27 de mayo de 2012

Parte de Holley

Adolfo Holley
Parte Oficial de Adolfo Holley sobre la batalla del Alto de la Alianza


REGIMIENTO ESMERALDA.

Tacna, mayo 29 de 1880.
Señor Coronel:

En cumplimiento de mi deber, doy cuenta a V.S. de la parte que le cupo en la batalla del 26 al regimiento Esmeralda que tuve el honor de mandar.

A las 11.14 A.M., llegábamos a la colina arenosa que ocupaba el enemigo y que en aquel momento parecía enteramente abandonada, así lo juzgamos por la noticia que nos transmitió el capitán Flores de artillería, quien nos dijo que el enemigo se había corrido sobre su derecha y que no teníamos con quien combatir en aquel punto. Un momento después sufríamos una lluvia de plomo que nos dirigía el enemigo parapetado en tres líneas de fosos sucesivas.

El Valparaíso y 1er. batallón del regimiento Esmeralda fueron los primeros que sufrieron el fuego, causándonos de 80 a 100 bajas la primera descarga. Nuestros soldados se abalanzaron sin titubear, y antes de cinco minutos la primera trinchera era tomada dejando sus fosos cubiertos de cadáveres. La segunda y tercera trinchera opusieron una resistencia más tenaz; los cuerpos de nuestra derecha Navales, 2° Esmeralda y Chillán, haciendo un cuarto de conversión sobre su izquierda, entraron bizarramente al fuego y atacamos juntos las posiciones enemigas.

La segunda posición fue igualmente tomada después de una seria resistencia, costándonos muchas bajas y más de una hora de tiempo. Aquel momento era lo más serio del ataque, había necesidad absoluta de tomar la tercera posición;  todos así lo comprendimos y acto contínuo emprendimos el ataque.

En aquel momento supremo los soldados pedían a gritos municiones, lo que se participó a V.S. que, como sabe, nuestros soldados habían entrado al fuego sólo con 100 tiros por hombre; traté entonces de reunir la tropa y atacar la posición a la bayoneta, pero era imposible hacerse oír con el ruido atronador que ahí reinaba; nos batíamos a 40 metros de distancia. Busqué entonces un corneta llamándolo a gritos por todas partes, porque el mío había caído; tampoco lo encontré. En estas circunstancias se me presentó el ayudante de V.S., capitán don Patricio Larraín, que, con un valor impertérrito, conducía dos cajones de municiones. Aquel refuerzo era tan insignificante que no alcanzaba a un tiro por hombre.

Nuestra tropa comenzó entonces a batirse en retirada y retrogradó unos 100 metros, en cuyo punto había una ondulación de terreno en la que principió a rehacerse. En ella se encontraba el regimiento Granaderos a caballo; me dirigí a su jefe diciéndole: nuestra tropa no tiene municiones, carga tú y todo está concluido; este jefe se corrió un poco a la derecha con su cuerpo y mandó cargar. Desgraciadamente su tropa tomó a algunos de los nuestros por enemigos; pero la carga fue tan oportuna, que tras de ella nos rehicimos, y vueltos nuevamente al fuego, su presencia y la de la Artillería de Marina, que llegaba en aquel momento, hicieron declararse al enemigo en completa derrota.

La oficialidad de este regimiento se ha hecho, por su valor, digna del más alto elogio; de ella tenemos que lamentar la pérdida del teniente don Aníbal Guerrero y del subteniente don José Santos 2° Montalba, y el que hayan salido heridos el sargento mayor don Enrique Coke, capitán don Juan Rafael Ovalle, teniente don Arístides Pinto, subtenientes don Juan de Dios Santiagos, don Luis Ureta, don Tulio Padilla, don Germán Balbontín y don Mateo Bravo Rivera, y contusos el teniente don José Antonio Echavarría y los subtenientes don Arturo Echavarría y don Joaquín Contreras.

Entre los individuos de tropa, cuya comportación ha sido igualmente brillante, han muerto 76 y han sido heridos 160, lo que hace un total de 236 entre muertos y heridos.

A pesar del valor incontrastable de todos los oficiales del regimiento, recomiendo particularmente a V.S. al capitán don Elías Casas Cordero y subteniente don Juan de Dios Santiagos. Adjunto al presente parte encontrará V.S. la relación nominal de los muertos y heridos en la batalla, remitiendo asimismo a su disposición un estandarte quitado al enemigo.

Dios guarde a V.S.
A. HOLLEY.

Al señor Coronel Jefe de la división.


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Saludos
Jonatan Saona

5 comentarios:

  1. Ëpico, pero triste a la vez.

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  2. La GUERRA q' iniciA, CON PREMEDITACIÓ, ALEVOSÍA Y VENTAJA el PAÍS PIRATA: chile, se denomina Verdaderamente: LA GUERRA DEL GUANO Y DEL SALITRE, ya q' estas fueron las REALES Y AVIESAS INTENCIONES DEL INVASOR q' se había ARMADO muy bien con la COMPLICIDAD del IMPERIO INGLÉS. Como se puede apreciar en este relato, el INVASOR TENÍA : HASTA CABALLERÍA!! (Prro NO CABALLEROS); Mientras q' los DEFENSORES DE LA PATRIA NO TENÍAN: NI BURROS!!. He ahí LA ENORME DISPARIDAD de FUERZAS.

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  3. Es triste ver como se recurre a la fantasía para salvar el honor, no hay disparidad, sólo una criminal falta de organización.Hubo tiempo para prepararse.Si no te gustan los Blog nuestros participa en los de Uds. Esas fantasías se las enseñan en los colegios?

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  4. Te pone triste..?.la realidad es q tu historia ...está manchada por la ambición ...la rateria... vergüenza ajena ...apoderarse de territorio del vecino

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    1. Jajajajsja
      Sigue llorando guerrero inca cada vez con menos argumentos y más derrotas por tu patético comentario

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