltado premeditación ni alevosía, no ha faltado ningún elemento de nefando crimen, al apoderarse de nuestro territorio, cuya explotación engrandeció a Chile, para ultrajar la hermosa bandera de Bolivia, y arrebatar sus propiedades, en falsa protección de intereses privados, de que son partícipes sus hombres de Estado.
La América contemplará con espanto la usurpación, y repelerá al corruptor principio de la fuerza sobre el derecho, del poder sobre la debilidad indefensa.
Llénese el gabinete chileno de la gloria del bandido que asalta en desierto. Buscará una voz de aprobación, y no encontrará sino el eco de maldición que, fulminará al mundo.
No es momento de entrar en detalles.
El gobierno ha llamado a fraternidad con el decreto de amnistía, y a las armas con el de sitio.
¡Guerra para el enemigo!
¡Unión para el amigo!
Hoy no hay partidos. Sólo hay fraternidad para crear fuerzas, indignación para vengar el crimen del 14.
Las manifestaciones populosas de anoche y del comicio de hoy son revelaciones de sublime patriotismo.
¡Que Bolivia comprenda su destino!
Tal vez ha sonado la hora de su grandeza.
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Facsímil de "El Comercio" de La Paz, viernes 28 de febrero de 1879.
Saludos
Jonatan Saona
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