Esta fotografía corresponde a doña Elvira Céspedes quien se casó en Tacna, durante la ocupación de dicha ciudad por los chilenos
“Las novias (peruanas) que entregaban su corazón, unas veces antes del combate que quizás arrebataría para siempre al ser amado; u otras al regreso, luego de la cruenta jornada en la que las condecoraciones eran jirones de carne, desgajos sangrientos, pero por los que por sobre todas las cosas refulgía el amoroso deseo de cumplir con la promesa firme de servir a la patria en el recuerdo amado de la novia que impulsó los heroísmos como las más altas y preciadas galas de su amor.
Las novias que en casi todas las latitudes envuelven sus ilusiones en los radiantes tules y sedas de esplendorosa blancura, en aquel día inolvidable en la vida de toda mujer, tuvieron en 1881 que trocar el clásico atuendo por sedas y crespones negros que envolvieron sus cuerpos, contrastando así con el tul blanco coronado por azahares en cabellos y manos como el dolor por la patria herida, sojuzgada, y a la vez por la blancura que era su vida, que era sonrisa sobreponiéndose al llanto ante el altar de Dios”
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Tomado del libro “Mujer, Poder y Desarrollo en el Perú” tomo 2 pag 641. escrito por Judith Prieto de Zegarra.
saludos
Jonatan Saona
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