Carta a El Comercio

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Carta a "El Comercio" de La Paz

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Señor editor del Comercio;

Chile, febrero 23 de 1879.

En Santiago y Valparaíso la ajitación es inmensa. Salen tropas al Litoral, interinamente chileno, con una profusión admirable; y hoi que saben que ya viene en marcha al mismo lugar el valiente y bravo ejército de Bolivia, palidecen los chilenos de una manera mui acentuada. Todas sus bravatas, miéntras no tenían con quién luchar, están desapareciendo como por encanto, y aquí se hacen dilijencias activísimas a fin de fortificar Antofagasta, y proporcionar al ejército regalón chileno todo lo que es menester para que sostenga una cruda campaña.

Incluyo a Ud. un boletín que acaba de publicarse, y en él verá Ud. que dan la noticia de que el general Daza viene con 3,000 bolivianos; y este reducido numero comparativamente con el que Chile puede poner sobre las armas, ya hace que se diga que van a luchar con fuerzas desiguales (¡!)

A la fecha en el Litoral boliviano no debe haber ménos de tres mil ochocientos chilenos sobre las armas; pues todo el ejército de la frontera se marchó allí y aun continúan enviando fuerzas con gran actividad.

Mucho me ha llamado la atención el haberse enganchado para la marina mayor número que para el ejército de tierra, y según varios diarios, a haberse admitido a la mayor parte de los que querían engancharse, se habrían podido armar cinco buques mas!

Ya se vé, como los bolivianos no tienen marina...

El presidente Pinto y el ministro Fierro, que tan valientemente declararon la guerra a Bolivia, ¿serían capaces de asomar siquiera sus narices al teatro de la guerra, como lo hace hoi el general Daza, colocándose a la cabeza del ejército que no tardará en darse a conocer del mundo todo?

El lujo de pertrechos con que se ha querido intimidar a unos pocos pacos del Litoral, servirá ahora para Bolivia, pues tengo fé de que todo esto irá a parar en manos de los valientes que hoi vienen atravesando desiertos y pasando mil penurias a revindicar su honra, tan vilmente ultrajada por un gobierno que no ha tenido empacho en recibir bofetones del argentino, contentándose únicamente con llevar la mano a la mejilla nacional y frotársela para evitar el escosor consiguiente; pero estas frotaciones no han sido tan excelentes ni eficaces que hayan quitado el ardor bélico chileno, pues vernos que han querido sacarse el clavo con los indefensos del litoral. Solo así se esplica que hayan ido mas de 600 hombres de desembarque a tomarse, sin derramar sangre y sin resistencia, a unos pocos hombres armados de fusiles o sables solo para conservar el orden interno, o mas bien, el orden local, a lo que está reducida la acción de la columna municipal [policiales, como se llama en Chile.]

Luego saldremos de esta terrible ansiedad y lo que sea tronará.

¡Viva Bolivia!!

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"El Comercio". Año II n° 177. La Paz de Ayacucho, martes 11 de marzo de 1879.

Saludos

Jonatan Saona