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| Lizardo Montero |
Discurso de Lizardo Montero en el mitin del 6 de abril de 1879
El señor alcalde del H. Consejo Provincial, contra-almirante don Lizardo Montero, dijo:
“Conciudadanos:
El Consejo provincial que tengo la honra de presidir, os aguardaba, y os contempla orgulloso de vuestro patriotismo. Este meeting asegura los triunfos de mañana, no es la reunión de muchedumbres tumultuosas a quienes devora la sed de sangre: es la solemne y grandiosa asamblea de los hijos de esta patria que supo siempre hermanar su indomable valor y la santidad de la justicia.
Conciudadanos:
Como Alcalde provincial, de Lima, os doy la bienvenida a esta reunión, como soldado os pido este mismo ardimiento, esta misma decisión, para exclamar hoy y siempre viva el Perú.
¡A las armas y al combate,
Hasta el día de la victoria!”.
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Conclusiones aprobadas en el Meeting de hoy.
El Pueblo de Lima.
Considerando:
1° Que los actos practicados por el Gobierno Chileno, desde la violenta ocupación del litoral boliviano hasta la declaratoria de guerra al Perú, importan una amenaza a la soberanía y a los más sagrados intereses nacionales.
2° Que los momentos actuales es necesario rodear al gobierno, sin distinción de colores políticos, y robustecer su autoridad, para defender con eficacia la honra y los intereses nacionales.
Resuelve:
1° Protestar en nombre de la justicia, de la civilización y de la confraternidad americana, de los procedimientos con que el gobierno de Chile viola sistemáticamente estos tres principios sagrados.
2° Declarar que comprende y está resuelto a cumplir, sin restricción de ninguna especie, los deberes que el patriotismo y la situación le imponen.
3° Poner estas declaraciones en conocimiento del Supremo Gobierno, para que sepa que puede contar con el patriótico concurso del pueblo de Lima, ya se trate de las personas o de sus bienes."
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Diario "La Patria", año VIII n° 2343. Lima, Domingo 6 de abril de 1879.
Saludos
Jonatan Saona
De todas las declaraciones y discursos pronunciados en Perú en esos días de exaltación, la del almirante Montero es la única mesurada y carente de insultos al adversario. Y, sin embargo, en mi opinión es la más irresponsable. Llamar a sus conciudadanos a las armas y al combate, citándolos para el día de la victoria, siendo el mismo un marino de larga carrera, con severa formación militar, no es coherente con la información que el almirante debió manejar.
ResponderBorrarÉl tuvo que estar al tanto de la realidad militar y naval del Perú, de su absoluta carencia de logística, de recursos y de crédito en el extranjero, de unidad política y social en la coyuntura y de la capacidad de sus mandos militares.
No falto valor en el Perú en esa guerra, y sus oficiales y tropas veteranas supieron sucumbir heroicamente en los primeros encuentros. Pero, sucumbiendo así no se gana ninguna guerra. Recién hacia la campaña de Lima sus mandos militares mejor dotados tuvieron la oportunidad, aunque limitada, de mostrar de lo que eran capaces (Cáceres). Pero esa decisión de luchar aprovechando las ventajas de su propio terreno - que se probó exitosa - lo hicieron en la sierra, con su capital ya ocupada.
Perú debió dejar pasar la crisis de 1879, aprovechando el texto mismo del Tratado secreto de 1873, y dedicar los siguiente dos o tres años a armarse y a trabajar seriamente su interno pacto social, hasta cohesionar al país tras un propósito bélico común. Y luego buscar, en buenas condiciones militares y saneada su economía, la definición con Chile que se había hecho inevitable.