6 de abril de 2023

Discurso Dulanto

Martín Dulanto
Discurso del señor Dulanto a nombre de la Facultad de Medicina:

Señores:
El pueblo de Chile que, con mengua de su propia dignidad, pisotea y enloda hoy los baluartes que sus padres le conquistaron ayer en Chacabuco y Maipú, acaba de escarnecer la civilización del siglo XIX con la traidora y alevosa ocupación de Antofagasta.

El pueblo de Chile que, sin decoro ni sinvergüenza, salta hoy villanamente por encima de la moral, de la justicia y del derecho, acaba también de romper la preciosa confraternidad americana, que a fuerza de tantos sacrificios como heroísmo fundaron San Martín, Sucre y Bolívar.

El pueblo de Chile, señores, hambriento de riquezas y dispuesto como siempre a tomarse lo ajeno por la razón o la fuerza, no escucha jamás los consejos del amigo, si tienden a moralizarlo; y para mayor vergüenza de sus hijos, paga con negra ingratitud nuestra leal y sincera mediación de paz, en su presente conflicto con Bolivia.

La cancillería chilena, que parodiando el 14 de febrero último, en los desiertos de Atacama, la torpe y ridícula conducta de Pinzón y Mazarredo, en las islas de Chincha, el 14 de abril de 1864, pretende a título de reivindicación ensanchar sus dominios, por el norte, hasta el grado 23, al ver sin duda que los valientes hijos de Bolívar y los vencedores del 2 de mayo de 1866 jamás cometerán un robo tan descarado, podemos hacerle correr muy pronto a sus huestes de mar y tierra, la misma suerte que corrieron las naves de Méndez Núñez en las aguas del Callao.

Chile, señores, que ayer no más se cruzaba de brazos y humilde recibía el bofetón, que la España le diera en Valparaíso, cobarde y deshonrosamente huye hoy de Santa Cruz, para precipitarse luego, cual ave de rapiña, sobre un territorio indefenso de Bolivia.

En Valparaíso y San Cruz estaba la honra solo, pero no había salitre que explotar. La honra de los chilenos está, señores, en el bolsillo.

Chile, señores, que en todas sus empresas no busca más que el tanto por cierto, quiebra hoy, sin pudor, su amistad con el Perú, sus periódicos nos insultan, su plebe destroza nuestro escudo en Valparaíso y Antofagasta, y su gobierno arroja en nuestra faz el guante de desafío de la guerra. Quiere Chile guerra y guerra es preciso llevarle hasta el centro mismo de su poder.

A las armas, pues, compatriotas, y no olvidemos jamás que aquella bandera, emblema de nuestra nacionalidad, simboliza también el valor y la nobleza que siempre nos han distinguido.

Miradle bien señores; ella es roja como la sangre que derramaron nuestros padres en Junín y Ayacucho por la libertad de toda la América; blanca y pura como nuestros sentimientos y gloriosa como nuestras armas, en la gigantesca lucha de nuestra independencia.

A las armas, pues, compatriotas; que nuestro pabellón reúna hoy en torno suyo todos los partidos políticos sin distinción alguna. La gloria nos espera en Antofagasta. El triunfo será nuestro indudablemente porque Dios protege siempre las causas justas; y tengamos además muy presente que los hijos del Mapocho acostumbrados desde su cuna a la humillación del azote y al sable del gendarme, no pueden tener ni la altivez ni la energía necesarias para resistir a nuestros valientes soldados.

Viva el y Perú Bolivia, señores.
Mueran los hijos espurios de Sud-América.


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Diario "La Patria", año VIII n° 2343. Lima, Domingo 6 de abril de 1879.

Saludos
Jonatan Saona

2 comentarios:

  1. Una apreciación prebélica aventurada, por cierto. Los humildes hijos del Mapocho si tuvieron la altivez y energías necesarias como para resistir a sus valientes adversarios. Y un poco más.

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  2. Pero no dice porque se produjo la ocupacion, quien violo el ttratadotratado,Bolivia o Chile?

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