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| Mariano I. Prado |
Arica, julio 25 de 1879.
Excelentísimo señor General don Luis La Puerta
Excelentísimo señor General don Luis La Puerta
Lima.
Mi apreciado General y amigo:
Como he tenido el gusto de anunciarle en mi telegrama, hoy a las 10 de la mañana fondearon en este puerto el Huáscar y la Unión, trayendo al transporte chileno Rímac, apresado a la altura de Antofagasta, con el regimiento de caballería Yungay íntegro, fuerte de 250 plazas, al mando del coronel Bulnes, jefe distinguido del Ejército Chileno.
Como he tenido el gusto de anunciarle en mi telegrama, hoy a las 10 de la mañana fondearon en este puerto el Huáscar y la Unión, trayendo al transporte chileno Rímac, apresado a la altura de Antofagasta, con el regimiento de caballería Yungay íntegro, fuerte de 250 plazas, al mando del coronel Bulnes, jefe distinguido del Ejército Chileno.
Por la comunicación oficial que se dirige al Ministerio, se informará usted de los detalles y pormenores de esta valiosísima presa hecha por nuestros buques, con tan buena fortuna en esta ocasión. Es un golpe este de la mayor importancia, especialmente por las circunstancias en que se ha realizado. El efecto que la noticia de este hecho produzca en Chile debe ser tremendo, y en el Cuartel General de Antofagasta no será me nos abrumador; acaso sirva para desconcertar al enemigo en su plan, que según últimas noticias bastante autorizadas es de próxima invasión al territorio peruano, desembarcando o por el Morro de Sama, o por algún punto de la costa entre Pisagua e Iquique, o entre Iquique y Patillos.
El Huáscar y la Unión han estado felices en esta expedición, pues han logrado apresar también tres buques de vela que están en viaje al Callao con madera, carbón y cobre; habiendo destruido además todas las lanchas de los puertos chilenos hasta cerca de Coquimbo.
Los prisioneros no tienen de qué quejarse, pues tanto a bordo como en tierra han recibido buen tratamiento y ha sido notable la actitud digna del pueblo, que tranquilo y silencioso asistía al desembarco.
Se ha tomado en el Rímac un crecido número de comunicaciones, algunas muy importantes. De ellas se colige que nuestro espionaje estaba regularmente establecido por la exactitud que han tenido en suministrarme datos acerca de los recursos, elementos, fuerzas y planes del enemigo.
Es digna de atención la uniformidad que se nota en estas comunicaciones, tanto de hombres como de mujeres, en cuanto a la opinión arraigada en Chile de que el triunfo es seguro para ellos. No les cabe la menor duda, tal es la idea que en todas las clases de la sociedad se tiene de la superioridad de sus fuerzas de mar y tierra. Al mismo tiempo revelan esas comunicaciones el descontento que hay en el pueblo chileno por la inactividad en las operaciones de la guerra; por eso digo al principio de esta carta que no será extraño, que la noticia del apresamiento del Rímac excite y haga estallar la impaciencia popular.
Oportunamente daré a usted aviso de la salida de nuestros buques en demanda de una nueva expedición que he concebido, ella es bastante atrevida y tiene sus peligros, pero también está llamada a darnos grandes resultados. En la situación en que estamos colocados no nos queda otro recurso que acometer empresas audaces, para procurar debilitar de ese modo la gran superioridad marítima del enemigo.
Mariano Ignacio Prado.
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Denegri Luna, Félix. "Las cartas del general Prado al general La Puerta" publicado en "Revista Histórica" Tomo XXXII. Lima, 1979.
Saludos
Jonatan Saona
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