26 de julio de 2016

Porras sobre Cáceres

Raúl Porras Barrenechea
Raúl Porras sobre Andrés Cáceres

En la trigésima sesión, del jueves 27 de setiembre (de la Legislatura Ordinaria de 1956), el senador Porras Barrenechea hizo un pedido oral en el sentido de igualar la pensión de la hija del mariscal Cáceres a las de las demás beneficiarias herederas de los grandes representantes de la Guerra del Pacífico:

El señor PORRAS BARRENECHEA.
— Señor Presidente:
No es necesario destacar en el Parlamento la figura del mariscal Cáceres. Cáceres es uno de los hombres representativos entre los que defendieron el honor del Perú en la guerra del 79. Figura tan señera y definitiva, que aunque un enemigo ofuscado y violento llegara, en su apasionamiento político, a decir de él que fue un Melgarejo abortado en el camino, debió escribir luego, reconociendo su prestancia heroica, y declarar que había sido, durante la guerra, “el Grau de tierra”.
Cáceres asistió a todas las batallas de la guerra con Chile. Estuvo en el sur, en San Francisco y en Tarapacá, luchó en la batalla del Campo de la Alianza, en la campaña de Tacna, formó más tarde en las filas heroicas de San Juan y de Chorrillos y fue herido en Miraflores y, por último, organizó a la manera peruana —a la manera legítima del Perú, como las antiguas guerrillas andinas de Manco Inca y de Ollantay, las huestes indígenas de la Campaña de la Breña, que dieran al Perú los milagrosos desquites de Pucará, de Marcavalle, de Concepción y el heroico sacrificio de Huamachuco. 

Por todo esto, el kepí rojo de sus huestes fue símbolo de honor nacional y el Perú honró a Cáceres, a pesar de las divergencias que se produjeron en su azaroso período gubernativo de reconstrucción. El Perú le honró en todas las situaciones y le dio el título de Mariscal en 1919 y más tarde, en 1923, ordenó que sus restos reposasen en la Cripta de los Héroes, al lado de Grau y Bolognesi. Sin embargo, la pensión que percibe su hija es una pensión miserable, es la pensión de un general de 1923, una pensión de seiscientos soles, más la bonificación correspondiente a los vencedores en Tarapacá.

En consecuencia, solicito, señor Presidente, por honor del Estado y de una de nuestras más auténticas glorias militares, que se oficie al señor ministro de Guerra, para que la pensión que percibe la hija de Cáceres sea igual a la que disfrutan los deudos de los grandes representativos de la guerra del Perú en 1879.
 

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Casalino, Carlota. "Raúl Porras Barrenechea, Parlamentario". Lima, 1999.

Saludos
Jonatan Saona

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