4 de enero de 2012

Parte de Solo Z.

Luis Solo Zaldívar
Parte Oficial de Solo Zaldívar

REGIMIENTO 4º DE LÍNEA

Chorrillos, enero 14 de 1881.
Señor:

Paso a dar cuenta a V.S. de la parte que cupo al regimiento de mi accidental mando en la batalla del 13 del corriente, contra las posiciones de Chorrillos ocupadas por el ejército peruano.

Omito, señor coronel, entrar en los detalles de la marcha que efectuó el cuerpo desde Lurín a ese punto, pues obran ya en su conocimiento por haber marchado V.S. a la cabeza de él, y me limito únicamente a dar cuenta de los detalles de la batalla, tanto por la larga extensión en que se desarrollaron los acontecimientos, como por haberle tocado al cuerpo atacar las diferentes posiciones del ala derecha del enemigo y haber tenido que sostener distintos combates parciales, completamente independientes unos de otros.

Estando acampados a la vista de las posiciones enemigas, en la madrugada del 13 recibí orden de V.S. para hacer desplegar en la batalla el 2º Batallón del Regimiento, apoyando su derecha en la izquierda de un batallón del Regimiento Talca, y que el primero hiciese igual despliegue a retaguardia, apoyando también su derecha en la izquierda del otro batallón del mismo regimiento, lo que se efectuó a la brevedad posible.

En este orden empezó la marcha hacia las posiciones enemigas, que apenas se distinguían por la claridad del día, habiendo marchado la línea de vanguardia por la diagonal a la derecha y la de retaguardia por la izquierda; de manera que cuando el enemigo rompió sus fuegos, 4.55 A.M., nuestras dos líneas formaban una sola, quedando el 2º Batallón del Regimiento separado del 1º por un batallón del Regimiento Talca. Inmediatamente empezamos a ascender, sin recibir todavía el fuego enemigo; pero no bien íbamos a media falda del cerro que atacábamos, cuando se sintieron los primeros disparos de artillería y fusilería, haciéndose inmediatamente general en toda la línea enemiga. Como las posiciones ocupadas por el ejército peruano eran muy desventajosas para nosotros, dispuse, conforme a la orden de V.S., que el 1er. Batallón que marchaba bajo mis inmediatas órdenes, continuase su ascenso sin hacer fuego, hasta que estuvimos muy cerca de las trincheras, en que mandé romperlo y atacar simultáneamente. Esto, señor coronel, se hizo a la mayor brevedad, y no sin esfuerzo se logró desalojar al enemigo, que fue obligado a retirarse a otros parapetos, que doblaban hacia el N.O., abandonando en este primero algunas piezas de artillería que no pudo arrastrar consigo en su precipitada fuga. Continuó inmediatamente el ataque a estos atrincheramientos, hasta que a las 7.30 A.M., como con 15 o 20 hombres, habíamos logrado tomar, con muchos esfuerzos, la penúltima trinchera y quedar muy cerca de una gran parte del ejército enemigo que se encontraba parapetado en la cima de una loma inexpugnable por el frente y la que se nos hacía imposible flanquear por el corto número de tropa con que se contaba.

Cumpliendo la orden del señor coronel don Gregorio Urrutia, Jefe de Estado Mayor de la 1ª División, la poca tropa que se encontraba en esta última trinchera bajó a ocupar el pie de las posiciones enemigas, permaneciendo allí más de una hora esperando un refuerzo que llegó, pero que fue en corto número, pues no pasó de 20 a 30 hombes; mientras tanto, estábamos protegidos únicamente por una batería de artillería al mando del capitán señor José Antonio Errázuriz, quien después de un continuado y largo fuego, se retiraba por haber agotado sus municiones. El 2º Batallón del Regimiento, al mando del sargento mayor don Miguel Rivera, avanzaba por el valle en nuestra protección, pero todavía distante, pues había atacado más a la derecha otros atrincheramientos. A la vista de este refuerzo, el enemigo bajó de sus posiciones a atacar el corto número de tropa que estaba a su pie y encontrándonos escasos de fuerzas y municiones, a consecuencia del largo trayecto que habíamos recorrido haciendo fuego, nos batimos en retirada hasta agotar por completo éstas, dejando una gran parte de la gente en el campo por salvar el estandarte que nos precedía en todo ataque, y de lo que tengo la satisfacción de dar cuenta a V.S.

Como V.S. presenció la retirada de esta pequeña fuerza que sostenía al grueso del ejército enemigo en sus posiciones, excuso manifestar a V.S. que en el corto trayecto en que tuvo lugar ésta fue en el mayor orden; y que a pesar de ser perseguidos muy de cerca, nos parapetamos en las que ha poco habíamos abandonado y donde V.S. se encontraba, ordenando al Regimiento Valparaíso que flanquease y entrase en nuestro apoyo. Acto contínuo me replegué a él, y continuamos nuevamente el ataque hasta que se logró poner en completa fuga al enemigo.

Debo manifestar a V.S. que en el trayecto recorrido se logró tomar algunas piezas de artillería, ametralladoras y gran número de municiones.

En las ocho o nueve horas en que el regimiento se encontró bajo el fuego del enemigo, se condujo, señor coronel, siempre a la altura de su deber y de su nombre.

Tengo el sentimiento de anunciar a V.S. el fallecimiento de los dignos oficiales, capitán señor Casimiro Ibáñez y subtenientes señores Pedro Wenceslao Gana y Angel Custodio Gana Corales. El primero cayó en la retirada, defendiendo el estandarte, que tuvo en su poder desde que fueron heridos los subtenientes señores Manuel O. Prieto y Miguel Bravo y el cabo 1º de la escolta del mismo, Estanislao Jara.

Debo manifestar a V.S. el arrojo, serenidad y valor del sargento mayor señor Miguel Rivera, capitanes ayudantes señores Pablo Marchant y Juan Urrea y capitanes señores Emilio A. Marchant, José Antonio Contreras, Luis Victor Gana, Ricardo Gormaz, Carlos E. Wolmard, Martín Bravo y Juan Bautista Riquelme.

Acompaño a V.S. una relación de las bajas ocurridas en el cuerpo en la batalla de que doy cuenta, ascendentes, entre muertos y heridos, a 14 oficiales y 289 individuos de tropa.

V.S., por el número de bajas, podrá juzgar el comportamiento del cuerpo de oficiales, como asimismo de los individuos de tropa, que siempre se encontraron en sus puestos.

LUIS SOLO ZALDÍVAR

Al señor Comandante General de la 2ª Brigada de la 1ª División.

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REJIMIENTO 4° DE LÍNEA.

Campamento de Miraflores, Enero 16 de 1881.

Señor:
El 15 del corriente, a las 2 P. M., conforme a la órden de V.S., se puso el rejimiento en marcha en busca del enemigo, ocupando la retaguardia del ejército; pero cuando recién concluía de salir del campamento, empezó a vanguardia el fuego de fusilería i artillería.

A las 2.30 P. M. recibí órden para protejer la artillería que hacia fuego al enemigo parapetado tras las tapias de los potreros que hai en la parte Oriente de Miraflores. Acto continuo i al paso de carga, nos encaminamos al punto donde ésta se encontraba, hasta que a las 3.15 P.M., poco mas o ménos, se dió la órden de atacar directamente al enemigo, la que fué cumplida inmediatamente, dirijiéndose el 1er. Batallón por la línea férrea i el 2° tomando la derecha.

En este órden i parapetados en las tapias, comenzó el fuego en avance hasta que a las 6.30 P.M. quedó el enemi­go en completa derrota i la parte del rejimiento que había atacado por la línea férrea se reunió en la muralla de cir­cunvalación de Lima, hasta que V.S, dispuso se retirara a replegarse al resto de la brigada que so encontraba ya reunida un poco mas a retaguardia.

Tengo el sentimiento de anunciar a V.S. el fallecimien­to de los subtenientes señores José Antonio Montt i Sa­muel Vicente Diaz, que cayeron en lo mas récio del ataque, el primero avanzando sobre las trincheras con el estandarte.

Las bajas que ha tenido el cuerpo de oficiales e indivi­duos de tropa ascienden, entre muertos i heridos, a 9 de los primeros i 66 de los segundos, como verá V. S. por la relación adjunta, habiéndose conducido tanto los unos como los otros a la altura de su deber.

Luis Solo Zaldívar

Al Señor Coronel Jefe de la 2° Brigada de la 1° División


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Saludos
Jonatan Saona

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