11 de octubre de 2018

Testamento de A. Rodríguez

Avelino Rodríguez
Testamento del teniente Avelino Rodríguez González

"TESTAMENTO

A bordo de la corbeta «O'Higgins», en la mar, Octubre 3 de 1879.
—A las 7 de la noche.

En el nombre de Dios Todopoderoso, yo, Avelino Rodríguez González, guardia-marina de la Armada de la República de Chile, hijo lejítimo de don Agustín Rodríguez B. i de doña Teresa González, mayor de edad i en entera posesión de sus facultades, declara que es ciudadano chileno en el servicio activo de la Armada, católico i apostólico chileno, i que dicta estas sus últimas disposiciones en previsión del fin mas o menos desgraciado que le pueda caber en el ataque a la plaza de Arica i escuadra peruana abrigada bajo sus fortalezas, que la Escuadra chilena de operaciones debe acometer en la madrugada de mañana. A mas, ha creído salvar con este documento la tranquilidad de su conciencia, tanto en lo que mira a las obligaciones sagradas de la familia, como a las que se relacionan con la amistad i los intereses pecuniarios.


Declaro en este acto solemne, que creo en Dios uno i trino, que amo entrañablemente a mi Patria, que tengo conciencia de la justicia de su buena causa por la cual ella se encuentra actualmente en guerra con el Perú i Bolivia, que confío en el buen éxito de la contienda, que me creo feliz i orgulloso con derramar mi sangre por asegurar su autonomía de nación, que le deseo el mas brillante porvenir, que tengo confianza en sus destinos, pues espero que Dios ha de concederle a sus hijos todas las grandes cualidades que enaltecen a los buenos ciudadanos i hacen felices a los pueblos, i, por último, que me halaga la fundada esperanza que en el día de mañana, Chile ha de obtener una de las victorias mas espléndidas que se rejistrarán en los anales de su ilustre historia i que la Marina Nacional se ha de cubrir de gloria en tan memorable jornada.

Declaro, con la mano puesta en el corazón, que durante toda mi vida le he profesado el mas solícito i abnegado cariño a mi familia i que mi único afán i mas empeñado anhelo ha sido contribuir a su bienestar i felicidad.

Si muero, muero con el sentimiento de no haber hecho todo lo posible por habérselos asegurado, pues reconozco en mis queridos padres a los modelos mas acabados de amor, de ternura, solicitud i abnegación, debiéndoles en este sentido mi mas espresiva i eterna gratitud por los inmensos sacrificios de bienestar, comodidad i atención que mi educación de marino e incorporación en la Marina les ha demandado.

A mi hermano José Agustín le ruego se empeñe por consolar a mis padres i hacerles mas soportable i llevadera mi muerte, por medio de un trabajo honrado i laborioso, una honradez acrisolada i una ilimitada adhesión a nuestra pobre i desgraciada familia.

A mis hermanas Fortunata i María Teresa, les dejo mil recuerdos llenos del mas afectuoso i vivo cariño. Les pido sus oraciones i les deseo tranquilidad i ventura en esta vida, para que sean las inseparables compañeras de mi pobre mamita.

A mi hermano Custodio i sobrino Armando Olavarría, les aconsejo sean juiciosos, estudiosos i honrados para que dentro de poco le sirvan de sostén i amparo a la familia.

A mis parientes, que reciban mi mas sentido adiós i me recuerden en sus oraciones, aun cuando mas no sea por otro título que por el buen deseo que siempre me animó de contribuir a su bienestar i tranquilidad.

A mi querida Victoria Sepúlveda, que divida mi último suspiro con mis padres, en recuerdo del cariño que mutuamente nos pro-Pesamos, rogándole se conforme con mi pérdida i olvide mi memoria.

A todos mis amigos i compañeros, mi último saludo i la expresión del vivo anhelo que tengo de verlos grandes, felices i útiles a la Patria, sobre todo a la Marina Nacional, tuvo engrandecimiento i esplendor deseo mas que nadie.

Habiéndome despedido ya de mi familia, amigos i compañeros, declaro con sinceridad que no me reprocho de haberlo hecho mal a nadie, pues siempre la regla de conducta de toda mi vida fué tratar de ser un buen hijo, un buen amigo, un buen compañero i un inofensivo prójimo. De todos modos, pido mil perdones por los dichos o hechos con que hubiese inferido agravio o perjuicio a tercero.

DISPOSICIONES
Dejo en primer lugar a mis ancianos i queridos padres, mi recuerdo i la evocación de mi último suspiro.

Nombro a mis amigos i compañeros Carlos M. Herrera i Alberto Silva Palma, ejecutores de estas mis últimas disposiciones, cuyo cumplimiento les suplico en nombre de la antigua i no interrumpida amistad que en vida nos ligaba.

Si muero, muero con la satisfacción de caer cumpliendo con mi deber, tanto por amor a mi Patria, por mi satisfacción personal, como por legarle a mi familia un nombre puro i sin mancha.

Por fin, lleno de fe i esperanza en la misericordia divina, rae despido de mis queridos padres i hermanos, los abrazo con toda la ternura de mi corazón i les deseo conformidad i resignación por los implacables fallos del Eterno.

Si la Patria ha exijido mi vida, es porque ella era necesaria para hacer respetar su integridad i soberanía. Repito una vez mas que me considero muí feliz i orgulloso con ese pequeño sacrificio i QUE CONFÍO EN QUE LA PATRIA HA DE SER BASTANTE MAGNÁNIMA I JENEROSA PARA APRESURARSE A SUBVENIR A SUS APREMIANTES NECESIDADES.

Muero creyendo en Dios e invocando su nombre i el de nuestra querida Patria.
—Avelino Rodríguez González.

Un otrosí. 
—Un abrazo entusiasta i una ardorosa felicitación a los gloriosos sobrevivientes de la corbeta «O'Higgins».
—Avelino Rodríguez González. — Ricardo Ekers, testigo.

Cumplida la ejecución de estas disposiciones, ruego a mis excelentes amigos Herrera i Silva Palma, se dignen hacer llegar este documento al poder de mis padres.
—Avelino Rodríguez González."


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Texto del documento tomado del libro "Crónicas de la Marina chilena" escrito por Alberto Silva Palma.

Saludos
Jonatan Saona

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