12 de julio de 2023

Manuel Baquedano

Manuel Baquedano
Manuel Baquedano

Jeneral en jefe del ejército vencedor en la campaña del Pacífico. Con este brillante título será reconocido en la historia americana el altivo guerrero cuyo nombre i hazañas. representan mas pura gloria de Chile. Mas afortunado que sus predecesores, cúpole la fortuna de conducir al triunfo definitivo a los vencedores del sur, que habían sentado las bases de la victoria. Fué afortunado, pero merecía serlo. 

La campaña del Pacífico consta de cuatro cuadros que llevan al pié el nombre de artistas de bien acreditada nombradía. El dilijente Arteaga, el gran organizador de las primeros días, grabó su nombre en Antofagasta; el caballeresco Escala dibujó el poderío chileno en Tarapacá; el jeneral Baquedano ha legado el suyo a las conquistas de Tacna i Lima. Cinco grandes combates proclaman la gloria del ilustre vencedor; ella trepó infatigable por la cuesta de los Anjeles, dominó la colina de Dolores, se enseñoreó en la quebrajosa planicie de Tacna, escaló los baluartes de Arica, i se estasió en las llanuras i sierras de Chorrillos i Miraflores. 

Bastaba una sola de estas batallas para la gloria de un jeneral; alguien ha dicho que esas cinco eran los cinco mandamientos de la lei de la santa madre Patria. 

—¿Quién es el jeneral Baquedano?— preguntaba un ilustrado campeón de la prensa Santiaguina. 
I se respondía: 
—Es el jeneral que ha ganado mas batallas América. 
He aquí una constelación de estrellas colocadas sobre las sienes de un guerrero. 

Hai en Baquedano el organizador, el jefe i el saldarlo. Como organizador, ha sabido formar campamentos i constituir ejércitos; como jefe, su nombre ha sido bastante prestijioso para ser el alma i el centro de cuarenta mil chilenos; como soldado, los ha conducido imperturbablemente a la victoria. Conoce a sus hombres, i sus hombres lo conocen a él i confían en él. Esta confianza, cimentada por el respeto cariñoso de los soldados al jefe, es la base inamovible de la victoria.
 
Porque el soldado es irresistible cuando sabe que una mano certera i poderosa lo conduce por el camino por donde se triunfa i es incapaz de empeñarlo en el sendero en donde se muere, sin honra ni gloria. 

Decía Napoléón: —Mas temo a un ejército de ciervos mandados por un león que a un ejército de leones mandados por un ciervo. 

Por esta vez, era un león el ejército de leones; he aquí el porqué del triunfo, la lójica de la victoria. 

Hai muchas buenas cualidades que perfilan el carácter del jeneral Baquedano. Ante todo, es honrado, 
pero con honradez irreprochable; desconoce las falsías del político i no sería capaz de engañar ni a sus enemigos; diré de paso que tiene mas enemigos que los enemigos de Chile. 

—En seguida, es franco, pero con una franqueza llevada a hasta la injenuidad del niño. Baquedano no acostumbra entrabar su pensamiento con las argucias del cortesano, ni disfrazarlo con los rodeos del intrigante.
—I como franco i honrado es leal i sincero. El transeúnte no puede desprenderse de su sombra, como Baqueano no puede desprenderse de su palabra una vez empeñada como caballero. —No necesito agregar que es valiente a toda prueba, aún a prueba de peligros de muerte. Su valentía ha pasado a ser proverbial; en lo mas crudo de la batalla, se le oyó decir -¡Quisiera no ser jeneral, para tener el derecho de batirme como soldado! 

Baquedano no es hombre de círculo, ni camarilla; desconoce por completo los reglamentos de los partidos políticos, i su corazón es bastante noble para albergar propósitos mezquinos i afecciones estrechas. No tiene compromisos de odio sistemático, ni cariño ciego. No es un político en el pobre sentido de esta palabra. No conoce mas partido que el de Chile; la gloria de Chile es su ambición única, el triunfo de Chile es el único programa suscrito por el desposado de la victoria. 

Pero es un gran jeneral. Para serlo, posee el espíritu de órden, la intelijencia que organiza i la cabeza que manda, a mas del corazón que siente. Tiene el culto de la disciplina, i su severidad raya en la exijencia estrema al tratarse de los puntos que atañen al honor de la milicia i al deber del soldado. 

Es bastante sabido que Baquedano no es un orador. Su palabra es difícil, i su diccionario familiar consta de monosílabos i palabras sueltas; pero hai en sus monosílabos mucha conciencia enérjica i mucha decisión robusta. I luego, no es la palabra la que vence, cuando la victoria está cifrada tan solo en la potencia del brazo i en la altivez del alma. 

Hé aquí perfilada a rasgos la noble figura del vencedor chileno. Termina reproduciendo la frase de elojio dedicada a un ilustre guerrero: —Nada faltaba para su gloria; solo él faltaba a la nuestra. 

Caigan sobre su frente las bendiciones de un pueblo agradecido.


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"Álbum Musical Patriótico". Año I, num 3. Santiago, marzo 16 de 1881.

Saludos
Jonatan Saona

1 comentario:

  1. De las citadas batallas, solo Ángeles, Tacna, Arica. Chorrillos y Miraflores fueron libradas con Baquedano en la comandancia en jefe. En Dolores - que aquí se cita como uno de sus logros - Baquedano no siquiera estuvo presente.

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