 |
| Mariano I. Prado |
"Arica, noviembre 3 de 1879.
Excelentísimo señor General don Luis La Puerta.
Lima.
Mi apreciado General y amigo:
Por telégrafo comuniqué a usted ayer el nuevo contraste que hemos sufrido con la pérdida de Pisagua.
Aun cuando el general en jefe no ha podido todavía comunicarme los detalles de la jornada, me apresuro a transmitirle los pocos que han llegado a mi conocimiento por conductos privados.
Amanecieron ayer en Pisagua 20 buques con 12 mil hombres poco más o menos; a las 7.30 a.m. rompieron los fuegos sobre la plaza, lanzando bombas incendiarias, al mismo tiempo que sus chatas, botes y lanchas con tropas de desembarco hacían nutrido disparo de ametralladora y rifles. El enemigo logró incendiar la población y principalmente el depósito de salitre, y a favor del humo pudo desembarcar, trabándose entonces un combate encarnizado que duró siete horas y media, sostenido por 300 nacionales y 500 soldados bolivianos con mucha mortandad por ambas partes.
El general Buendía, que casualmente había venido de Iquique el día anterior, dirigía las operaciones; y cuando se agotaron las municiones efectuó su retirada en perfecto orden a San Roberto. Hoy entra en Agua Santa. Mientras tanto se concentran las fuerzas del sur y el enemigo sigue avanzando.
Se adoptan por el momento las medidas necesarias para proceder convenientemente, según los movimientos del Ejército enemigo.
Estamos atravesando momentos solemnes para el país; la situación aquí es desesperada, y para conjurarla necesitamos adoptar medidas eficacísimas con el valor y energía que el caso requiere. Es indispensable que inmediatamente se me envíen todos los pedidos que de oficio hago con esta fecha al Ministerio.
Sírvase usted fijarse en que si no procedemos con actividad estaremos muy mal y no sabría qué hacerme.
Mando la Pilcomayo tanto porque aquí no me sirve de nada y más bien corre el peligro de perderse de un momento a otro, si el enemigo que está a la mano se presenta a atacarnos; como por hacer llegar con el adelanto posible mi comunicación, a fin de que no se pierda tiempo en el arreglo de los elementos que con especialísima urgencia pido.
Aunque por este último vapor tampoco he recibido sus letras, he sabido con el mayor agrado que estaba usted muy aliviado de su enfermedad, y ojalá que ésta lo encuentre del todo restablecido.
Me es grato saludarlo y tengo el gusto de repetirme su afectísimo amigo y seguro servidor.
Mariano Ignacio Prado"
**************
Denegri Luna, Félix. "Las cartas del general Prado al general La Puerta" publicado en "Revista Histórica" Tomo XXXII. Lima, 1979.
Saludos
Jonatan Saona
"Se adoptan por el momento las medidas necesarias para proceder convenientemente, según los movimientos del ejército enemigo".
ResponderBorrar¿Cuáles habría sido estas? Negarle el acceso al agua, como premisa básica, sería la conclusión de un simple cabo de escuadra. Y para ello, concentrar fuerzas y defender el pozo de Dolores a ultranza.
Pero se retiró el contingente salvado de Pisagua, más el disponible en lugares cercanos, abandonando el material ferroviario y el mismo tendido férreo, lo que facilitó la penetración hasta el pozo que era la salvación para el ejército invasor. Se le dejó, además, disponible la maquinaria de extracción del agua, así como el combustible para operarla.
La concentración aliada se produjo cercana a Pozo Almonte, salvando agotadoras leguas de desierto a pie. Para luego hacer el camino inverso, 14 días más tarde, sin medios de transporte y llegando en condiciones de agotamiento a enfrentar al enemigo parapetado en Dolores, descansado y con agua suficiente. Ya sabemos el resultado.
No hubo planificación estratégica alguna por parte de los aliados en esa campaña. Una simple mirada al mapa les hubiera dicho que, tomada Pisagua y logrado el acceso al agua por parte del adversario, Iquique quedaba condenado sin remisión. Esas fuerzas debieron ser retiradas hacia Tacna, por caminos interiores, y mucho hubieran servido en la campaña posterior.
Prado era general, pero no imagino dónde obtuvo su experiencia de mando y conocimientos estratégicos.