2 de enero de 2019

Rufino Torrico

Rufino Torrico
Coronel don Rufino Torrico
(Texto tomado de "El Perú Ilustrado" Lima, 03 de setiembre de 1887)

Lima, la muy noble capital de la República Peruana, es la cuna del señor Coronel Don Rufino Torrico, cuyos apuntes biográficos vamos á trazar ligeramente.

Fueron sus padres el Benemérito señor General Don Juan Crisóstomo Torrico y a respetable señora Doña María Manuela de Mendiburu, quienes le enviaron, á la edad de siete años, á la República de Chile, con el fin de que allí hiciera sus estudios para agrimensor; lo que verificó mostrando notable aprovechamiento, hasta los quince años, en que regresó al Perú á terminar sus estudios en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe de Lima, pasando en seguida al ejército.

Sus servicios militares datan desde el año 1851 en que fué dado de alta en el regimiento «Lanceros de la Escolta» en la clase de Alférez. Ascendió después á la clase de Teniente y el año de 1854, asistió á la batalla de la Palma, en la clase de Capitán del mismo Regimiento.

Después se retiró del servicio y estuvo ausente en Europa, hasta 1860, en que regresó á la patria é ingresó nuevamente al ejército, dándose de alta en el batallón "Pichincha N.° 3", deseoso de conocer el arma de infantería, y por compromiso con el Gran Mariscal San Román, que debía hacerse cargo del mando Supremo de la República. 

El año 1863 fué ascendido á la clase de Sargento Mayor efectivo, y llamado por el General Don Juan Antonio Pezet para organizar el Escuadrón "Húsares de la Escolta" cuyo primer jefe fué el señor Coronel Don Felipe S. Coz, habiendo merecido entonces el ascenso de Teniente Coronel.


Terminada la administración del General Pezet, el Coronel Torrico volvió á Europa, y regresó el año de 1868, en circunstancias de la caída del General Don Mariano Ignacio Prado; y el General D. Pedro Diez Canseco, que se hizo cargo del mando Supremo, lo nombró en varias comisiones de importancia, entre ellas la de inspección del Colegio Militar y Comandante de la compañía de cadetes.

Elevado á la primera magistratura el Coronel Don José Palta, nombró al Comandante Torrico 2° Jefe del Regimiento "Lanceros de Torata" que se hallaba en el Norte de la República, en donde Torrico prestó los importantes servicios por los que mereció el grado de Coronel, sin haber querido aceptar el mando del Regimiento como su primer Jefe, por razones de la política que venía desarrollándose entonces.

Retirado á la condición de indefinido sin ocuparse más, de la cosa pública, permaneció atendiendo á sus propios intereses hasta la declaratoria de guerra hecha por Chile al Perú en 1879.

Habiendo sido elegido miembro del Concejo Provincial de Lima, sus compañeros lo eligieron también Alcalde de esa corporación, en virtud de haber presentado su renuncia de ese cargo el Doctor Don Melitón Porras: puesto que aceptó el señor Coronel Torrico no sin alguna resistencia de su parte, pues habría querido estar con un rifle en la mano y pelear como soldado, en defensa de su patria, por ser esto más compatible con su carrera de las armas.

En virtud de las facultades, amplias en todo sentido, que recibiera del señor Piérola, como autoridad absoluta sin sujesión á ninguna ley, el señor Torrico trató activamente de la organización de la Guardia Urbana de Lima; de la formación del Hospital de Sangre, en el Palacio de la Exposición; del nombramiento de un Tribunal compuesto de personas muy notables, así como de los Jueces que daban plena garantía de sus actos. Todo marchaba tan satisfactoriamente como podía esperarse de una situación en extremo anormal para el país; mas, en momentos supremos, fué relevado de sus funciones y permaneció en su puesto de Alcalde, hasta el memorable 15 de Enero, en que se dió la batalla de Miraflores, y en cuya noche fué llamado por él Honorable Cuerpo Diplomático, para que, en vista de tan extraordinarias circunstancias, tomara una parte activa en la representación de la ciudad.

Resuelta la entrega de Lima, en cabildo abierto, y nombrado el Coronel Don Belisario Suárez para conservar el orden público, el señor Torrico marchó al campamento enemigo á cumplir con el deber que su patriotismo le imponía. Y en presencia de los acontecimientos que comenzaban á realizarse desde la noche, el señor Torrico volvió á organizar la Guardia Urbana; y de acuerdo con el señor Coronel Suarez y señor Doctor R. Morales, se resolvió contener enérgicamente los desórdenes que, en proporciones alarmantes, venían desarrollándose á gran paso, actitud que, felizmente, dio muy pronto el resultado deseado por todo el pacífico vecindario.

La conducta que el señor Coronel Torrico observó durante la ocupación de Lima por el ejército chileno, fué digna de sus honrosos antecedentes; y por ella mereció la deferencia y la especial consideración, tanto del enemigo como de los extrangeros residentes en el país y de todos sus conciudadanos.

Restablecido el Régimen Constitucional de la República, el Sr. Coronel Torrico ha sido llamado á compartir con el Jefe de la Nación de las penosas labores de la Administración pública, desempeñando, primero, la cartera de Guerra y Marina y al presente la de Gobierno, Policía y Obras Públicas, como Ministro de Estado.


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Texto e imagen tomados de "El Perú Ilustrado" núm 17, Lima, 03 de setiembre de 1887.

Saludos
Jonatan Saona

1 comentario:

  1. La verdadera historia del Perú no da fe de su buena obra. Fiel a los malos intereses de Pierola (traidor del Perú).

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