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| Miguel Grau Seminario |
Al Supremo Director de la Guerra y Director de Marina
Arica, Julio 10 de 1879
En cumplimiento de instrucciones verbales que tuvo a bien impartirme V.E. zarpé de este puerto el día de ayer a la 1 h. 30m. p. m. y me dirijí al Sur. A las 8. h 45m pm. entré á Pisagua, con el ánimo de reconocerle y tomar algunas noticias de los buques enemigos; pero no creyendo conveniente perder tiempo en esto último, me concreté a lo primero recorriendo la bahía, y fijando punto de partida para el nuevo rumbo.
De la punta de Pisagua me dirijí a Iquique recorriendo la costa muy próximo a ella, y llegué a este último puerto a las 12 h. 45 m. pm. En él no había buque alguno, por cuya razón mandé á tierra á un oficial á tomar noticias del enemigo, e informado de que dos de sus buques, el Abtao y el Matías Cousiño habían salido del puerto á las 3 h. p. m. de la víspera y los restantes blindados Cochrane i cañonera Magallanes á las 6 h. p.m. todos con dirección al Oeste, me dirijí a encontrarles siguiendo este rumbo.
En efecto, á 2 h. 20m. am. avisté uno de ellos y me dirijí sobre él hasta estar al habla, reconocí que era el Matías Cousiño y le pasé la voz intimándole rendición. La velocidad que llevaba el Huáscar no me permitió percibir claramente la contestación de su Capitán, pero sí observar que trataba de huir; volví entónces sobre él y se le hizo un tiro de cañón, al cual se detuvo inmediatamente, repetida la intimación, contestó manifestando terminantemente hallarse rendido. En consecuencia le ordené se aguantara por la popa del Huáscar y cuando disponía una embarcación con oficiales y gente para mandar tomar posesión del buque, avisté á los demás de la Escuadra enemiga que me rodeaban completamente; suspendí entonces esta faena y pasé la voz al Matías Cousiño para que se pusiese á salvo su gente á fin de echarlo a pique. Luego que lo hubieron ejecutado en sus propias embarcaciones, ordené romper los fuegos sobre él apuntándole á flor de agua.
Mas como se aproximaran los otros buque enemigos, me dirijí sobre el mas cercano que juzgo haya sido el Abtao ó la Magallanes y á corta distancia dirijí los fuegos sobre él siendo éstos contestados y trabándose combate á toca peñoles con cañón i y fusilería.
La marcada inseguridad de nuestros tiros de cañón, me decidieron atacar con el espolón pero el buque enemigo evadía el ataque navegando á toda fuerza en dirección á los otros buques, sin embargo logré tocarle aunque lijeramente, por la popa y observando que entonces me hallaba á 2,000 metros próximamente del blindado Cochrane que pude conocer debido a la claridad de la Luna que ya se manifestaba, de acuerdo con las prevenciones de V.E, creí conveniente no comprometer el nuevo encuentro que se preparaba é hice rumbo al Norte rehuyendo el combate. Eran las 3h. 35m. am. desde este momento fui seguido por los buques enemigos hasta las 11 h. am. que habiéndose quedado muy atrás desistieron de su persecución dirijiéndose al puerto de Pisagua.
En este encuentro ha recibido el Huáscar un tiro en el casco por el lado de estribor en el borde del blindaje, que aunque ha perforado oblicuamente el estremo no ha causado avería de consideración. También ha recibido algunos otros tiros por alto que han cortado cascos de babor.
Cábeme la satisfacción de manifestar a V.S. que durante esta expedición, todas las personas que me están subordinadas han cumplido con su deber.
Debo igualmente participar á V.S. que el Teniente de Infantería Don José María Tirado, que se encontraba a bordo como pasajero en el momento de este encuentro, prestó sus servicios como Teniente de la Guarnición, desempeñando satisfactoriamente el puesto que se le confiara.
Sin otro acontecimiento de que dar cuenta a V.E. me es honroso al terminar poner en su conocimiento que acabo de largar la ancla en este puerto a las 4 h. pm.
MIGUEL GRAU
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Imagen: Grabado de Miguel Grau, tomado de la revista francesa "Le Monde Illustrée"
Saludos
Jonatan Saona
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