18 de marzo de 2025

Carta sobre Calama

Recorte de diario
Carta boliviana narrando el combate de Calama

“Señor D.......
Antofagasta marzo 27 de 1879.

Mui estimado amigo:
Salí de Calama el día 19 a horas nueve de la noche. El 20 encontré al coronel Zapata en Miscante.

Cuando llegué a Cobija encontré en su bahía cinco buques de guerra chilenos, vi al amigo Echazú con 2 policiales, uno de ellos armado de sable y el otro con un fusil en mal estado; al salir de Calama dejé una pequeña fuerza de voluntarios y de los policiales que salieron de Caracoles. Entre ellos estaban muchos de nuestros amigos. 

Tenían 20 rifles de 16 tiros, unos veinte o treinta de un tiro, y los demás eran fusiles viejos, algunos con amarras de cuero y otros de cordeles, los que se compusieron en la única herrería que había en Calama, y esta era de un chileno, que indudablemente los compuso mal. El total de los de Calama era de 150.

El 21 atacaron 1,000 hombres de línea y 2,000 rotos armados de puñal a los defensores de Calama.

Entre los chilenos, o en el ejército chileno había 150 hombres de caballería llamados cazadores. Llevaban dos ametralladoras y cañones de montaña. El combate duró cinco horas: de parte de los invasores hubieron 180 muertos y 320 heridos.

Este hecho de armas es una gloria para Bolivia, y se debe todo esto principalmente a nuestro amigo Eduardo Abaroa, y en segundo lugar a la actividad y buen tino del doctor Cabrera. Es indudable que si están los 150 bien armados y no les falta municiones, hubieran sido rechazadas las huestes chilenas.

Creo que el General Daza con mil de sus soldados, barrerá de rotos este Litoral y lo recuperará. Yo
espero darle un abrazo aquí mui pronto, etc., etc.

El doctor Cabrera y el Prefecto Zapata quedaban en salvo, después de haber sido perseguidos tenazmente.

Lo mismo sucede con la mayoría de los demás gefes bolivianos, que llegarán a 30.

Los chilenos solo han hecho prisionera alguna gente de tropa.

La lucha ha empezado pues.

¡Quiera el cielo, que los combatientes se mantengan dentro de los límites de la civilización!

Mucho tememos que en el combate de Calama no haya sucedido ésto, para vergüenza y oprobio de la América.

En todo caso, los responsables serán los promotores del actual conflicto.

La sangre que se derrama caerá sobre la conciencia chilena, como un torrente del plomo ardiente sobre la cabeza de los hijos de Caín."


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"El Comercio". Año II n° 189. La Paz de Ayacucho, miércoles 9 de abril de 1879.

Saludos
Jonatan Saona

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