12 de junio de 2020

David Flores

David Flores
Coronel M. David Flores

Este sobreviviente del combate de Arica nació en Moquegua y pertenece a expectable familia de esa ciudad. 

Por su foja de servicios, que hemos tenido a la vista, venimos en conocimiento de que en 1873 ingresaba en la Escuela Preparatoria y Naval del Callao y que en 1877 se embarcaba, en la corbeta Unión con el grado de guardia- marina, buque en el que permaneció hasta enero de 1880, asistiendo en el mismo a la toma del transporte chileno Rímac, al combate de Chipana con la Magallanes, al de Angamos contra la escuadra chilena, convoyando al Huáscar, la ruptura del bloqueo ele Arica el 27 de marzo de 1880, en su carácter de oficial de la dotación de la torpedera Alianza; conducida y dejada con su tripulación en el citado puerto por la corbeta Unión, en la cual como tripulante de ésta, hizo, también, el infructuoso viaje hasta el estrecho de Magallanes, enviada por el gobierno con el objeto de apresar un buque que conducía armamento para Chile; 

Practicó el 25 de mayo en la citada lancha Alianza -de la que era jefe el teniente ariqueño de la armada armada nacional Manuel Dávila- el reconocimiento del Morro de Sama, siendo interceptada a su regreso a Arica por los buques chilenos Magallanes y Covadonga, a los que envistió con su torpedo de botalón y puso en fuga, logrando, de esta manera, penetrar al puerto: lo que valió a sus tripulantes una honrosa orden del día del coronel Bolognesi; asistió al combate de Arica, el 7 de junio de 1880, salvando a algunos oficiales que quedaron a bordo del monitor Manco Cápac para llevar a cabo el hundimiento de este buque. 

Cuando todo estaba ya perdido y la plaza en poder del enemigo, la Alianza -de la que el alférez de fragata Flores era segundo jefe- puso proa al norte, saliendo sobre la escuadra chilena, que cerraba el puerto, varios de cuyos buques la persiguieron y cañonearon durante todo el día; viéndose obligado su comandante a vararla en la punta de Quiaca y volarla con uno de sus propios, torpedos. En seguida emprendieron la fuga por la costa, amparados por la obscuridad de la noche. Al día siguiente fueron prisioneros del enemigo en la pampa de Salinas, conduciéndoseles a Arica y de allí a San Bernardo, junto con los prisioneros del Morro y del Campo de la Alianza.
De regreso al Perú, se dedicó en su ciudad natal a explorar sus propiedades agrícolas, hasta 1895, en que, una vez más, don Nicolás de Piérola se presentaba en la palestra revolucionaria, apoyado por la coalición de la Unión Cívica y del Partido Demócrata, a trabajar por el derrocamiento del segundo gobierno del general Cáceres. Antiguo partidario de este caudillo, se dirijió sin pérdida de momento a Iquique, de donde pocos días después salía en frágil embarcación a remo con destino a Bujama conduciendo armamento y municiones. 

Triunfante la revolución, fué nombrado subprefecto de Cerro de Pasco; y, convencido Piérola de su lealtad política, le dio el encargo de formar una división de las tres armas, con la que salvó a Huánuco de ser asediada por siete mil indios. 

Derrotó a las fuerzas contra-revolucionarias, que apoyaban las indiadas de la quebrada de Huaranga, en las alturas de Chincha, y después en Cerro de Paseo, a las mismas. 

Siendo prefecto de Puno. develó un movimiento subversivo iniciado por las fuerzas de policía. 

Tomó participación con el doctor Durand en el movimiento del 1°. de mayo, batiéndose en el Cerro de Pasco, donde fué hecho prisionero. 

También tomó la participación en el movimiento del 29 de mayo, siendo preso en Palacio. 

Sus ascensos, hasta el de coronel, con cuyo grado está inscripto en el escalafón militar, le han sido conferidos uno a uno, en atención a sus relevantes merecimientos.
Actualmente se halla en retiro, dedicado a la explotación de sus fondos agrícolas de Moquegua.


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Texto tomado de: Gerardo Vargas Hurtado "La Batalla de Arica" Lima, 1980.

Saludos
Jonatan Saona

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