25 de septiembre de 2020

Jacinto López

Jacinto López
Con Jacinto López, en New York
Para Mundial

Leía al calor de las estufas de nuestro alojamiento en el "Stradfod House" uno de los artículos de Jacinto López sobre "La más Grave Cuestión Internacional de América" que publica "La Reforma Social" de Nueva York, apreciando con el mayor interés la labor del eminente historiador que con tan vividos cuadros expone la guerra del 80, aquella época pavorosa de crueldad y sangre:

"En Enero de 1880, escribe López, el Perú era un país vencido, torturado, arruinado e impotente, invadido, ocupado y dominado por un enemigo que había hecho en su territorio una guerra inhumana cuyo solo objeto había sido la conquista.....y continuamos leyendo:
"Los chilenos en su tránsito han cometido los crímenes más horrendos...... han saqueado la población (de Concepción) incendiándola más tarde y fusilando ancianos, mujeres, criaturas, en una palabra a cuántos se presentaban a su vista. (Cáceres al Prefecto de Ayacucho)"..... 

Sonó el timbre y como despertando de horrible pesadilla, me levanté para abrir la puerta: era un hermano mío. no sé qué expresión conservaba mi semblante, que azorado me preguntó:

—¿Ocurre algo? ¿Qué tienes?...

Reaccioné, le mostré el articulo y leí ese párrafo que copia López de un corresponsal chileno: “Entrada la noche (dice el chileno) con los caballos cubiertos de espuma y de sudor, con los brazos adormecidos y los sables destilando sangre, regresaban los carabineros (chilenos) a “Concepción después de haber dado fructuoso cumplimiento a su importante comisión. Como 700 cadáveres pagaban así la de los 77 heroicos soldados del "Chacabuco” sin contar un número de heridos más del doble quizá”....

—¡Fructuoso cumplimiento! exclamé, repitiendo las frases del corresponsal araucano, y es de esos hombres que nos defiende Jacinto López, ese amigo de la justicia y por consiguiente de la causa peruana.

—¿Quisieras conocerle? me dijo.

—Sí, todos los peruanos estamos obligados a él y debemos manifestarle nuestra simpatía y agradecimiento.

Al día siguiente, después de anunciar nuestra visita, tomamos un taxi y nos dirigimos a "Wall Street". El ascensor nos llevó al piso 14. Una señorita empleada y un caballero respetable de luenga barba nos hicieron las primeras atenciones y pasamos al escritorio de don Jacinto López.

¿Será el prejuicio simpático lo que me impresionó? No lo creo. Jacinto López con sus 50 años, tiene una buena figura, un bigote entrecano cubre su fino labio, mirada inteligente, frente ancha y despejada y su manera gallarda a la vez que afable predispone a escucharlo con gran atractivo.

Después de las generales, le insinuamos:

—Todos los peruanos le estamos sumamente agradecidos por el interés que manifiesta por nuestra Patria.

—La causa del Perú es justa, de una claridad inobjetable, nos respondió. Mi espíritu es así, siempre por la justicia y la defenderé aunque ello no deja de traerme sinsabores. He defendido a Costa Rica de la tiranía de los Tinoco. Miro por mi Patria contra la opresión de Gómez y he defendido la causa de los Aliados por que es la justicia del Mundo; por eso quiero también al Perú, por que él tiene la razón y la justicia. No puedo mirar con indiferencia. la intranquilidad creada en América por Chile, con la guerra del 79...

—Chile, le interrumpimos, parece que aún no está satisfecho y conserva latente sus ambiciones; actualmente está empeñado en echar a Bolivia sobre el Perú fingiendo amistad por ella para dominarla mejor. Igualmente mueve constantemente a Colombia y el Ecuador despertándole codicia territoriales, para procurar que nunca llegue a zanjar el Perú sus cuestiones de limites por el Norte.

Ese celo, nos dijo, es también temor. Chile ve un rival poderoso en el Perú cuya mayor fuerza está en el desarrollo de sus enormes riquezas. Ustedes pueden ser grandes, muy grandes, añadió. El Perú es uno de los países mis ricos de la tierra, solo necesita que sus hijos sepan cumplir con su lema Nacional: "Firme y Feliz por la Unión"..... ¿Porqué no se unen?. . . . Los partidos políticos son indúctiles, casi intransigentes. Lo único que les falta a Uds. es ser unidos. Yo admiro al Perú, y en su resistencia a firmar una paz chilena es el más admirable de todos los pueblos en el sacrificio y el martirio. Desgarrado. desangrado, exánime, el Perú sufrió por más de tres años y medio después de la ocupación de Lima todas las formas del tormento, pero no firmó la paz chilena. Si inhumanas eran la paz y la tortura. sobrehumano fué el heroísmo de la resistencia. Los germanos contando todavía con poderosos elementos, se han rendido a los Aliados apenas amenazaron estos invadir su territorio y el Perú invadido y devastado siguió combatiendo brava, heroicamente. Cáceres. ese bravo “soldado de la breña", como lo llaman Uds. representa en el Centro la resistencia más heroica, su actitud es una de las mis hermosas de la historia de los pueblos que saben defender su honor y su territorio. Solar representa en el Sur la resistencia: inteligente, activo y enérgico formó un ejército que sirvió de apoyo en el Centro y de amenaza constante sobre Tacna. Iglesias en el Norte resistió con valor....

Después, como interrumpiéndose nos dice:
—Iglesias fué un bravo y patriota soldado, pero ¿Por qué firmó la paz?

—Seguramente le respondimos, que perdidos los departamentos del Sur por causas desgraciadamente internas, invadido el Centro donde Cáceres luchaba heroicamente y destruidas las fuerzas de Iglesias en el Norte, fueron éstos los motivos que le obligaron a firmar la paz. Después, los hechos consumados hicieron que el Perú se rindiera a su infortunio.

Jacinto López, cuya posición económica es holgada, se dedica al estudio asiduamente; conoce la historia del Perú y de sus hombres de figuración admirablemente, nos dejó asombrados su erudición y memoria. Cuando hablaba, sus ojos brillantes de inteligencia iluminaban su rostro, sus ademanes, sus frases severas elevadas y justicieras formaban como el nimbo que ilumina a los Apóstoles del bien. Conmovidos, palpitantes de amor a la Patria lejana que la palabra mágica con que aquel hombre superior supo impresionarnos, orgullosos de poderlo hacer, estrechamos la mano del bravo, cultísimo y talentoso escritor compatriota del gran Libertador Bolívar.


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Texto de la entrevista publicada en la revista "Mundial" Lima, 28 de julio de 1920.

Saludos
Jonatan Saona

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