22 de marzo de 2017

Parte de Echeverría

Feliciano Echeverría
Parte de Feliciano Echeverría sobre el combate de Los Ángeles

REGIMIENTO DE CAZADORES A CABALLO.

Moquegua, Marzo 25 de 1880.
Tengo el honor de dar cuenta a V. S. de la parte que han tomado los 300 hombres de caballería que marcharon al mando del que suscribe; de éstos, 200 Cazadores y 100 Granaderos a caballo que componían la división del mando de V. S., que tenía el encargo de tomar la retaguardia de las posiciones del ejército peruano, atrincherado en la cima de la cuesta de los Ángeles.

A las 9 P. M. del mismo día nos pusimos en camino pasando el río Ilo y tomando el camino que debía conducirnos al lugar designado, con el objeto de atacar y tomar la retaguardia del enemigo e impedir su retirada.

El camino por el que nos condujo el práctico, no era apropósito para caballería y artillería de montaña que llevaba la división, ni aun para la infantería por componerse de elevadas serranías y no haber un paso expedito en todo el trayecto para una división de las tres armas de que se componía nuestras fuerzas.

Al amanecer del día 22 del mismo, se nos presentó el enemigo en la caja del río y en las alturas del cordón del cerro de los Ángeles. Estas fuerzas se batieron con la vanguardia de la división que V. S. con tanto empeño procuraba llevar por el camino verdadero y más expedito para la marcha de nuestras tropas, tiroteo que sostuvo de 6 a 10 A. M. poco más o menos.

Al principiar el ataque V. S. dispuso que toda la división tomara las alturas de los cerros, para seguir batiendo al enemigo que ya V. S. lo había rechazado por el bajo del río, tomando éstos las alturas para continuar el ataque, que al efecto lo empeñó nuevamente hasta la hora ya indicada, siendo el enemigo
completamente derrotado.

En este estado la acción, recibí orden de V. S. para bajar de las alturas en que me encontraba con la caballería, y procurar de esta manera perseguir al enemigo ya en derrota, lo que efectué recorriendo una distancia de dos leguas más o menos hasta las alturas del cerro denominado Baúl, lugar donde recibí orden de V. S. para acampar, haciéndolo también toda la división.

El 23 a las 7 A. M. nos pusimos en marcha hacía la aldea Yacango; de este punto seguimos la marcha a Torata, donde nos reunimos con las demás fuerzas que dirigía el señor general Baquedano.

A las 6 P. M. del mismo día recibí orden de V. S. de regresar con la caballería de mi mando a esta ciudad.

Me hago un deber en manifestar a V. S. que la conducta observada por los señores oficiales y tropa de los regimientos de Cazadores y Granaderos a caballo, es digna de encomio, puesto que durante el combate y siempre que estuvieron al alcance del fuego enemigo, realizaron dos cosas difíciles que V. S. palpó; y que por la clase de cerros no se pudo evitar ni quitar la caballería por algunos momentos del lugar en que se encontraba recibiendo los fuegos del enemigo, en una distancia no menos de 400 metros; en todos estos casos se mantuvieron ambos regimientos a la altura de sus antecedentes.

Dios guarde a V. S.
FELICIANO ECHEVERRÍA


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Saludos
Jonatan Saona

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