"El ejército vencedor de Arica, regresó á Tacna. Calientes todavía los cadáveres de la batalla de Tacna, y del combate de Arica, flameando sobre el techo de su casa el pabellón de la Cruz Roja, cruzadas las puertas de esa casa por las bayonetas de las Guardias chilenas, ocurrió el siguiente interesante episodio que ha sido muy comentado por la prensa de las tres Repúblicas beligerantes.
Dos jefes chilenos le hicieron anunciar su presencia, y él ordenó que entraran. Recogieron aquellos el cortinado de la cama para saludarlo, y estrecharon su mano. Dice á este respecto "La Confederación'' de Sucre, en su número 14, á quien cedo la palabra:
"Digna de Camacho, ha sido la respuesta que vamos á consignar garantizando la verdad de ella.
Después de la derrota del 26 de Mayo en el "Alto de la Alianza" y cuando el General Camacho se hallaba en el lecho del dolor, de resultas de la gloriosa herida que recibiera en esa memorable jornada, fué visitado por don Arístides Martínez, Gefe de Estado Mayor General del ejército enemigo y el señor Valdivieso, Gefe de la plaza de Tacna ocupada militarmente.
La amabilidad de los gefes chilenos fué esquisita, y llevados por su carácter atraviliario, tuvieron esta conversación:
"Vemos señor Coronel Camacho, decían los araucanos, que sus heridas mejoran y nos prometemos que en breve estarán ellas radicalmente curadas para tener el placer de que vaya usted á dar un paseo por Chile y tenga la ocasión de apreciar por sí mismo el cariño que tanto el pueblo como el Gobierno de Chile, profesan á usted y al pueblo boliviano. Entonces tendrá oportunidad favorable para arreglar nuestras disidencias de un modo equitativo, puesto que encontrará usted muy buena disposición en el Gobierno de Santiago para entenderse amigablemente".— Agradezco á ustedes, contestó el General Camacho, sus buenos oficios; tanto mas, cuanto que me manifiestan muy oportunamente el pensamiento que abrigan de llevarme prisionero.... Ahora mismo daré orden á mis cirujanos de que suspendan la curación de mis heridas para evitarme disgustos futuros.— ¿Piensa, acaso, suicidarse el General Camacho?— No lo sé: pero es la verdad que prefiero el panteón de Tacna á los paseos por Chile, mucho más, si ellos me han de ofrecer motivos para renegar de la dignidad de los hombres...
Después de esta conversación en que se manifestó muy displicente nuestro bravo General, se retiraron mohinos los bandidos del Mapocho admirados de encontrarse con un hombre tan recto como lo es el General Eliodoro Camacho". (1)
Este amor chileno es solo comparable á la Guardia de honor que custodió al prisionero mortalmente herido.
Los jefes chilenos quedaron atónitos, contemplando la grandeza de alma de este hombre, y quizá germinó en la memoria de aquellos, la imagen grandiosa y sombría de Bonaparte en el peñasco de Santa-Elena."
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(1) Véase «El Heraldo» de Cochabamba N° 28l de Junio 26 de 1880. "Trascripción". (N. del A.)
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Lemoine, Joaquín. "Biografía del General Eliodoro Camacho". Buenos Aires, 1885.
Saludos
Jonatan Saona
Solo que Camacho era coronel en el ejército boliviano, y con ese grado se batió en la batalla del Campo de la Alianza.
ResponderBorrarRaúl Olmedo D.