17 de marzo de 2022

Flores sobre la Unión

David Flores
"Entrada de la Corbeta "Unión" en Arica, el 17 de Marzo de 1880

La efemérides de la entrada de  la “Unión”, al puerto de Arica, forzando al bloqueo de las naves chilenas, es oportunidad de rememorar hechos que deben servir de fundamento para la deducción lógica de la verdad histórica. 

Concepto vulgar, muy extendido por los detractores de la dictadura de 1880 aceptado hasta por muchos de los que actuamos en la guerra con Chile, ha sido que la arriesgada expedición de la “Unión" no tuvo más objeto “que engañar a la Nación, haciéndola creer que había llevado grandes auxilios al desnudo ejército de Tacna" (Paz Soldán. H. de la G. 412). Tal aseveración se desvanece con el conocimiento de los hechos que paso a narrar, sin más interés que destruir prejuicios basados en inexactitudes, que, falseando la historia, son dañosas para la apreciación de los hombres que en esa época dirigían los destinos de la nación. 

En los primeros días de Marzo de 1880 se rumoreaba en Lima una próxima expedición de la “Unión" y efectivamente el día 11, los que tripulábamos la Lancha torpedo “Alianza”, Teniente Manuel Fernández Dávila, Alférez de Fragata que suscribe y Guardia Marina Juan de Mora, recibimos la orden de aprovisionamiento de la embarcación para salir al sur en la Corbeta “Unión". Al par que nosotros, se alistaba el "Talismán" para conducir al General Leyva con su Estado Mayor y los equipos correspondientes para los cinco mil hombres, que ya, en los cuarteles de Arequipa, debían organizarse para auxiliar al ejército de Tacna. El Estado Mayor y equipo que conduciría el “Talismán”, debían desembarcar en el puerto de Quilca, pues no era posible hacerlo en Mollendo ni en Ilo donde los chilenos estaban vigilantes.

En la tarde del 12 instalamos la lancha en la cubierta de la “Unión” que había embarcado también unos cajones rotulados para Arica y que dijeron ser calzado; a las 11 y media de la noche, nos hicimos a la mar y pocas horas después que nosotros salía el “Talismán" con rumbo a Quilca.

En la madrugada del 15 entramos con la “Unión" al puerto de Quilca donde nos encontramos con el “Mendoza", vapor inglés de la carrera, que nos dió algunas noticias de la escuadra chilena, continuando nuestro viaje, a toda máquina, hacia el sur; a las 4 de la mañana del 17, la “Unión" despidió un bote ligero tripulado por el Teniente Rodriguez para avisar la presencia de la Corbeta en el puerto de Arica, donde tomó fondeadero, al aclarar el dia, entre el muelle y el Manco Cápac.

La escuadra bloqueadora, sorprendida con la presencia de la "Unión" y de la lancha torpedo que engrosaban la defensa del puerto, destacó al Matías Cousiño para Ilo, de donde regresó al día siguiente con el resto de la escuadra chilena que estaba en aquel puerto. Al acercarnos al puerto de Arica en la madrugada del 17, la lancha encendió sus fuegos de manera que al largar la “Unión" el ancla, aquella pudo ser arriada de los pescantes y ponerse en movimienio inmediatamente. El Capitán del puerto, comandante Raygada, recibió el buque, y en seguida se desembarcaban los cajones rotulados para Arica, al mismo tiempo que embarcaban dos lanchas de carbón pedidas por el Comandante Villavicencio, seguramente con el ánimo de volver a romper el bloqueo aprovechando de la oscuridad de la noche, sin tener en cuenta la actitud del enemigo pocos momentos después. 

A las doce del mismo día 17, los buques bloqueadores puestos en movimiento, iniciaban el combate concentrando sus fuegos sobre la “Unión”, a lo que defendían los cañones del Morro, cuyos efectos ya conocían los chilenos; sin embargo, como a las dos horas de iniciado el combate, un proyectil del Blanco enfiló a la Corbeta por la proa, entrando a la caja de humo, y al explotar, hizo salir por la chimenea, una gran columna de fuego y de humo en forma tan aparatosa, que no solo los chilenos y neutrales se engañaron, sino que nosotros mismos creímos que ya la "Unión" no saldría más de Arica. 

Barros Arana comenta el hecho como "una estratagema bien ideada de Villavicencio" (T. 1°.; pág. 243 H. de la G.) y Bulnes dice: "La Torre (el Contra Almirante) se equivocó creyendo que los perjuicios de la "Unión" eran mayores que la realidad" (T. 2°; pág. 156).
 
Con el hecho producido, los buques bloqueadores suspendieron el ataque y se retiraron a su fondeadero a 6 millas al norte del puerto. Enseguida el jefe de la plaza de Arica, Coronel don José de la Torre, se constituyó a bordo de la "Unión" y aprovechando de esta circunstancia, atracamos con nuestra lancha y subimos bordo el Teniente Dávila y yó, para informarnos de lo que allí pasaba. En la cubierta se atendían algunos heridos y hacía la limpieza, mientras el Coronel La Torre rodeado de la plana mayor del buque, inquiría con vehemencia, de las averías sufridas. El Comandante Aljovin manifestó: que las averías no eran de consideración que impidieran al buque hacerse a la mar. Entonces el Coronel La Torre entusiasmado por las declaraciones de los jefes dijo: "Pues, caballeros, a disfrutar de esta gloria al Callao". Era la orden del jefe de la plaza, que el Comandante Aljovín recogió y adelantándose dijo al Comandante Villavicencio: "Con su permiso Comandante, voy a hacer levar el ancla". El Comandante asintió, ordenando levantaran la escala en seguida que despidió al Coronel La Torre. Pocos minutos después la "Unión" para acelerar su maniobra, desengrilletaba su cadena del ancla, que la "Alianza" ayudó a asegurar en la boya, y se puso en movimiento a toda máquina con rumbo al sur muy pegada a la isla del Alacrán mientras los bloqueadores se mantenían aguantados sobre ir máquina a 6 millas al norte del puerto. Acompañamos a la "Unión" unas pocas millas y regresamos al puerto tomando el fondeadero al costado del '"Manco Capac".
 
Como era de suma importancia trasladar Arequipa al Estado Mayor y equipo de la división Leyva, se despachó al "Talismán" para Quilca, donde 300 mulas estaban esperando su llegada para transportar su cargamento; mientras tanto, la "Unión" debía distraer la atención de la escuadra Chilena para que el "Talismán" no fuera sorprendido, y esta que fué la verdadera misión estratégica de la "Unión"; se mantuvo entonces en el más absoluto secreto. 

El doctor Mariano Becerra, que vive en Ilo y formó parte de la plana mayor de la división Leyva que iba en el "Talismán" me ha referido lo que allí pasó entonces. En la mañana del 15 de marzo, en que iban en demanda del puerto de Quilca, avistaron por la proa los dos humos, el de la "Unión" y el del vapor "Mendoza", que ellos tomaron por los del enemigo; que se formó un consejo de guerra y se decidió virar en redondo para llegar a Pisco al amanecer del 17, cuando la "Unión" entraba a Arica cumpliendo su cometido. 

Años después conversando con el Coronel don José de la Torre, poco antes de su muerte en Puno, me mostró un telegrama del General Montero en que le decía: "Vare la Unión y salve lo que pueda". Me dijo entonces, que ese telegrama lo había tenido en su bolsillo cuando se constituyó a bordo de la "Unión" y que ordenó la salida del buque, sin hacer mérito del referido telegrama. Así pretendía restar al Comandante Villavicencio el mérito de la salida de la "Unión" de Arica, atribuyéndola a la orden que él dió de salir del referido telegrama. Así pretendía restar al Comandante Villavicencio el mérito la salida de la "Unión" de Arica, atribuyéndola a la orden que él dió de salir del puerto, en vez de cumplir la de vararla. 

Las noticias registradas por "El Comercio" y "El País", de aquella época, concuerdan con los fundamentos de que hago mérito, para deducir las siguientes conclusiones: 

Primero: Que el Gobierno decretó formación de una división de 5 mil hombles y nombró al coronel Leyva y su estado mayor, para que organizaran a los reclutas acuartelados en Arequipa. 

Segundo: Que el 12 de marzo del Callao la "Unión" y el con el objeto princir,al de desembarcar en Quilca al Estado Mayor de Leyva con el correspondiente equipo que llevaba a bordo del "Talismán".

Tercero: Que si hubiera desembarcado el material del "Talismán" en Quilca el 15 de marzo, la División Leyva se habría organizado unos días después con tiempo suficiente, hasta Mayo, para instruirla y disciplinarla en Arequipa, constituyendo un refuerzo efectivo para el ejército del Sur. 

Cuarto: Que el desembarco del Estado Mayor de Leyva y su material en Pisco, para conducirlo por tierra hasta Arequipa, dió lugar a que la tropa recibiera el armamento solo en los últimos días de mayo, en que abandonaron los cuarteles para trasladarse a Moquegua en mérito de las conminatorias “Apure Leyva”, sin que los soldados conocieran siquiera el manejo del arma que habían recibido. 

Quinto: Que la salida de la Unión como descubierta del “Talismán", para que éste desembarcara su cargamento en Quilca, aunque se le hubiera dado por perdida, la división Leyva organizada con oportunidad, pudo constituir factor decisivo como auxiliar de nuestro ejército del sur; y finalmente.

Sexto: Que el hecho de haber salido, en la misma noche la “Unión", con unos cuantos cajones de zapatos y el “Talismán” con un Estado Mayor y equipo para cinco mil hombres, revela claramente que el mayor interés debió ser el éxito del “ Talismán” y no el de la “Unión", que en realidad solo llevaba la misión estratégica para conseguir que el “Talismán” no fuera estorbado en su operación de desembarque en Quilca.

Lima, 17 de marzo de 1929.

Cororel M. D. Flores.


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Revista de la Sociedad de Fundadores de la Independencia, Vencedores del 2 de mayo de 1866 y Defensores calificados de la Patria. Año II. n° 6. Enero-Marzo 1944.

Saludos
Jonatan Saona

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