27 de mayo de 2018

José María Álamos

José María Álamos
Los Hermanos Álamos Quiroz
(Texto tomado del libro Álbum de la gloria de Chile)

...Sería de notorio interés i utilidad formar, por el camino que hemos venido apenas diseñando, una estadística prolija de esta  inagotable contribución de sangre de la autonomía local i doméstica del país, a fin de comprobar por ese medio en la historia, el jeneroso, el inextinguible patriotismo del chileno, tan mal comprendido i tan torpemente explotado por sus conductores, que sólo a última hora abrieron los ojos a la luz i comprendieron que habían tenido ociosa en sus manos una fuerza colosal de victoria.

Mas, por lo que a nosotros toca, cumplimos hoi el deber de llevar un dato más a esa cuenta, narrando a la lijera los servicios de una familia benemérita que ha empuñado las armas, desde el primojénito al último nacido, acaudillado el grupo por el valeroso padre. Aludimos a la familia de los Álamos de Santiago, que por su copioso continjente en la guerra alguien tuvo la ocurrencia de llamar "Alameda" 
V.

Formaban ésta, en efecto, antes de la sangrienta batalla de Chorrillos, el padre común don Benito Álamos, empleado voluntario en el parque jeneral del ejército, i sus cuatro hijos en el orden de edad en que vamos a apuntarlos para durable i digna memoria de sus hechos.

José María Álamos, teniente del Buin i muerto en la batalla de Chorrillos a la edad de 33 años.
Gabriel Álamos, sarjento mayor del Atacama en Tacna, i actualmente comandante de uno de los batallones que guarnecen nuestras nuevas fronteras del Norte.
Ildefonso Álamos, subteniente de Carabineros de Yungai, nacido en 1857.
Juan Rafael Álamos, subteniente del 4°, nacido en 1859 i muerto el 15 de febrero de 1881 en Santiago, a consecuencia de heridas recibidas en Chorrillos.

VI.

Vinieron al mundo, o mejor dicho al ejército, todos los Álamos, en Santiago, o más propiamente en la Chimba, tierra propicia para la guerra i la pedrada. Su abuelo don José María de los Álamos era escribano de Valparaiso, pero de todos ellos puede decirse, como del árbol fundador de San Francisco, que proceden de un tronco común en Santiago: el fiscal real don Juan Crisóstomo de los Álamos. Su buena  madre, tan varonil como sus hijos, es la señora doña Juana Quirós,  que lleva en su apellido i en su arrogante lema simiente de soldado:
"Después de Dios,
Quirós."

VII.

Don Benito Álamos, que figura en esta lista de bravos como hermano mayor entre sus hijos, ha sido un árbol sin cultivo, pero vigoroso i enhiesto, de esos que se escojen de preferencia por los peritos para el hacha i la madera. La ocupación más asidua de su laboriosa i honrada vida ha sido la de recibir i entregar fundos de campo tarea esencialmente propia del huaso de Chile, en la cual se ha adquirido una reputación i un sobrenombre,  debida aquella a su probidad e intelijencia especial en ese orden, i el último al ejercicio constante de ella: -"El  huaso Álamos."

De aquí el que a todos sus hijos les hayan llamado, por derivación, sus compañeros de armas "los huasos Álamos" sin que ninguno de ellos en realidad lo sea. Al menor que acabamos de recordar (Rafael), no dando el cuero i la frase para más, llamabánlo -"El huasito"

VIII.

El mayor de los hijos, de don Benito, había tenido poca fortuna, porque aunque entró siendo cadete, como sarjento al batallón 10° de línea (diciembre 9 de 1865), hubo de retirarse por causa de enfermedad de la guarnición de los Vilos en 1866 para ocupar un puesto subalterno el resguarde de Valparaíso, ración de hambre que perdió noblemente más tarde, reo de un delito enorme: -el haber  votado en las elecciones de presidente de 1870 con un sufrajio distinto del marcado por el tizne sucio de la intervención que le entregara su jefe.  A titulo de su antiguo puesto en el batallón 10° de linea, fué el subteniente Álamos incorporado en el Buin al principio de la campaña, i en toda ella salió ileso.  

"Pero en Chorrillos, -dice un apunte que tenemos a la vista,- i a1 terminar el combate, una bala perdida lo hirió en las dos piernas en la rejión de los muslos. Aunque su herida no era mortal, la falta de asistencia, la escasez, o más bien, el mal servicio de las ambulancias, lo hicieron desangrar de tal  modo que cuando fué recojido por su hermano Gabriel, ya era casi un cadáver i expiró pocas horas después en brazos de su padre, que estaba ocupadísimo en proveer de municiones al ejército i en atender a su otro hijo, Juan Rafael, herido mortalmente también"

IX. 

El hermano segundo del grupo Álamos Quirós, i hasta aquí el más afortunado, es conocido sólo por la denominación heredada de "el huaso Álamos" pero es un oficial de escuela i tan distinguido como el que más, no sólo por su valor notorio i  aun excepcional, sinó por sus conocimientos militares. Es un alumno de la Academia, a la que entró en 1862 para servir en seguida en la escuadra como subteniente de la brigada de Marina. En esta condición hallóse a bordo de la fragata peruana Apurímac en el combate de Abtao. 

Siguió el mayor Álamos su carrera en aquel cuerpo hasta su disolución, hallándose casi siempre embarcado o de guarnición en Magallanes, hasta que pasó a la Artillería de Marina como ayudante mayor. Hallábase de capitán en este cuerpo en la jornada de Tarapacá, i  allí se cubrió de tan merecida gloria, batiéndose con su compañía en el fondo de la quebrada i protejiendo el ascenso del ejército a las alturas, que en el próximo combate le nombraron segundo jefe del batallón que mayores timbres se había conquistado en la campaña.  Dijimos ya que el mayor Álamos se había batido en Tacna como mayor del Atacama, mereciendo su conducta los calorosos aplausos de su jefe, que no sabía prodigarlos, del coronel don Juan Martínez. 

Por igual motivo, caídos en Chorrillos i Miraflores los tres jefes del Coquimbo, el jeneral Baquedano, a cuyo lado peleó el mayor Álamos como ayudante de campo, le nombró primer jefe provisional de aquel bizarro rejimiento... 


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Texto e imagen tomado del Álbum de la gloria de Chile, Tomo II, por Benjamín Vicuña Mackenna

Saludos
Jonatan Saona

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