Manuel Atanasio Fuentes |
La manía de decretos pomposos que parecen delirantes y la variedad de su contenido, en contraste con la gravedad de la situación nacional y urgencia de concentrar los esfuerzos de quienes dirigían el país, dio lugar a acerbas críticas y mofas de los muchos enemigos que Piérola tenía.
Exponente de esta actitud fue "Ramillete o repertorio...", con una parodia al lado en vil verso redactada por Fray Benito Encalada Montestruque y Maldonado. Con esta obra volvió Manuel Atanasio Fuentes "El Murciélago" a la sátira política, después de varios años de haberse dedicado a pacíficas actividades.
La publicó en Lima en 1881, mientras estaba ocupada la capital por los chilenos. Su finalidad fue hundir en el ridículo a Piérola y a todos los Secretarios de su Dictadura.
Fuentes seleccionó algunos de los más importantes decretos de la Dictadura en los diversos ramos de la administración, agregó a ellos circulares y otros oficios, los reprodujo textualmente y puso al lado de estos documentos unos comentarios burlescos en verso. La parte más criticable de la Dictadura, es decir su exceso retórico y proyectista, quedó así exhibido en la forma más cruel.
Como otras de sus finalidades inmediatas, tuvo la de defender al gobierno provisorio erigido en la Magdalena y a sus hombres, la de afirmar que "la continuidad de la guerra es una quimera" y la de atacar a quienes, con Piérola, querían, después de la pérdida de Lima, prolongar la resistencia en la sierra, y se extrañó de que aparecieran a su lado hombres como Aurelio García y García, Juan Buendía y Lizardo Montero, antiguos adversarios políticos del Dictador. Para los vencedores en San Juan y Miraflores, para los ocupantes de la capital, para los adversarios del Perú en la guerra exterior, Fuentes no tenía, en cambio, una sola palabra adversa.
Para muestra les copio uno de los decretos:
un burro tal ruido mete,
¡Cuanta no será la bulla
si son los borricos -SIETE¡
Yo, Don Nicolás de Piérola
que con audacia y tesón
he llegado a ser el hombre
primero en esta nación:
Considerando: que es cierto
que, para hombres de bonete,
el numero preferido
fue siempre el número siete...
Ordeno, mando y decreto
Fórmase mi Gabinete
con siete Secretarías
y con secretarios siete;
Y nombro, elijo y proclamo
por estas letras patentes,
para las siete poltronas
a las personas siguientes:
Para el Culto y Exterior
a don Pedro Calderón
mulato de anchas espaldas,
bestia, malo y borrachón;
Para el ramo de la Guerra
A don M. Sacristía,
mal cachimbo, pero en cambio
tiene ñeque y valentía;
Para el ramo de Marina
a don Manuel del Villar,
que, por tuerto y por torcido
no puede ya navegar;
Para el ramo de Gobierno
a don Nemesio Orbegoso,
Doctor en la caña dulce
Ignorante y pretencioso;
Para el ramo de Instrucción,
al Doctor F. Panizo
abogado de gran nota,
de tonto y noble mestizo;
Para la Hacienda y Comercio,
a don Manuel Barinaga,
Mozo chalán y criollo,
que firmará lo que yo haga;
Y, por fin, para Fomento,
a don M. Echegaray,
que habla mas que una cotorra
del Brasil o Paraguay.
1-Texto tomado de Historia de la "República del Perú" de Jorge Basadre
2-Texto de "Ramillete o repertorio de los más piramidales..." pag 12
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Saludos
Jonatan Saona
Jonatan Saona
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